Renzo Bellardone
La edición 2022 del Stresa
Festival, que se llevaba a cabo a la orilla del lago maggiore en la provincia
de Verbano-Cusio-Ossola en la región de Piamonte en el norte de Italia, propuso
una composición de Rossini, de la época menos lúdica del compositor. En el
Palazzo dei Congressi de Stresa se mejoró la acústica y, por lo tanto, fue
posible apreciar el refinamiento de los sonidos de los pianos históricos y el
armonio, ofrecido por todo el elenco. Durante sus vacaciones en Passy en 1863,
Rossini, quien en ese momento había abandonado la composición de óperas, y tras
el éxito triunfal de Guillermo Tell, se dedicó a la composición de música
sacra, como el célebre Stabat Mater,
precisamente la Petite Messe solennelle
así como los Pecados de vejez o [Peccati
di vecchiaia]. Con la composición de estas obras composiciones ya
anticipaba mucho el gusto y la escritura que vendrian. Sobre la Petite Messe Solennelle, escuchada en el
Palazzo dei Congressi de Stresa, destacamos la propuesta en versión original
para dos pianos y armonio con intérpretes internacionales y el excelente Coro
Ghisleri. La composición, considerada el testamento espiritual y musical de
Rossini, está basada en Bach y la escritura contrapuntística. Relevante fue la
presencia de instrumentos históricos: un Pleyel de 1855, uno de los favoritos
de Rossini, y un Erard de 1838, interpretado por el dúo excepcional compuesto
por Francesco Corti y Maria Shabashova. Ambos pianistas
estuvieron muy bien y en particular cabe destacarse el papel de Corti, junto a Deniel Perer en el armonio. El Coro
Ghisleri ya escuchado en otras ocasiones es siempre muy respetado y la
dirección de Giulio Prandi fue
mesurada, cuidadosa y minuciosa. En cuanto a las voces, podemos decir que
quedamos satisfechos: como con la soprano francesa Gabrielle Philiponet, quien se sumó al reparto como suplente de
último momento, la escuché por primera vez en esta ocasión y me impactó la por
la pureza de su voz, la claridad y la seguridad interpretativa que exhibió. Los
demás cantantes son nombres conocidos y ya escuchados en varias otras ocasiones
como José María Lo Mónaco quien
tiene un hermoso color con tonos profundos y redondos; y a Edgardo Rocha que
exhibió un timbre agradable con facilidad de emisión, mientras que para el bajo
chileno Christian Senn sólo puede
decirse que es siempre garantía de equilibrio y regaló una más que agradable
interpretación (como la que también fue escuchado tan solo tres días antes en
el papel de Jesús en La Pasión según
Mateo de Bach, en la apertura del Festival, y con la orquesta: Accademia
dell’Annunciata).
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