Johnny Teperman.
Con un elenco de excelentes voces y una producción brillante en todos sus aspectos, regresó al Teatro Municipal, tras 13 años de ausencia, la ópera 'Romeo y Julieta', del compositor francés Charles Gounod. Particularmente atractivas, resultaron las interpretaciones de los protagonistas, la soprano japonesa Eri Nakamura y el tenor rumano Teodor Ilincai, ambos con voces privilegiadas, todos bajo la dirección de escena del francés Jean Louis Pichon y el conductor orquestal franco canadiense Yves Abel.
'Romeo y Julieta 2013' Ninguna otra historia de amor ha logrado traspasar generaciones y formatos tanto como lo ha hecho la de 'Romeo y Julieta'. La pintura, la literatura, la música sinfónica, el ballet y la comedia musical han revivido el mito y, en 1867, Charles Gounod hizo lo suyo al convertir la tragedia de William Shakespearte en ópera. Desde su estreno en París, la obra ha cosechado innumerables éxitos y entre el 20 y el 30 de julio la obra ha retornado al Teatro Municipal de Santiago.
El tercer título de la Temporada 2013 presenta una nueva producción del director de escena francés, Jean- Louis Pichon –autor, entre otros, del premiado montaje de 'Diálogo de carmelitas' ofrecido en este escenario en 2005–, y con la dirección musical de Yves Abel quien ha debutado en nuestro país, tras exitosas presentaciones en el MET de Nueva York, la Ópera Estatal de Viena y la de Baviera, entre otras.
Dos artistas de ascendente carrera dan vida a la pareja de amantes más famosa del planeta. El rol de Romeo es interpretado por el tenor rumano Teodor Ilincăi,quien tras su debut en la Royal Opera House en 2009 ha destacado por su voz dulce y completa y por su técnica segura. Eri Nakamura, soprano lírica japonesa considerada una de las grandes promesas jóvenes de Convent Garden de Londres, interpreta el rol de Juliet "Ella es una mujer pequeña, con una sorprendente gran voz, proyectada con efectos que recuerdan a Mirella Freni. Eri impresiona en el ária "Je veux vivre" de Julieta". se comentó de la soprano asiática, tras su participación en la final del BBC Cardiff Singer of the World Competition.
El elenco internacional lo completaron virtuosos cantantes, entre ellos, Homero Pérez-Miranda, Gäelle Arquez y Marc Canturri.El reparto estelar fue encabezado por otra talentosa dupla, compuesta por el tenor estadounidense Zach Borichevskyy y la soprano chilena Paulina González, quienes compartieron escena con destacados artistas nacionales como Ricardo Seguel, Marcela González y Patricio Sabaté. Las funciones contaron también con el Coro del Teatro Municipal y la Orquesta Filarmónica de Santiago, todos dirigidos por el Maestro Abel, importante difusor dela ópera francesa en Estados Unidos.
La grandiosa partitura de Gounod, con libreto de Jules Barbier y Michel Carré, acentúa los aspectos amorosos de la pieza teatral. Los constantes encuentros de Romeo y Julieta –desde la dicha inicial hasta el mutuo encuentro con la muerte– dieron pie para cuatro maravillosos dúos, que se suman a las célebres arias solistas “Je veux vivre” de Julieta y “Ah! léve-tuoi soleil” de Romeo. En este sentido, la puesta en escena de Jean-Louis Pichon–cuya escenografía y vestuario fueron diseñados por el recientemente fallecido Frédéric Pineau–buscó resaltar que Romeo y Julieta es, ante todo, una tragedia.
“Poco importa que la historia se desarrolle en Verona, en Nueva York o en cualquier lugar del planeta, sea durante la Antigüedad, la Edad Media o la Edad Contemporánea. Lo que sí es relevante, y que explica las decisiones de una escenografía que evita la reconstitución histórica y el decorativismo muchas veces apreciado en la ópera, es que nada debe desviar la atención del espectador de lo que el mito de Romeo y Julieta viene comunicándonos desde hace siglos: la dimensión trágica de la condición humana”, expresa Pichon.
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