Wednesday, September 11, 2019

La Condenación de Fausto en el Colón de Buenos Aires


Fotos; Gentileza Prensa del Teatro Colón / Arnaldo Colombaroli.

Gustavo Gabriel Otero
Twitter;@GazetaLyrica

El Teatro Colón programó como homenaje a Hector Berlioz -en el 150º aniversario de su fallecimiento- su leyenda dramática en cuatro partes ‘La dammation de Faust’ (La condenación de Fausto) dentro de su Ciclo de Abono Sinfónico Coral. A pesar de lo cambios de elencos, los contratiempos y la falta de ensayos la versión fue digna y con calidad razonable para un teatro que hace años dejó de estar en los grandes circuitos internacionales. Anunciado el tenor Bogdan Volkov como Fausto fue reemplazado por Arturo Chacón Cruz, mientras que como Méphistophélès actuó Hernán Iturralde en lugar de Fernando Radó, a pesar de figurar éste artista como intérprete en los programas de mano. Como director musical se prometió a Ramón Tebar y sin dar explicaciones fue cambiado por Marc Piollet. Pero aquí vino el problema mayúsculo: el maestro francés abandonó los ensayos sin dar mayores explicaciones (los comentarios extraoficiales indican que no estaba de acuerdo con la cantidad de ensayos programados y con la calidad general de los cuerpos estables del Teatro).Piollet se fue y dejó en ensayo por la mitad. Con todos los artistas en el escenario el tenor intentó llegar al final de la jornada dirigiendo, como pudo y atento sus conocimientos musicales, el numeroso elenco. Inexplicablemente ninguno de los maestros internos ni los directores musicales con los que cuenta el Colón tomó la tarea sino que Srba Dinić -quien dirigirá el próximo título lírico y que ya estaba en 
Buenos aires un mes antes de la primera función de Don Pasquale, algo poco habitual en estos tiempos- se hizo cargo de concluir el último ensayo y salir con esa precariedad de preparación a ofrecer la función que de otra manera debería haberse cancelado. Con todo Srba Dinić cumplió una enjundiosa faena llevando a buen puerto una digna ejecución e insuflar en la Orquesta, Coro y solistas -con sólo el ensayo de la segunda parte- la confianza suficiente como para encarar una obra difícil y poco interpretada en Buenos Aires como lo es ‘La condenación de Fausto’ (se ofreció en los últimos cincuenta años sólo en 1988 y 2002 en el Colón). El tenor mexicano Arturo Chacón Cruz en el protagónico mostró belleza vocal y buenos recursos, además de intentar algunos momentos de actuación con pequeños gestos y cambios en su vestuario. Con la calidad acostumbrada Hernán Iturralde fue un Méphistophélès de perfectos acentos y con camisa roja para mostrar su personaje desde lo visual. Adriana Mastrangelo fue una muy correcta Marguerite y eficaz el Brander de Lucas Debevec Mayer en su breve intervención. Adecuado el Coro Estable del Colón preparado por Miguel Martínez dentro de la accidentada gestación de esta función así como el Coro de Niños en su intervención en el final.

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