Saturday, September 30, 2023

Recital de Lise Davidsen en Los Ángeles

Fotos: Ben Gibbs

Ramón Jacques

La joven soprano noruega Lise Davidsen debutó en Los Ángeles en el escenario del teatro Broadstage, situado en el suburbio angelino de Santa Mónica, cuyo ciclo titulado ‘Celebrity Opera Recital Series’ se ha ido consolidado con el paso de los años como una parada imprescindible, casi obligatoria, para la presentación, o debut local como en este y otros casos, de los cantantes y nombres más reconocidos de la lírica, en un escenario de importante metrópoli. Esta temporada, el ciclo incluye, además de la ya mencionada presentación, otro debut local del tenor Joseph Calleja con acompañamiento de piano, y un concierto con orquesta de la mezzosoprano Elīna Garanča bajo la conducción de Karel Mark Chichon. Las presentaciones estadounidenses de Lise Davidsen, han sido hasta hoy muy limitadas, concentrándose principalmente a la ciudad de Nueva York, y aunque en el mes de noviembre de este año debutará el papel principal de la ópera Jenůfa de Janáček en el teatro de la Lyric Opera de Chicago, al menos en el corto plazo no se sabe de alguna aparición agendada en algún teatro importante de la costa oeste de este país. Por ese motivo, el anuncio de su presentación local generó desde que se anunció muchas expectación e interés del público operístico de esta región.  Un recital acompañado por un piano, no es quizás la llave de entrada esperada o ideal para una artista del calibre de Lise Davidsen, quien, sin embargo, expresó su beneplácito por ofrecer su canto en una ciudad y en una región que dijo nunca haber visitado, ni siquiera como turista.  Por otro lado, un recital puede ofrecer también grandes satisfacciones porque se pueden apreciar ángulos, matices, emociones e impresiones que el artista puede transmitir siendo el mismo, sin estar cubierto por vestuarios y escenografías. Cabe destacar que por la presencia y la elegancia que irradió esta artista, así como el inagotable despliegue de recursos vocales que posee y que desplegó desde la primera nota que cantó, el público comprendió que estaba en presencia de una artista muy completa, vocalmente destacada, especial y valiosa, es decir una joya de las que no surgen todos los días.  Con gran sencillez y gracia Davidsen, se dirigió al público en un par de ocasiones para explicar que había conformado, con la ayuda de su maestro y pianista James Baillieu, un programa ex profeso para la ocasión, en el que abarcaría los más variados y diferentes estilos y compositores para dejar una grata impresión con el público asiste a este recital.  Personalmente me destacaría la muy cuidada y bien interpretada, elección de piezas, que no incluyó piezas o conocidas canciones populares que muchos cantantes suelen incluir en la actualidad, sobretodo en la segunda parte de sus programas, y que por experiencias personales pasadas que he presenciado, banalizan y devalúan sus presentaciones por obtener aplausos fáciles o crear innecesarias situaciones cómicas, que no ocurrirían en funciones de óperas o conciertos sinfónico vocales. Davidsen asumió con seriedad y solemnidad el compromiso como la gran artista que es, y tan solo con su canto fue capaz de arrancar suspiros, generar tumultuosas ovaciones y sobretodo conmover y emocionar al público. Imagino que nadie presente en el Broadstage en esta velada, permaneció impávido o indiferente estando presente en este recital; que la soprano comenzó cantando en su propia lengua, interpretando 5 poemas, opus 69 del compositor noruego Edvard Grieg (1843-1907). Es indudable que la voz de Davidsen es voluminosa, con mucho cuerpo, y ella lo sabe, pero también tiene la virtud de darle un manejo magistral en todos los registros alcanzando incluso delicados y casi imperceptibles pianissimos y musicalidad como en Til min Dreng (a mi niño) ciclo de canciones que viene incluido en la grabación del 2022 en el sello Decca con obras de Grieg y el pianista Leif Ove Andsnes.  En su interpretación del ciclo de 5 canciones, Op 37 y Svarta rosor (Rosas negras) op, 36 de Jean Sibelius (1865-1957) su voz adquirió una tonalidad más oscura y dramática apropiada para esta sentida y dolorosa música. Es notable también la claridad con la que emite y frasea cada palabra cantada, la emisión y manera de mantener los agudos, sin importar la lengua en la que cante. 

En lo que ella considera sus primeros pasos en el repertorio italiano, del cual comentó que recientemente interpretó el Réquiem de Verdi y Giorgetta en Il Tabarro de Puccini, cantó apasionantes versiones de 'Sola perduta abbandonata' de Manon Lescaut de Giacomo Puccin (1858-1924); así como "Morro, ma prima in grazia" del tercer acto de Un Ballo in Maschera de Giuseppe Verdi (1813-1883) y una notable ejecución plena de sentimiento y luminosidad del “Ave Maria, piena di grazia” de Desdemona de Otello del propio Verdi.  De su repertorio mas afín, el alemán, regaló una estremecedora ejecución con su voluminosa y profunda voz, a la que sabe darle un sentido sin recurrir solo al brio, de “Dich teure halle” de Tannhäuser de Richard Wagner (1813-1883) aria que por cierto cantó en la final del concurso The Queen Sonja International Music Competition del 2015, uno de los momentos que han servido para catapultar su carrera; así como el aria  Abscheulicher! Wo eilst du hin? de Fidelio, op 72 de Ludwig van Beethoven (1770-1827) contenida en otras de sus grabaciones discográficas en Decca con la London Philharmonic dirigida por Sir Mark Elder. Dejo una grata impresión su fina y tierna elección de piezas de Franz Schubert (1797-1828) que incluyó: “An die Musik”,  Gretchen am spinnrade", op.2, D.118, Erlkönig y Litanei auf das Fest Allerseelen. Lise Davidsen es una actriz que no permanece quieta en escena, y sus movimientos y gestos muestran cuanto se involucra con el texto, y el sentimiento que logra transmitir al público.  Para finalizar cantó con buen gusto y sin innecesarias exageraciones “Heia, Heia, in den Bergen” de la opereta Die Csardasfürstin del compositor húngaro Emmerich Kalman (1882-1953) y como una cortesía al público angelino “I Could have danced all night” del musical My Fair Lady del compositor Frederick Loewe (1901-1988). El desbordado entusiasmo del público y la generosidad de la soprano hicieron que cantara tres piezas fuera del programa como su vibrante ejecución de Vissi d’Arte de Tosca de Puccini, obra que parece adaptarse bien a su temperamento y cualidades vocales y que seguramente cantará en escena más adelante, y dos piezas de lied Cäcilie y Morgen de Richard Strauss (1864-1949) cuyo repertorio es otra de sus especialidades.  Al inicio del recital ella agradeció al pianista James Baillieau, a quien se refirió como un maestro, y quien la ha animado a incluir y experimentar ciertas piezas y repertorios, por lo que se notó la complicidad y el entendimiento existente entre ambos. Baillieu, entiende la voz de Davidsen y supo seguirla, acompañarla y crear un marco musical sobresaliente y dinámico para el lucimiento de su voz.  En resumen: fue un evento memorable, del que se espera haya sido escuchado o tenido alguna repercusión en las oficinas de al menos: la Ópera de San Francisco y la Ópera de Los Ángeles en esta parte del país.  

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