Massimo Viazzo
Opera-Musica Foto: Die Feen - Wagner - Théâtre du Châtelet, Paris - 04/2009(c) Marie-Noëlle Robert.
Sunday, November 11, 2012
Siegfried de Wagner en el Teatro alla Scala de Milán
Foto: Brescia & Amisano Teatro alla Scala
El director de escena belga Guy Cassiers con su equipe estable
trajo el tercer capitulo del Ring que se esta realizando en estos años en el
eje Milán-Berlín. Siegfried, la segunda entrega, mostró una clara continuidad
con lo que se ha visto anteriormente. Sobretodo con proyecciones echas siempre
con extrema elegancia y gusto. Se vieron
imágenes muy bellas, o mejor dicho, fragmentos de imágenes (hojas, viento,
fuego) proyectadas no solo en el fondo si no también sobre las instalaciones
que constituían la funcional escenografía.
Bien lograda y sugestiva, fue por ejemplo, la apertura del tercer acto
con Erda colocada bajo un amplio toldo, como también la caverna de Mime rodeada
de miles de astillas de los cuchillos rotos por Siegfried, o el dragón
personificado por mimos que accionaban sinuosamente una revoloteante tela. En
suma, sobre la escena todo palpitó y tuvo vida, logrando amplificar, sin caer
nunca en lo predecible o lo banal, la emoción que se vivía sobre el escenario
con los cantantes y en el foso con la Orchestra del Teatro alla Scala dirigida
magistralmente por Daniel Barenboim. Este director, supo captar los matices más
íntimos. Muy detallado fue por ejemplo, el acompañamiento de la Canción de la
Educación de Mime en el primer acto, como también fue muy sugestivo el pánico y
estupor del bosque en el segundo acto, y el enérgico estruendo de la herrería
de Siegfried en el final del primer acto, y ni que decir del despertar de
Brünnhilde. Barenboim logró encantar al público logrando graduar con precisión
milimétrica el esplendido crescendo de la sublime página wagneriana. Pasando a
los cantantes, Lance Ryan, en el
papel estelar, dominó la parte con convicción, y aunque su fraseo no pareció
ser tan fantasioso, supo delinear un Siegfried seguro y de buen volumen, pero
sobretodo creíble. Suntuoso fue el
desempeño vocal de Nina Stemme, que
fue sobresaliente, imperioso y de timbre
muy luminoso. Autoritario y de grato
color vocal fue el Wanderer de Terje
Stensvold, que ciertamente estuvo más a sus anchas en la zona aguda. Extraordinarias estuvieron los dos enanos:
Mime, personificado por el multifacético Peter
Bronder con infinitas tonalidades de carácter y de potente voz, y Alberich
al cual prestó su robusta y timbrada voz Martin
Kränzle. Anna Larsson (Erda) y Alexander Tsymbalyuk (Fafner)
completaron un elenco de óptimo nivel. Finalmente, el pajarillo de Rinnat Moriah mostró cierta dureza en
los agudos. El muy aplaudido espectáculo nos hace anhelar la representaciones
de Götterdämmerung el próximo mes de mayo, antes de la reposición, en el mes de
junio, del Ring completo.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.