Wednesday, July 31, 2019

Gianni Schicchi / Prima la musica por le parole - Teatro alla Scala


Foto: Brescia&Amisano - Teatro Alla Scala

Massimo Viazzo

Ambrogio Maestri fue la estrella del díptico que el Teatro alla Scala propuso antes de la pausa estival. Se trató de un díptico pensado ad hoc para el Progetto Accademia y estuvo compuesto por Gianni Schicchi y por el único acto de Antonio Salieri Prima la música poi le parole.  El “divertimento teatral” de Salieri fue un estreno en la Scala, mientras que para la obra maestra pucciniana se utilizó la conocida producción de Woody Allen, que se originó en Los Ángeles y que fue vista en Spoleto Italia hace diez años en.  La obra de Salieri esta basada en un libreto de Casti (de dramaturgia poco interesante) que narra el eterno desencuentro y rivalidad entre el musico y el poeta en el acto de componer una ópera. Maestri personificó al Maestro de capilla con argucia, ligereza de emisión, claridad de dicción y extrema atención al estilo recitativo; quien acompañado por tres jóvenes promesas de la Accademia del Teatro alla Scala, Ramiro Maturana (el poeta), Anna Doris Capitelli (Doña Eleonora) y Francesca Pia Vitale (Tonina), mantuvo la linea con gran personalidad en el espectáculo firmado por Grischa Asagaroff – agradable escena fija, dominada por enormes instrumentos musicales- y dirigido con precisión por Adam Fischer.  En Schicchi, Ambrogio Maestri desplegó todo el peso vocal que se le conoce como: grato color, facilidad de emisión y solidez en los agudos para crear un personaje que, arropado por la impostación artística de Allen, vistió como un boss malviviente de Nueva York.   Así, Maestri supo ser astuto, como también arrogante, sin salirse de la parodia. Sin embargo, Woody Allen permaneció atrapado en la caricatura en la que estuvo inmerso su producción “cinematográfica”, claramente inspirada en el cinema del neorrealismo italiano, con algunos clichés que representan a Italia y a los italianos en el extranjero.  En esta obra “coral” la contribución de la Accademia fue muy notable, comenzando por las voces femeninas: Francesca Manzo (Lauretta), Daria Cherniy (Zita), Marika Spadafino (Nella), Caterina Piva (La Ciesca); continuando con los hombres: Chuan Wuang (Rinuccio), Hun Kim (Gherardo), Gianluigi Sartori (Gherardino), Lasha Sesitashvili (Betto), Eugenio di Lieto (Simone), Giorgio Lomiseli (Marco), Ramiro Maturana (Spinelloccio), Jorge Martínez (Amantio), Hwuan An (Pinellino) y Maharkam Huseynov (Guggio).  La conducción de Fischer aquí careció de un poco de atmosfera y de cierto abandono y redondez Pucciniana que parecieron desvanecerse. 


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