El presidente cubano, Raúl Castro, y la bailarina Alicia Alonso asistieron a
la reapertura del Gran Teatro de La Habana, renombrado en honor a la artista,
en una función que festejó los 95 años de la “prima ballerina assoluta” y el 57
aniversario de la Revolución cubana. Castro saludó familiarmente a Alonso y se
sentaron juntos en una sala totalmente renovada y con capacidad para 1 300
personas. En el discurso inaugural, se reconoció la trayectoria de la ex
bailarina y coreógrafa, considerada una de las mujeres más importantes de la
historia de Cuba, porque tras triunfar en EE.UU. regresó a la isla y ayudó a
fundar la “escuela cubana de ballet”. El Gran Teatro de La Habana “Alicia
Alonso” estrenó nuevo nombre en septiembre pasado, por un acuerdo del Consejo
de Estado cubano que decidió rendir tributo “de manera excepcional” a la
trayectoria de la ex bailarina, fundadora del Ballet Nacional de Cuba (BNC),
del cual es aún directora general. En Cuba no es habitual bautizar
instituciones o edificaciones con nombres de personalidades vivas. El edificio,
antiguo Centro Gallego de Cuba y una de las joyas de La Habana Vieja, recibió
durante tres años una restauración en la que se renovó la fachada, se amplió el
vestíbulo y se añadieron nuevos espacios como un café y una pequeña sala de
espectáculos. En la sala “Federico García Lorca”, sede de presentación habitual
del BNC, se instalaron nuevas lunetas y un moderno sistema de sonido y luces.
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