Athos Tromboni
Fue un
éxito previsible con el público, así como artístico. Así fue como se desarrolló
y concluyó la velada (estreno nacional) dedicada al oratorio de Paul McCartney,
Ecce cor meum, y a algunos éxitos internacionales de los Beatles, que
terminó, esta vez no con el dominio de las guitarras eléctricas y la batería,
sino dentro de la música de una orquesta y un coro de ópera. El Teatro Comunale
"Claudio Abbado" llenó de espectadores, aplaudió calurosamente
durante las pausas de un movimiento a otro del oratorio, y hubo aplausos aún
más cálidos después de la ejecución de cada canción, por no decir el
interminable aplauso con ovaciones al concluir oficialmente el concierto, tanto
así, que el director de orquesta Lorenzo Bizzarri regaló dos bises para
contentar al insistente público. El
oratorio de Paul McCartney, es el cuarto álbum de música de arte del musico
y compositor británico, producido y orquestado por John Fraser. En Ferrara se escuchó por primera vez en
Italia, gracias también a la colaboración con la asociación Beatlesiani
d'Italia. Lo interpretaron: la soprano Melissa Purnell y el director Bizzarri
en el podio de la Orquesta Ciudad de Ferrara, el Coro Quadriclavio y el Coro de
Niños "I piccoli musici" de Bérgamo, con arreglos musicales de Antonio
Aiello y Cristina Zavalloni; quien debió haber sido también la
"voz" de las canciones de los Beatles en la segunda parte del
concierto titulado “Beatles greatest hits” que contenía la ejecución de algunas
de las piezas más famosas de los “escarabajos” ingleses como: Fab Four,
Yesterday, Hey Jude, Eleonor Rigby, Let it be. En breve, el origen, la motivación y la
composición de Ecce cor meum fueron estos; se trata de una tierna elegía
que Paul McCartney dedicó a la memoria de su primera esposa; un momento de contemplación
seguido de una renovada confianza en el futuro gracias a la fuerza del amor. Con
texto en latín e inglés, el oratorio en cuatro partes: para voces solistas,
orquesta, coro juvenil y adulto, le fue comisionado al celebérrimo bajista y
compositor Beatle por el prestigioso Magdalene College de Oxford. El oratorio
que fue estrenado en el 2006 le llevó más de ocho años de estudio, investigación
y trabajo a McCartney, que se inspiró en el culto del Sagrado Corazón de Jesús
y de una estatua de cristo en la iglesia neoyorquina de San Ignacio, en cuyos
pies se encuentra la inscripción que da nombre al propio oratorio. Su primera
ejecución en Estados Unidos, retransmitida en directo por radio, tuvo lugar ese
mismo año en el Carnegie Hall con todas las entradas agotadas: junto a la St.
Luke's Orchestra dirigida por Gavin Greenaway, y en el cual participaron
la Concert Chorale de Nueva York el American Boychoir, con la soprano Kate
Royal y el tenor Andrew Staples como solistas. En Ferrara (como en
otras ejecuciones en directo en diversos teatros y salas de conciertos) se
prefirió la versión sin intervención del tenor, confiando el canto solista
únicamente a la soprano; que aquí fue la joven y talentosa Melissa Purnell
quien cautivó al público, incluida a la Beatlemania “de hueso colorado",
porque su voz lírica bien planteada, suave y potente, rica en resonancias y con
un fraseo variado y nunca monótono, fue el verdadero valor añadido en toda la
interpretación de Ecce cor meum. En el podio, el maestro Bizzarri estuvo
verdaderamente impecable, y dirigió con confianza a la excelente Orquesta Città
di Ferrara - entre los violines se encontraba también Marcello Corvino,
director artístico del Teatro Abbado – y a los dos coros, el de adultos y el de
voces blancas. En la segunda parte de la
velada se produjo el abandono de la música y cantante de jazz Cristina
Zavalloni, debido a una repentina e inesperada (se ha dicho) disminución de la
voz, según lo demostró un certificado médico. ¿Qué hacer pocas horas del inicio
del espectáculo? Preguntarle a Melissa Purnell, y la joven y talentosa soprano aceptó.
Claramente no se sabía todas las letras de memoria y cantó con la partitura en
mano, pero literalmente salvó la velada. Por supuesto, para Eleanor Rigby, Let
it be, Fab four etc. le faltó la agresividad de la rítmica propia de la
ejecución (como también de ciertos covers) de la banda de rock, como también la
agresividad vocal necesaria para hacer un rock "sinfónico"
convincente. Pero Purnell logró hacerlo muy bien. Incluso la orquesta, a pesar
de los tambores y percusiones claramente evidentes en la sección de instumentos,
"suavizó" y un poco "diluyó" el resultado sonoro en
términos de dinámica y presencia; al respecto cabe mencionar que el primer
violín del conjunto (no mencionado en el programa de mano) estuvo muy bien
cuando en algunas partes de las canciones se apoyó en el violín silencioso,
electrónico y amplificado, lo que le dio un poco más de rock a la tinta
sustancialmente suave de las ejecuciones. Sin embargo, el público también disfrutó mucho
de esta segunda parte sin Zavalloni, participando también con palmas rítmicas
al compás de la música (animado por el propio director Bizzarri) e incluso
cantando el estribillo de Hey Jude durante el bis, junto al coro. Fue una óptima velada musical, precedida de
otras iniciativas durante la tarde, todas ellas encaminadas a crear un
auténtico "Beatles Day" con aroma de exclusividad. Y es - sin
exagerar - una medalla más obtenida por el Teatro Municipal "Claudio
Abbado" de Ferrara que en los últimos años ha escalado el ranking de los teatros
tradicionales convirtiéndose en el primero en Italia por resultados
(refiriéndose a público presente con entradas pagadas) y por la calidad
artística de los espectáculos escenificados.
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