Foto: Staatsoper unter den Linden
Ramón Jacques
Dido y Eneas de Purcell,
frecuentemente considerada como la historia de amor más antigua del repertorio
operístico inglés y del barroco, ha sido escenificada en diversas versiones,
que van desde las tradicionales hasta montajes modernos y polémicos en la
actualidad, pero el montaje de la coreógrafa alemana Sasha Waltz, creada en el 2005 para Opera Estatal de Berlín
(Staatsoper), es considerado un clásico, que ha recorrido diversos escenarios,
y sigue gustando y cautivando. La ópera,
ausente durante varias temporadas del escenario de este teatro berlinés, afecto
al repertorio antiguo con su festival anual, fue repuesta a finales del 2019, y
fue la elegida para iniciar este 2022. Sasha
Waltz, directora de su compañía de danza, y directora artística del Ballet
Estatal de Berlín, creó la denominada ‘opera coreográfica’ que aquí incluye un
amplio grupo de bailarines, músicos, coristas y solistas. En el inicio de la
ópera, con telón abierto, se observa una enorme pileta de agua sobre el
escenario, y al ritmo de la música se observan sensuales movimientos
coreográficos dentro del agua. A partir
de allí se desarrolla la función, con escenas de precisos bailes y movimientos
de danza contemporánea, que por momentos incluye a los solistas y en otros
aparecen como observadores. La propuesta tiene su toque absurdo o de Regietheater,
tan común en los escenarios alemanes, un ejemplo es cuando todos los bailarines
se desvisten y van colocando sus prendas en Dido y en Eneas. Por momentos existe una separación entre la
música y el canto y lo que sucede en escena, creando distracciones. En el escenario vacío, sin elementos
escénicos, algunas proyecciones al fondo del escenario y juegos con la
iluminación parece no existir vínculo o alusión alguno a Cartago, o a la
historia, Sin embargo, el espectáculo es emotivo, multifacético, atemporal,
transgresivo, pero muy artístico y no deja indiferente al espectador. El nivel
musical ofrecido en esta función fue superlativo, comenzando por la ejecución orquestal
desde el foso por parte de la Akademie für Alte Musik de Berlín, dirigida en
esta ocasión por Christopher Moulds,
quien dirigió con mano segura a un conjunto musical que ofreció precisión,
puntualidad y uniformidad en cada una de sus líneas. El papel de Dido fue interpretado por
mezzosoprano suiza Marie-Claude Chappuis,
notable intérprete del papel, que cantó con intención, sentimiento, grato color
vocal, que coronó con una estremecedora interpretación del aria "When I am laid in earth" el
lamento de Dido. El barítono ruso Nicolay Borchev, de voz robusta y
profunda, ofreció una buena ejecución vocal como Eneas. El resto de los solistas tuvieron un notable
desempeño, mencionado a la soprano Aphrodite
Patoulidou por la nitidez de su canto en el papel de Belinda, y al Vocal
Consort Berlín, por la solemnidad y brillo de sus intervenciones corales como
en ‘With Drooping Wings'
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.