Fotos:Prensa Teatro Colón /Arnaldo Colombaroli
Gustavo Gabriel Otero
Twitter: @GazetaLyrica
Buenos Aires, 29/05/2018. Teatro Colón. Giuseppe Verdi: Aida, ópera en cuatro actos. Libreto de
Antonio Ghislanzoni, Eduard Mariette y Camille du Locle. Roberto Oswald,
concepción escénica y escenografía. Aníbal Lápiz, reposición de la dirección
escénica y vestuario. Christian Prego, repositor de la escenografía. Alejandro
Cervera, coreografía. Rubén Conde, iluminación. Latonia Moore (Aida), Nadia
Krasteva (Amneris), Riccardo Massi (Radamés), Mark Rucker (Amonasro), Ricardo
Scandiuzzi (Ranfis), Lucas Debevec Mayer (El Rey). Raúl Iriarte (Mensajero), Marisú
Pavón (Sacerdotisa). Orquesta
y Coro Estables del Teatro Colón. Director del Coro: Miguel Fabián Martínez.
Director Musical: Carlos Vieu.
Como homenaje a los 110 años de la
inauguración de la sala del Teatro Colón retornó a su escenario, con la
suntuosa puesta en escena firmada por Roberto
Oswald en 1996, la ópera inaugural: Aida
de Verdi. El planteo escenográfico de Oswald es sencillo
y monumental a la vez: en el fondo la cabeza de una esfinge con presencia en
toda la acción, por otro lado columnas y escalinatas que van cambiando de
lugares y formatos dan marco a cada escena. Aníbal Lápiz a la par de diseñar el lujoso vestuario volvió a
ocupar el lugar de repositor de las ideas de Oswald. En este sentido fue fiel a
la concepción original con movimientos de masas muy bien realizados e
incorporando algún detalle de actuación más acorde a los tiempos actuales. Bien
pensadas y ejecutadas las coreografías de Alejandro
Cervera y adecuada la iluminación de Rubén
Conde. Con nervio y estilo perfecto se desarrolló la
versión musical a cargo de Carlos Vieu,
mientras que el Coro Estable que dirige Miguel Martínez fue uno de los
triunfadores de la velada. Latonia
Moore fue una protagonista de lujo como Aida por su notable
potencia, su registro homogéneo, su bello color y su sutileza interpretativa. El
tenor italiano Riccardo Massi fue un
adecuado Radamés que pudo interpretar el rol sin forzar la emisión en ningún
momento aunque se necesita en algún momento un tinte más heroico. Nadia
Krasteva como Ammeris fue una intérprete de fuste
tanto por su seguridad vocal como por su temperamento escénico. El bajo Roberto Scandiuzzi compuso un Ranfis de
voz pareja y potente en todo el registro denotando toda la autoridad que el rol
requiere. Con emisión irregular y algunos problemas de fraseo el Amonasro del
estadounidense Mark Rucker. Lucas Debevec Mayer en el breve rol del
Rey de Egipto se desempeñó con problemas de emisión y registro oscilante. Con
esmerada corrección fueron servidos los roles menores por Raúl Iriarte (Mensajero) y Marisú
Pavón (Sacerdotisa).
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