Tuesday, April 30, 2024

Ecce cor meum en Ferrara, Italia

Fotos: © Marco Casello Nirmal

Athos Tromboni

Fue un éxito previsible con el público, así como artístico. Así fue como se desarrolló y concluyó la velada (estreno nacional) dedicada al oratorio de Paul McCartney, Ecce cor meum, y a algunos éxitos internacionales de los Beatles, que terminó, esta vez no con el dominio de las guitarras eléctricas y la batería, sino dentro de la música de una orquesta y un coro de ópera. El Teatro Comunale "Claudio Abbado" llenó de espectadores, aplaudió calurosamente durante las pausas de un movimiento a otro del oratorio, y hubo aplausos aún más cálidos después de la ejecución de cada canción, por no decir el interminable aplauso con ovaciones al concluir oficialmente el concierto, tanto así, que el director de orquesta Lorenzo Bizzarri regaló dos bises para contentar al insistente público.  El oratorio de Paul McCartney, es el cuarto álbum de música de arte del musico y compositor británico, producido y orquestado por John Fraser.  En Ferrara se escuchó por primera vez en Italia, gracias también a la colaboración con la asociación Beatlesiani d'Italia. Lo interpretaron: la soprano Melissa Purnell y el director Bizzarri en el podio de la Orquesta Ciudad de Ferrara, el Coro Quadriclavio y el Coro de Niños "I piccoli musici" de Bérgamo, con arreglos musicales de Antonio Aiello y Cristina Zavalloni; quien debió haber sido también la "voz" de las canciones de los Beatles en la segunda parte del concierto titulado “Beatles greatest hits” que contenía la ejecución de algunas de las piezas más famosas de los “escarabajos” ingleses como: Fab Four, Yesterday, Hey Jude, Eleonor Rigby, Let it be.  En breve, el origen, la motivación y la composición de Ecce cor meum fueron estos; se trata de una tierna elegía que Paul McCartney dedicó a la memoria de su primera esposa; un momento de contemplación seguido de una renovada confianza en el futuro gracias a la fuerza del amor. Con texto en latín e inglés, el oratorio en cuatro partes: para voces solistas, orquesta, coro juvenil y adulto, le fue comisionado al celebérrimo bajista y compositor Beatle por el prestigioso Magdalene College de Oxford. El oratorio que fue estrenado en el 2006 le llevó más de ocho años de estudio, investigación y trabajo a McCartney, que se inspiró en el culto del Sagrado Corazón de Jesús y de una estatua de cristo en la iglesia neoyorquina de San Ignacio, en cuyos pies se encuentra la inscripción que da nombre al propio oratorio. Su primera ejecución en Estados Unidos, retransmitida en directo por radio, tuvo lugar ese mismo año en el Carnegie Hall con todas las entradas agotadas: junto a la St. Luke's Orchestra dirigida por Gavin Greenaway, y en el cual participaron la Concert Chorale de Nueva York el American Boychoir, con la soprano Kate Royal y el tenor Andrew Staples como solistas. En Ferrara (como en otras ejecuciones en directo en diversos teatros y salas de conciertos) se prefirió la versión sin intervención del tenor, confiando el canto solista únicamente a la soprano; que aquí fue la joven y talentosa Melissa Purnell quien cautivó al público, incluida a la Beatlemania “de hueso colorado", porque su voz lírica bien planteada, suave y potente, rica en resonancias y con un fraseo variado y nunca monótono, fue el verdadero valor añadido en toda la interpretación de Ecce cor meum. En el podio, el maestro Bizzarri estuvo verdaderamente impecable, y dirigió con confianza a la excelente Orquesta Città di Ferrara - entre los violines se encontraba también Marcello Corvino, director artístico del Teatro Abbado – y a los dos coros, el de adultos y el de voces blancas.  En la segunda parte de la velada se produjo el abandono de la música y cantante de jazz Cristina Zavalloni, debido a una repentina e inesperada (se ha dicho) disminución de la voz, según lo demostró un certificado médico. ¿Qué hacer pocas horas del inicio del espectáculo? Preguntarle a Melissa Purnell, y la joven y talentosa soprano aceptó. Claramente no se sabía todas las letras de memoria y cantó con la partitura en mano, pero literalmente salvó la velada. Por supuesto, para Eleanor Rigby, Let it be, Fab four etc. le faltó la agresividad de la rítmica propia de la ejecución (como también de ciertos covers) de la banda de rock, como también la agresividad vocal necesaria para hacer un rock "sinfónico" convincente. Pero Purnell logró hacerlo muy bien. Incluso la orquesta, a pesar de los tambores y percusiones claramente evidentes en la sección de instumentos, "suavizó" y un poco "diluyó" el resultado sonoro en términos de dinámica y presencia; al respecto cabe mencionar que el primer violín del conjunto (no mencionado en el programa de mano) estuvo muy bien cuando en algunas partes de las canciones se apoyó en el violín silencioso, electrónico y amplificado, lo que le dio un poco más de rock a la tinta sustancialmente suave de las ejecuciones.  Sin embargo, el público también disfrutó mucho de esta segunda parte sin Zavalloni, participando también con palmas rítmicas al compás de la música (animado por el propio director Bizzarri) e incluso cantando el estribillo de Hey Jude durante el bis, junto al coro.  Fue una óptima velada musical, precedida de otras iniciativas durante la tarde, todas ellas encaminadas a crear un auténtico "Beatles Day" con aroma de exclusividad. Y es - sin exagerar - una medalla más obtenida por el Teatro Municipal "Claudio Abbado" de Ferrara que en los últimos años ha escalado el ranking de los teatros tradicionales convirtiéndose en el primero en Italia por resultados (refiriéndose a público presente con entradas pagadas) y por la calidad artística de los espectáculos escenificados.




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