Saturday, August 25, 2018

Concierto de Julia Lezhneva en el Palacio de Bellas Artes de México


Julia Lezhneva
Fotos: Instituto Nacional de Bellas Artes de México

Ramón Jacques

Mucho interés género el anunciado debut de la mezzosoprano Magdalena Kožená en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en el que ofrecería un programa conformado por arias de Handel. Lamentablemente, unos días antes del concierto la destacada interprete checa anunció que no se presentaría en México, y sin cancelar el concierto o reprogramar la fecha, el teatro se dio a la tarea de encontrar quien la sustituyera de ultimo minuto. La artista elegida fue la joven soprano rusa Julia Lezhneva, que, si bien no tiene el nivel de estrella que ha alcanzado Kožená, si dejó una grata y positiva impresión con el despliegue de pirotécnica vocal que exhibió. Escénicamente no muestra ser una artista expresiva o comunicativa, y por presencia luce más bien rígida e impasible, 
pero su destreza la compensa con la nitidez, claridad y agilidad que imprime en cada una de sus arias como en “De tempesta il legno infranto” de Giulio Cesare HWV17, o la admirable “Brilla nel anima” de Alessandro HWV 21.  Asimismo, logró conmover con la suavidad y la tersura con la que cantó el “Rejoice greatly” del Mesías HWV 56, y en ‘Lascia la spina” de Il Trionfo del tempo e del Dissingano HWA 46a. De esta ultima obra, ejecutó con ligereza, elasticidad y buena dicción, en la que quizás fue su mejor interpretación de la velada, el aria ‘Un pensiero nemico di pace’.  Para concluir, regaló una buena interpretación de la conocida ‘Agitata da due venti’ de La Griselda RV 718 de Antonio Vivaldi, y como bis, nuevamente Lascia la spina.  Lezhneva estuvo acompañada de la orquesta quebequense Les Violons du Roy, una agrupación discreta en su interpretación de música antigua, mecánica en su accionar, que no ofrece mucha variedad de colores como si una sensación de pesadez, y notables desfases, bajo la conducción de su director Bernard Labadie, quien ofreció un nivel francamente pobre. La orquesta en solitario ofreció las oberturas de Giulio Cesare, Agrippina y el Concerto grosso en re menor, Op. Num 5 HWV 5 y el Concerto grosso en si bemol mayor Op. 6 num, HWV 325 ambos del propio Handel.

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