Foto: Olympiade©Hana-Smejkalová
Suzanne Daumann
Las siguientes funciones de esta
maravillosa producción se realizaran en:
Opéra de Dijon,
Francia : 22 y 24 de mayo
Grand Théâtre du Luxembourg en
Luxemburgo: 4 y 5 de junio.
L’Olimpiade el
titulo de esta agradable opera (con libreto de Metastasio de 1733 compuesta por
varios compositores y estrenada en la versión de Mysliveček de 1778) es algo
engañoso ya que no trata sobre un evento deportivo, aunque tiene algo en su
trama, si no que trata de amor, muerte y decepción. El dios de Creta Clistene,
a quien el oráculo predijo que seria asesinado por su hijo, da la orden de que sea
abandonado en el mar. 25 años después el
mismo rey ofrece la mano de su hija al ganador de los juegos olímpicos. El Principe de Creta Licida, llega a Grecia
para ganar la competencia y a la princesa de quien esta enamorado, pero pide a
su amigo Megacle que compita en su lugar. Megacle acepta sin saber que Licida
pretende ganar la mano de la princesa Aristea, aunque Megacle y Aristea se
aman. Aparece Argene,
quien a su vez ama a Licida. Todas
estas historias de amor, lealtad amistad, fueron bien plasmadas en la música de
Myslivečk, que esta llena de espíritu y sorpresas. Uno de las características mas interesantes podría ser a la par de la
fuerza musical, la rica orquestación de
los recitativos accompanato y las
arias. Podría tratarse de una estructura barroca, pero el
lenguaje musical pertenece a la era clásica. Esta coproducción entre los Teatros
Nacional de Praga, de Caën, Dijon y Luxemburgo, unió todos los elementos para
crear un espectáculo perfecto. El Ensamble 1704 con su dulce y dorado sonido
fue guiado por Václav Luks quien
dio vida a la música llevando la partitura hacia las más complejas tonalidades,
hacia delante y hacia atrás cuando fue necesario para detenernos la
respiración, donde el amor y el miedo vibraron junto a los personajes en escena. El sobresaliente elenco de cantantes, domino
con maestría la exigente coloratura, dando vida y alma a los personajes, guiados
por la mágica dirección escénica de Ursel Hermann.
La escenografía de Hartmut
Schörghofer fue simple y efectiva: un piso verde oscuro de mármol, un
laberinto interno, algunos detalles cambiantes, rodeados de cortinas verdes
colgantes y un corredor. Fuertes símbolos como el fuego y el humo, simples y
coloridos vestuarios etc. Aquí, la obertura original de Myslivečk fue
sustituida por un extracto de su “Pasión de Cristo”, ilustrado en escena con la
aparición del coro de cuatro cantantes vestidos en verde, que fue un personaje
que observaba en silencio o participaba en escena dándole un toque mágico al
espectáculo. El sobresaliente tenor Jaroslav Březina interpreto el aria del tío de Licida
con voz generosa, sin esfuerzo en los pianissimos. Licida fue interpretado por Johannes Chum, y su hija Aristea fue
cantada por la hermosa soprano Simona
Houda-Šaturová. La soprano Raffaella
Milanesi, dio profundidad y energía a los conflictos de Megacle, y Argane
fue interpretado por Sophie Harms, soprano que cantó con abandono, amor y
enojo. El final feliz y la reunión familiar no ocurrio, y en vez del coro
original, cuya música desapareció, fue remplazado por un aria de Ezio de Gluck,
en el que Licida expresó sus sentimientos. Tehila Nini Goldstein, interpretó
con voz de soprano, al elegante y descuidado joven lleno de fuego y espíritu. Fue una deliciosa velada de agradable música, canto
brillante y cuestiones profundas pero sin respuestas.
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