Wednesday, August 31, 2022

Olivier Latry – Chiesa di S. Ambrogio – Stresa festival 2022


Foto: StresaFetival2022

Renzo Bellardone

Martedì 30 agosto 2022 nella chiesa di S. Ambrogio a Stresa è il momento della serata di organo e l’ organista in calendario per lo Stresa Festival è nientemeno che  Olivier Latry, che a soli  23 anni divenne  uno dei tre organisti titolari della Cattedrale di Notre-Dame di Parigi.

Olivier Latry – Chiesa di S. Ambrogio – Stresa festival 2022 – 30 agosto J.S. Bach, Fantasia e fuga in do min. BWV 537; Corale “O Mensch, bewein’ dein’ Sünde Groß” BWV 622; Fantasia in sol magg. (Pièce d’orgue) BWV 572 L. Vierne, Pièces en style libre op. 31: Légende; Scherzetto C. Franck, Pastorale op. 19; Troisième Choral in la min. O. Latry, Improvisation.

Come anticipato in incipit l’organista francese Latry è uno dei più celebri e abili organisti a livello internazionale, anzi è da molti ritento il più grande organista!  Il suo percorso ormai quarantennale, vanta importanti esibizioni, incisioni e prime mondiali. Talentuoso e profondo studioso oltre che interprete è anche compositore e proprio stasera abbiamo avuto modo di apprezzarne il valore. Il programma che abbiamo ascoltato è da considerasi molto vario e rivolto a pubblico eterogeneo, dal rigoroso ascolto di Bach a composizioni di Vierne ed in particolare di César Frank  in omaggio ai duecento anni dalla nascita, ma il brano che più mi ha entusiasmato è proprio l’Improvvisation  dello stesso Olivier Latry.Con l’interpretazione di ogni autore ha avuto modo di esternare tutte le sue abilità di creare entusiasmo, le agilità e la grande tecnica consolidatasi ormai nel tempo, ma con l’Iprovvisation ha genialmente offerto un brano contemporaneo ricco di “musica” interpretata con virtuosismo, rapidità e grande precisione per l’offerta di un suono molto pulito ed attrattivo. La Musica vince sempre.




Friday, August 26, 2022

Giuseppe Gibboni e Carlotta Dalia Stresa festival 2022

Foto: StresaFestival2022

Renzo Bellardone

Ancora una volta il fascino di uno dei laghi più belli al mondo ha colpito con la visuale dall’Isola Bella, al centro del lago. E poi la musica...

Giuseppe Gibboni e Carlotta Dalia Stresa festival 2022 – Isola Bella di Stresa 25 agosto N. PAGANINI, Sonata Concertata in la maggiore MS 2 dai Capricci op. 1: I, V, XV, XXI, XXIV N. PAGANINI / F. TÁRREGA, Variazioni sul Carnevale di Venezia M. CASTELNUOVO-TEDESCO, Capriccio n. XVIII N. PAGANINI, La Campanella

Tante sono le leggende che avvolgono la figura di Paganini, ad esempio quella del patto con il diavolo per ottenere fama ed abilità al violino..e poi ancora il detto ‘Paganini non ripete’ fatto comunicare a Carlo Felice in Torino che gli valse la cancellazione di diversi concerti. Venendo invece allo strabiliante  concerto proposto dal programma dello Stresa festival nella splendida cornice del lago al tramonto, le parole fanno fatica a fluire per descrivere tutte le emozioni. Di Giuseppe Gibboni si è già tanto sentito parlare e lo stesso Accardo (come riportato anche dalle note del festival), lo definisce “uno dei talenti più straordinari”. Praticamente è un tutt’uno con lo strumento che agilmente utilizza nei modi più strabilianti arrivando a dei saltelli con l’archetto che ben pochi sanno rendere con tanta efficacia. In duo con Carlotta Dalia si ha modo di apprezzare anche lei in accompagnamento e poi e direi soprattutto negli assolo virtuosistici e precisissimi. L’insieme è davvero spettacolare e considerato che il concerto era stato proposto dai giovani dello Stresa Festival (young)  sicuramente possiamo pensare che il festival ha un futuro...se i giovani hanno tanto sapere e gusto per scegliere e riconoscere interpreti così talentuosi. Ancora una parola è doverosa circa Gibboni e giusto ricordare i riconoscimenti ottenuti per le interpretazioni in particolare di Paganini, di cui indubbiamente diverrà, se già non lo è, interprete di riferimento….Le sue interpretazioni di Capricci e brani celeberrimi non hanno certamente fatto rimpiangere altri interpreti accreditati, anzi hanno aperto un mondo sulle virtuosistiche composizioni di Paganini. La Musica vince sempre

Thursday, August 25, 2022

Cecchina suonatrice di ghironda en Pesaro

Fotos: Luigi Angelucci

Roberta Pedrotti

Teatro Rossini de Pesaro. Parece que con la última fecha del Rossini Opera Festival el belcanto se fue de vacaciones en Pesaro para volver a hablar de ello dentro de unos meses, con las reincidencias de la muerte y nacimiento del genio. Pero no: la Orchestra Sinfonica G. Rossini impulsó una idea que el Rof lanzó a principios de los 2000, Il mondo delle farse [El mundo de las farsas], y que lamentablemente solo duró unos años dentro del festival Rossini. Lástima, porque el repertorio a redescubrir es inmenso y si en su momento, aunque sea por razones prácticas, se centraron en las farsas en un acto de las primeras décadas del siglo XIX. En realidad, entre los compositores contemporáneos de Rossini y que fueron opacados por su fama también hay mucho más en lo que trabajar.  De hecho, basta recorrer la programación del festival iL Belcanto Ritrovato, que tras una anticipación el verano pasado ahora se estrena oficialmente, para encontrarse con los más diversos títulos, quizás estrambóticos, serios o divertidos, históricos o literarios, o imaginativos, representados con arias, dúos, tríos o piezas instrumentales en varios conciertos en teatros aún menos conocidos de la región de las marcas. Sin embargo, la inauguración fue con una ópera. Una farsa, es decir un melodrama no necesariamente cómico, de duración limitada, necesidades escénicas moderadas y una compañía estándar (normalmente seis personajes, con un primero y segundo personaje femenino, una pareja de barítonos divertidos o geniales, un tenor amoroso, un posible bajo o segundo tenor). En estos términos parece una producción rutinaria, elegida precisamente por la relativa practicidad del montaje; en cambio, la Cecchina sounatrice di ghironda de Pietro Generali (edición crítica de Marco Beghelli con Lorenzo Nencini) es algo más complejo e interesante. Primero que nada, el libreto. En el mismo 1810 Gaetano Rossi lo escribió para Generali, mientras que al debutante Rossini le dio el de La cambiale di matrimonio, al que le siguieron colaboraciones para Tancredi y Semiramide. Treinta y dos años después, sin embargo, compondriá el libreto de Linda di Chamounix de Donizetti y, a primera vista, la asociación fue evidente: Cecchina es una montañesa que va a París, llega a un estado de riqueza y está enamorada de un joven de origen noble que desconoce, en ambas óperas se toca la ghironda [wheel fiddle o violín de rueda] instrumento de los montañeses migrantes en la ciudad. Salvo que el ghironda era también el instumento que utilizaban las prostitutas para atraer clientes y está claro que, bajo los velos de los versos, que el ascenso económico de la Cecchina se debe a tal actividad. Hay un aire de La Traviata, pero el vago aroma se convierte en una presencia innegable cuando se anuncia a un señor desconocido (el tío del tenor supuestamente pobre) que revindica el honor de la familia y al que Cecchina le indica con firmeza que: “No se acuerda más quien está en su casa”, o cuando la acusa de haber seducido al joven para robarle dinero, y revela haber preparado todo para cederle sus posesiones. Paralelismos realmente impresionantes, antes de que nacieran el hijo de Dumas y el propio Verdi. También hay un indicio de Manon Lescaut, en la redada de la policía para detener a la mujer acusada de ser una prostituta estafadora. En cambio, el final, viene de Goldoni: el topos dell’agnizione que es tan antiguo como el teatro, pero no puede escapar el reconocimiento de ser hija de un marqués de Cecchina que es una calca de la baronesa de la homónima Buona Figliola musicalizada por Duni y Piccinni. Y ojo, si Goldoni se refiere a la Pamela de Richardson es precisamente en este punto en el que se aparta de la novela inglesa, al no poder admitir -como expresa explícitamente en el prefacio del libreto- que un noble conviva con un burgués. En definitiva, Cecchina representa un modelo narrativo que viene de lejos, y refleja una actualidad escabrosa, que da lugar al desarrollo de diversos temas individuales. En el arte nada se crea y nada se destruye, pero se reconoce como genio a quien logra captar los materiales existentes e iluminarlos con nueva una nueva luz. Esto discurso también es válido en la música, como también lo muestran las piezas que abren la velada: la sinfonía de la Testa meravigliosa nos muestra que Pietro Generali ya conocía y usaba la técnica del crescendo, aunque sin poseer la incisividad que hacía parecer a Rossini como un revolucionario. El aria de la Pamela nubile (casualmente...) también de Generali nos devuelve al clima larmoyant o lloroso que, precisamente, en la ópera italiana emerge en la Cecchina de Piccinni y llega también a través de La gazza ladra, Linda di Chamounix y de La sonnambula a Luisa. Miller y a La traviata. Al final, se escucha la romanza de Pierotto da Linda di Chamounix  “Cari luoghi ov'io passai” con la mezzosoprano Nutsa Zakaidze acompañada por la ghironda de Francesco Giusta.  

Con la aproximación a una situación similar al aria de Cecchina, también tenemos la comparación sonora entre el verdadero instrumento y la estratagema de Generali para evocarlo: naipes (aquí trozos de papel pergamino) entre las cuerdas de los violines y las teclas de los instrumentos de viento fueron utilizadas a modo de percusiones. Los golpes de arco en Il Signor Bruschino quizás no sean un caso tan aislado y las vanguardias más recientes no surgen de la nada: una vez más, no es la originalidad absoluta de la cosa lo que importa, sino el cómo. Despues nos damos cuenta de esto de una manera muy concreta con la farsa, que todavía no conoce las formas codificadas por Rossini de allí a unos años, aunque habla un lenguaje muy cercano. Inmediato y muy difícil, si se quiere por la representación teatral de los recitativos (al fortepiano, Claudia Foresi) y declamados muy largos, o si se quiere, por la extensión de las piezas de conjunto (el final hace pensar en Le Nozze di Fígaro), o por una escritura insidiosa, plena de difíciles coloraturas (¿Quién dice todavía que fue Rossini quien las escribió íntegramente por primera vez?) o insistentes en tesituras incómodas. Daniele Agiman hizo un óptimo trabajo para hacer justicia a la teatralidad del texto y al mismo tiempo guiar a la Orchestra Sinfonica Rossini en un terreno experimental a menudo minado para apoyar en un reto que no es para todos, a los cantantes que fueron elegidos por Ernesto Palacio en colaboración con la Accademia Rossiniana Alberto Zedda y la Accademia lirica de Osimo. Sobresalió la protagonista, Iolanda Massimo, que tiene una voz teatral, timbrada y presente, pero también capaz de plegarse a complejas figuraciones de virtuosismo, de asumir un compromiso nada breve y manejar los diversos registros expresivos, incluso en la cuerda emotiva. También estuvo muy bien Paolo Ingrasciotta (el consejero, pretendiente amistoso de Cecchina), casi siempre en escena y ni siquiera premiado con una aria, pero muy ocupado en los partes en conjunto y como actor omnipresente en los recitativos (incluso con grandes partes habladas). Ramiro Maturana delineó con buen canto y eficaces intenciones a Andrea, el hermano de Cecchina, especialmente en la aria donde alaba las bondades de la vida en la montaña sorbiendo su café. Pierluigi D'Aloia ofreció como Enrico, el amante de la protagonista, una prueba in crescendo en un papel también insidioso, extensa en agudos con un aire muchas veces heroico, mostrándose cada vez más sólido en la evidente mejoría que hemos percibido. en los últimos meses, desde su participación en Il Signor Bruschino en Bolonia hasta La Cenerentola para niños de AsLiCo [Associazione Lirica e Concertistica]. La mezzosoprano Anya Pinto dio vida a la sirvienta Fiorina, convencida de irse a las montañas casándose con Andrea; el bajo Alan Starovoitov es un efectivo duque de Rosmond (alias, Germont padre, ante litteram). La dirección escénica de Davide Garattini Raimondi jugo en el meta teatro: durante la sinfonía un grupo de jóvenes decide montar la farsa de Generali con lo que tienen a su disposición, de hecho, los trajes provenían de los almacenes del Rof y Massimo, la protagonista, llevaba el vestido que una vez perteneció a Jessica Pratt en Adelaide di Borgogna. Todo fue sobre ruedas, quizás apretando un poco el botón de la comedia con respecto al larmoyant o apoyándose en el movimiento de tres figurantes bailarines, pero optimizando así recursos y tiempos, para que el resultado fuera un gran éxito, que involucra también a los alumnos de la Art School Mengaroni, quienes colaboraron en los sets y los videos. No hay nada más hermoso, para un festival recién nacido, que sacar a la luz un texto que llevaba ciento noventa y nueve años enterrado y lograr convencer al público, despertar interés, hacerle pensar que todo valió la pena. Y, por tanto, de corazón, ¡larga vida al IL Belcanto Ritrovato!

Recensione in italiano:





Petite Messe Solennelle de Rossini en Stresa, Italia

Foto: Stresa Festival

Renzo Bellardone

La edición 2022 del Stresa Festival, que se llevaba a cabo a la orilla del lago maggiore en la provincia de Verbano-Cusio-Ossola en la región de Piamonte en el norte de Italia, propuso una composición de Rossini, de la época menos lúdica del compositor. En el Palazzo dei Congressi de Stresa se mejoró la acústica y, por lo tanto, fue posible apreciar el refinamiento de los sonidos de los pianos históricos y el armonio, ofrecido por todo el elenco. Durante sus vacaciones en Passy en 1863, Rossini, quien en ese momento había abandonado la composición de óperas, y tras el éxito triunfal de Guillermo Tell, se dedicó a la composición de música sacra, como el célebre Stabat Mater, precisamente la Petite Messe solennelle así como los Pecados de vejez o [Peccati di vecchiaia]. Con la composición de estas obras composiciones ya anticipaba mucho el gusto y la escritura que vendrian. Sobre la Petite Messe Solennelle, escuchada en el Palazzo dei Congressi de Stresa, destacamos la propuesta en versión original para dos pianos y armonio con intérpretes internacionales y el excelente Coro Ghisleri. La composición, considerada el testamento espiritual y musical de Rossini, está basada en Bach y la escritura contrapuntística. Relevante fue la presencia de instrumentos históricos: un Pleyel de 1855, uno de los favoritos de Rossini, y un Erard de 1838, interpretado por el dúo excepcional compuesto por Francesco Corti y Maria Shabashova. Ambos pianistas estuvieron muy bien y en particular cabe destacarse el papel de Corti, junto a Deniel Perer en el armonio. El Coro Ghisleri ya escuchado en otras ocasiones es siempre muy respetado y la dirección de Giulio Prandi fue mesurada, cuidadosa y minuciosa. En cuanto a las voces, podemos decir que quedamos satisfechos: como con la soprano francesa Gabrielle Philiponet, quien se sumó al reparto como suplente de último momento, la escuché por primera vez en esta ocasión y me impactó la por la pureza de su voz, la claridad y la seguridad interpretativa que exhibió. Los demás cantantes son nombres conocidos y ya escuchados en varias otras ocasiones como José María Lo Mónaco quien tiene un hermoso color con tonos profundos y redondos; y a Edgardo Rocha que exhibió un timbre agradable con facilidad de emisión, mientras que para el bajo chileno Christian Senn sólo puede decirse que es siempre garantía de equilibrio y regaló una más que agradable interpretación (como la que también fue escuchado tan solo tres días antes en el papel de Jesús en La Pasión según Mateo de Bach, en la apertura del Festival, y con la orquesta: Accademia dell’Annunciata).




Wednesday, August 24, 2022

Petite messe solennelle- Stresafestival 2022


Foto: StresaFestival 2022

Renzo Bellardone

Allo Stresa Festival viene proposta una composizione rossiniana e del periodo meno giocoso del compositore. Al Palazzo dei Congressi è stata migliorata l’acustica e quindi si è potuto apprezzare le raffinatezze dei suoni dei pianoforti storici e dell’Harmonium, oltre che dell’insieme offerto.

Petite messe solennelle- Stresafestival 2022 – Palacogressi Stresa 23 agosto Gabrielle Philliponet , soprano José Maria Lo Monaco, alto Edgardo Rocha, tenore Christian Senn, basso Francesco CortiMaria Shabashova, pianoforti Deniel Perer, harmonium Coro Ghislieri Soprani: Argentieri Valentina, Mara Corazza, Son Jiyeong, Anna Piroli. Alti: Giulia Beatini, Camilla Biraga, Isabella di Pietro, Maria Chiara Gallo. Tenori: Raffaele Giordani, Massimo Lombardi, Matteo Magistrali, Simone Milesi. Bassi: Matteo Bellotto, Renato Cadel, Sergio Ladu, Filippo Tuccimei. Giulio Prandi, direttore

Durante la villeggiatura a Passy nel 1863 Rossini, abbandonata la scrittura di opere liriche e dopo il trionfale successo del Guglielmo Tell, si dedica alla composizione di musica sacra, celebri lo Stabat Mater ed appunto la Petite Messe solennelle oltre ai Peccati di vecchiaia. Con queste composizioni anticipa notevolmente il gusto e la scrittura che verrà. A proposito della Petite Messe Solennelle, ascoltata al Palazzo dei Congressi di Stresa, rileviamo la proposta nella versione originale per due pianoforti e harmonium con interpreti di portata internazionale e l’eccellente Coro Ghisleri, diretto da Giulio Prandi.  La composizione considerata il testamento spirituale e musicale di Rossini si rifà a Bach ed alla scrittura contrappuntistica. Di tutto rilievo la presenza di strumenti storici: un Pleyel del 1855, tra i preferiti di Rossini, e un Erard del 1838, suonati dal duo d’eccezione: Francesco Corti e Maria ShabashovaI due pianisti sono stati davvero bravi ed in particolare da rilevare il ruolo di  Corti, unitamente a Deniel Perer all’Harmonium. Il Coro Ghisleri già ascoltato in altre occasione è sempre di tutto rispetto e la direzione di Giulio Prandi è misurata, attenta e meticolosa. Per quanto riguarda le voci si può dire di essere soddisfatti: il soprano Gabrielle Philiponet, entrata in cast in sostituzione dell’ultimo momento, l’ho ascoltata per la prima volta in questa occasione e sono rimasto colpito dalla purezza della voce, dalla limpidezza e dalla sicurezza interpretativa. Gli altri cantanti sono nomi conosciuti e già ascoltati in diverse altre occasioni: José Maria Lo Monaco ha un bellissimo colore dai toni profondi e arrotondati; Edgardo Rocha espone un gradevole timbro e facilità all’emissione, mentre per Christian Senn si può solo dire che sia sempre una garanzia di equilibrio e interpretazione più che gradevole (Sentito anche nella Passione secondo Matteo di Bach in apertura di Festival). La Musica vince sempre.




 

Tuesday, August 23, 2022

Signum Saxophone Quartet Stresa Festival 2022

Foto: StresaFestival2022

Renzo Bellardone

Tra le storiche location all’aperto dello Stresa Festival e di tutto rilievo è la Loggia del Cashmere sull’Isola Madre. La Musica da sola è un qualcosa di misterioso che penetra gli animi, quando poi la si ascolta dal vivo, tra gli alberi ed i prati curati, fiori e magari avvolti da una gradevole brezza lacustre….assicuro che il tutto è un grazie alla vita !

Signum Saxophone Quartet Stresa Festival 2022- Isola Madre 21 agosto The Alchemy of Folk A. Dvořák, Quartetto per archi “Americano” in fa magg. op. 96 (arr. Signum) G. Ligeti, Sei bagatelle (arr. Guillaume Bourgogne) A. Vivaldi, Concerto “La Tempesta di Mare” op. 10 RV 433 (arr. Signum) G. Lago, Ciudades per quartetto di saxofoni B. Bartók, Danze folkloriche rumene Sz. 56 (arr. Signum) P. Marzocchi, Albanian Folk Song (arr. Signum

Il sito dello Stresa Festival, circa il concerto in oggetto recita: “Oltrepassare i confini del genere classico è da sempre d’ispirazione per il Signum Saxophone Quartet. Farlo senza alcun compromesso artistico o musicale, un imperativo. È senz’altro questo che ha spinto l’autorevole quotidiano tedesco Süddeutsche Zeitung a sottolineare come il Signum si ponga allo stesso livello dei più prestigiosi quartetti d’archi del momento, definendoli amichevolmente “I favolosi 4”. “...” The Alchemy of Folk è l’ultima invenzione del laboratorio musicale di Signum: con il pregevole suono dei loro strumenti il Quartetto rende omaggio a Vivaldi, Mozart, Bartók… Da sempre alla ricerca della perfezione e di un’impeccabile fusione del suono, Signum crea un elisir di musica (folk) mai ascoltato e molto personale” Effettivamente una sorpresa e direi una gradevolissima sorpresa: Su  un piatto di divertente e dotta leggerezza, la Musica colta e strutturata è stata offerta come fosse un delizioso piatto da gustare sorridendo. Il programma offerto è davvero di facile ascolto: parte da  Dvořák con il quartetto scritto nel periodo americano, quindi dello stesso tempo del “nuovo mondo” e con il suono dei sax è risultato davvero eccezionale. Scevro da atteggiamenti competenti, che da semplice appassionato non detengo,  assicuro che con Ligeti i colori intriganti e le esplosive dissonanze hanno centrato il bersaglio della piacevolezza d’ascolto. Vivaldi è stato trasmesso brillantemente e poi la sorpresa per me, di Lago avvolto dall’essenza del canto implorante con frasi ricorrenti che si spegne in un afflato, poi  seguito da ‘Addis Abeba’ molto ritmato e descrittivo. La conclusione con i brani di Paolo Marzocchi ha fatto rivivere le atmosfere dei canti e delle danze albanesi suonate e ballate alle feste multicolori e vivide di allegrezza. Un plauso agli interpreti brillanti e coinvolgenti, o meglio ancora direi trascinanti. La Musica vice sempre.



 

 

Monday, August 22, 2022

Passione secondo Matteo Stresa Festival 2022

Foto: Stresa Festival2022

Renzo Bellardone

«Certamente il punto di inizio di ogni composizione bachiana è già altissimo. E tutto il resto non dovrà che mantenersi alla medesima altezza. Quindi, se vorremo scegliere un’immagine per la direzione della sua musica non credo ci sia nulla di più adatto che una retta orizzontale […] Quindi l’ascoltatore ritrova in sé, prevedendolo punto per punto, il cammino che percorrerà la musica fino alla sua conclusione, di solito necessarissima. Questa è arte, anzi, sarei tentato a dire, Natura». Pier Paolo Pasolini

Passione secondo Matteo Stresa Festival 2022-Convention Center 20 agosto Vincenzo Capezzuto, Evangelista Christian Senn, Jesus Isabella De Massis, Testis 1 Carlotta Colombo, soprano Isabella De Massis, alto Massimo Lombardi, tenore  Giacomo Nanni, basso Roberto Ardigò, direttore del coro Ars Cantica Choir Marco Berrini, maestro del coro Accademia dell’Annunciata Riccardo Doni, cembalo e direzione musicale


Bella l’idea di far precedere il  Concerto da una conversazione di Luca Mosca, certamente uno degli esperti più accreditati di Bach. L’incontro è risultato molto piacevole e divertente infatti Mosca è riuscito a traslare argomenti importanti e non sempre facili con grande semplicità e di facile accesso anche per l’ascoltatore più sprovveduto; il relatore ha suonato il pianoforte, ha cantato, ha imitato, interpretato ed esposto le sue convinzioni sulla musica canzonettistica moderna raffrontata alla genialità di Bach espressa anche in questa Passione secondo Matteo che aveva ispirato Pasolini ed a cui è ispirata parte del Festival ed anche la Passione. La composizione bachiana è sempre uguale, in quanto sempre altissima e ricca di innovazione e di ‘colpi di scena musicali’ L’ascolto porta sempre ad immedesimarsi in una sconvolgente contemporaneità nonostante sia stata eseguita a Lipsia per la prima volte nel 1727. Venendo allo strepitoso successo della Passione eseguito nel rinnovato Palazzo dei Congressi per l’inaugurazione della seconda parte dello Stresa Festival, possiamo dire che tradizione e ricerca  trovano un connubio ideale per celebrare la tradizione in chiave moderna e nel ricordo di Pasolini; la neo produzione si ispira infatti al primo film di Pasolini ovvero Accattone, dove l’autore riporta le sue precedenti esperienze di scrittore e di vita vissuta e conosciuta. La narrazione di Accattone si conclude con un piccolo furto che porta il protagonista a fuggire in moto, ma il destino scritto fin dall’inizio si compie e Accattone muore: “Ora sto bene” sono le ultime sue parole. Bach secondo un aforisma è la dimostrazione dell’esistenza di Dio e anche Pasolini aveva scelto la sua musica appunto per Accattone. Inevitabile la similitudine con la narrazione del vangelo secondo Matteo dove il destino si compie come come le scritture dei profeti avevano previsto. Il narratore/Evangelista a piedi scalzi si muove su una piccola scalinata a piedi nudi, come un accattone ed entra in scena a luci spente in una corsia parallela a quella in cui entra in contemporanea Gesù: il narratore e il protagonista sacrificale entrano insieme, in parallelo, ma con la distanza evidente tra chi racconta e chi vive la tragedia salvifica. Ognuno degli interpreti è in ruolo e tratteggia il personaggio o i vari personaggi affidati con caratterizzazione e determinazione e riescono nella non facile impresa di trasformare la composizione in una quasi Opera semiscenica; la linearità dei movimenti, studiati a significare  i vari momenti della drammaturgia  sono amplificati da vocalità interessanti.  Il coro è dominante e crea l’atmosfera di attesa e di dolore con colori ed emozioni di forte impatto.   Si potrebbero citare uno ad uno i vari attori della realizzazione, ma il mio sentire mi ha portato a cogliere l’insieme, la coralità e il desiderio di ‘riuscire insieme’. La Musica vince sempre.




Saturday, August 20, 2022

El Elixir de Amor en Seattle

Fotos: Sunny Martini

Ramón Jacques

La ópera de Seattle es el único teatro estadounidense cuyas temporadas comienzan en el mes de agosto, justo a la mitad del verano, cuando aún se lleva a cabo la temporada de festivales musicales y líricos en otras regiones del país. Mucho han cambiado las cosas desde que dejará la dirección del teatro el célebre Speigth Jenkins, quien convirtió a Seattle en un importante centro de producción operística Wagneriana, y en cuya gestión era normal ver el Anillo de los Nibelungos o Parsifal como primera producción del año, o incluso alguna ópera de Strauss,  y aunque en esta temporada está prevista una producción de Tristán e Isolda, parece que el teatro dejó de ser la cita anual para los Wagnerianos en Norteamérica que fue, porque mirando hacia el futuro, se sabe que la compañía no tiene previsto hacer otro Anillo. Parecería entonces que iniciar con una producción de El Elixir de Amor de Donizetti, aleja al teatro del nombre y el prestigio que tantos años le llevó forjarse, y da para pensar cual será el objetivo o la misión que tendrá en la actualidad un teatro de esta importancia.  De ninguna manera se intenta menospreciar una obra tan conocida y agradable, que difícilmente puede dejar al público insatisfecho como es Elixir, sino que hay que entender que los teatros, aun los más sólidos como Seattle, al día de hoy siguen sintiendo los estragos de los años de pandemia, y aunque no es labor de quien escribe consignar la cantidad de butacas vacías vistas en la función que le ocupa, si es una señal y parámetro de que las cosas no se han recuperado en su totalidad, y por ello se debe destacar la meritoria labor de quienes, ante las adversidades, siguen manteniendo vivos y funcionando los teatros de ópera.  En lo que respecta a la producción vista, el teatro le encomendó el montaje al director Stephen Lawless, quien ya tuvo éxito en el pasado explorando las posibilidades cómicas, románticas, actorales y dramáticas que le permite esta obra, y tal como lo hiciera en 1996 cuando situó la obra en un ambiente bucólico, con un montaje que circuló por diversos teatros de Norteamérica; sin perder la gracia, la chispa y el buen gusto -con la ayuda del diseñador y vestuarista Ashley Martin-Davis, y el buen trabajo de iluminación de Thomas C. Hase, trasladó la acción a un pequeño pueblo italiano en los años 1940, en la segunda guerra mundial,  donde Adina se desempañaba como maestra de escuela, Nemorino era  un mecánico de coches que trabajaba en su taller, y Belcore, era el militar estadounidense que con su ejército llegaba al pueblo. Con espectaculares que anunciaban aceite de oliva, elegantes y coloridos vestuarios de acuerdo a la época, y brillante iluminación, en una propuesta visualmente muy estética, hizo su entrada el bien vestido, charlatán, y con facha de mafioso, Doctor Dulcamara, que fue interpretado de manera destacada por Luca Pisaroni, Muy seguro en escena, mostró una voz segura y amplia, y con sus habilidades cómicas, hizo que dar vida a su parte pareciera algo muy fácil.  La soprano Salome Jicia, dio carácter y personalidad al personaje de Adina, mostrando soltura en sus movimientos y actuación, sin conformarse a repetir los clichés del personaje caprichoso y voluble que se suele ver en escena.  Agradó por la calidez, el color, y el manejo virtuoso que exhibió con su elástica y flexible voz. El joven tenor cubano-americano Andrés Acosta, dio vida a un ideal Nemorino por su juvenil apariencia y chispa, mostrando buena química con Adina y una interesante voz, colorida, de buena textura y adecuada proyección. Rodion Pogossov, fue el Sargento Belcore, complaciente, aunque sobreactuado por momentos, pero con una amplia y agradable voz de barítono.  Buen trabajo escénico y vocal el de Tess Altiveros en el papel de Giannetta. En su debut estadounidense Giampaolo Bisanti ofreció una lectura vivaz y detallada de la efervescente orquestación de Donizetti, exhibiendo conocimiento y buena coordinación, con los músicos, cantantes en el escenario y con el coro, que bajo la dirección de Michaella Calzaretta se mostró participativo, uniforme y nada forzado, en una función que en términos generales nunca perdió el impulso. Por último, mencionar el uso de autos y motonetas en escena, así como en el final cuando los protagonistas se retiraban en un auto en una escena que bien pudo haber sido tomada de la película Vaselina (Grease).



Friday, August 5, 2022

Jakub Józef Orliński en San Pablo, Brasil

Foto: Ale Dupont.

Fabiana Crepaldi 

Del amante que se duerme en la lejana montaña, del amor que no perdona a los que juegan con él, del amor despiadado, del amor que traiciona, del amor que hace llorar, del amor eterno, y del amor autoritario. La ópera barroca desde la Venecia de Cavalli hasta el Londres de Handel fue lo que presentó seductoramente al público paulista el excelente contratenor polaco Jakub Józef Orliński junto a la también excelente agrupación Il Pomo d'Oro. El memorable concierto, que tuvo lugar en la Sala São Paulo, este inicio de mes de agosto, celebró 110 años de la asociación Cultura Artística. El concierto estuvo originalmente programado para agosto del año pasado, pero tuvo que cancelarse debido a la pandemia. Ahora, por suerte, Orliński e Il Pomo d'Oro llegaron a Brasil. Es increíble lo rápido que despegó la carrera de Orliński. En 2017 se graduaba en la Julliard School de Nueva York y, ese mismo año, debutó profesionalmente como Orimeno, en el Festival d'Aix-en-Provence, en la bella producción de Erismena, de Cavalli, con el director Leonardo García Alarcón y su Capella Mediterranea (que también han estado aquí gracias a Cultura Artística). A sus 32 años, el cantante se ha presentado en los teatros más importantes del mundo.  La asociación entre Orliński e Il Pomo d'Oro ha dado sus frutos desde el 2018 y como resultado han salido tres álbumes: Anima Sacra (2018), con arias barrocas de compositores de la escuela napolitana, Facce D'Amore (2019) y Anima Aeterna (2021), todos en Erato, sello con el que el artista tiene contrato en exclusiva. En el 2020, Orliński e Il Pomo d’Oro iniciaron una gira mundial con el concierto que finalmente llegó a la Sala São Paulo, basado en el programa de Facce D’Amore. Como en “El Banquete” de Platón, el contratenor aceptó la invitación de Sócrates y se propuso definir el amor en la ópera barroca. Lo hizo exponiendo sus diferentes rostros, sus diferentes fases, a través del discurso de diversas composiciones de los siglos XVII y XVIII. Como no podía ser de otra manera, inició su presentación con el amor de Endimione por la diosa Diana en La Calisto de Francesco Cavalli, icono de la ópera en Venecia. ¡Si la ópera – este amor nuestro! – nació en Mantua con Monteverdi, pero fue en Venecia donde creció y apareció. Endimione, en lo alto de la montaña, sintiéndose cercana a Diana, está a punto de dormirse: su amor es sereno, y Orliński lo tradujo con extrema poesía y delicadeza. A este amor sereno y profundo se añade el extremo opuesto: Eliogábalo, el emperador que no tenía buena reputación, una especie de antecesor operístico del duque de Mantua de Rigoletto. 

Con música más ligera, advierte Eliogábalo, en la ópera homónima de Giovanni Antonio Boretti, que quien juega con amor, juega con fuego. El artista aqui supo dar, en la justa medida, el contraste entre las dos situaciones. Su voz precisa y bien controlada, y sus agudos son delicados. Su transición de registro de agudo a grave es sorprendentemente homogénea, y sus graves tienen buen peso. Además, su dicción es clara, por lo que el texto es perfectamente comprensible. En resumen: posee una técnica impecable. Por si la calidad vocal fuera poco, tiene una presencia escénica no sólo amable y cautivadora, sino teatral, sin perder su naturalidad. Su aspecto es de un modernismo repleto de clase y estilo. De principio a fin se pudo comprobar el dominio técnico del contratenor, pero Infelice mia costanza, de Bononcini, fue un momento de especial refinamiento, con un hermoso y controlado crescendo al cantar “Infelice mia costanza, / sventurata fedeltà”, en escala ascendente, y una generosa messa di voce.  Tampoco podían faltar momentos de virtuosismo, de improvisación barroca: estos llegaron en Che m’ami ti prega, de la ópera Nerone, de Giuseppe Maria Orlandini. Con buenas coloraturas, creatividad y buen humor, Orliński encarnó al emperador Nerón, quien ordena a Popea amarlo y reinar con él, en los términos: “¡El emperador Nerón te pide que lo ames, te ordena reinar!”. No todas las pistas del CD formaron parte del concierto. En el disco, Che m’ami ti prega está precedida por Otton, qual portentoso fulmine… Voi che udite, recitativo y aria de la ópera Agrippina, de Handel, dando dos visiones de una misma historia de dos compositores diferentes. De Handel, como en la parte de Agrippina, también se suprimió la gran escena de Orlando e pena tiranna, cuya melodía es bastante familiar. El CD ya está compuesto, en gran parte, por arias poco conocidas y nunca antes grabadas, y en la selección para el concierto se eliminaron las pocas que eran más familiares. Claro que a los amantes del barroco nos hubiera gustado escucharlas enteras, una hora y cuarto de música, pero como era necesaria una selección, más en un concierto que empezó a las nueve de la noche, fue muy interesante. elección. Más que eso, fue una elección hecha por quienes confían en la música que hacen, y saben que su música despierta interés por la calidad y el refinamiento, no por el apelo a la memoria. En los bises, Orliński e Il Pomo d'Oro mantuvieron el patrón y no presentaron arias para que el público las tarareara, sino dos piezas que crearon un contraste intrigante. Primero, el delicado legato de Alla gente a Dio diletta, de Francesco Nicola Fago, de su disco Anima Sacra, y luego las coloraturas de Agitato da fiere tempeste, de la ópera Riccardo I, ré d’Ingilterra, de Handel. Il Pomo d’Oro, además de ser uno de los grupos más importantes de su género, es un viejo conocido del público paulista: ya que ha sido asiduo visitante del escenario de la Sala São Paulo, gracias a Cultura Artística. El grupo estuvo encabezado por otro joven prodigio: Maxim Emelyanychev, su director y clavecinista. Con tan solo 34 años, Emelyanychev forma parte del grupo desde 2011, y con 28 años, en el 2016, se convirtió en su director. En Ballo dei Bagatellieri de Nicola Matteis, Emelyanychev dirigió, tocó el clavicémbalo e interpretó el hermoso solo inicial de flauta dulce. Fue un momento en el que Il Pomo d'Oro supo demostrar su musicalidad en el terreno puramente instrumental. Siempre es bueno escuchar el ritmo y la precisión del grupo. ¡Que vuelva siempre Il Pomo d'Oro! Orliński e Il Pomo d'Oro mostraron a una audiencia joven y totalmente comprometida que la música barroca hecha de manera competente es una música viva y atractiva que fluye libremente. Siempre fieles al estilo barroco, mostraron lo que es dinámico, lo que es ritmo, lo que es interpretación. A través de este discurso de amor, mostraron la ligereza y el encanto del barroco.  Con un programa de mano impreso y electrónico que contiene el texto original y la traducción, además de una introducción escrita por un profesor de la USP [Universidad de São Paulo] y de la Unicamp [Universidade Estadual de Campinas], y un video de presentación en youtube, Cultura Artística mostró una preocupación sincera y legítima con la difusión cultural, al ofrecer medios para que el público pudiera disfrutar al máximo la oportunidad que estaba teniendo. Sin embargo, conviene hacer una advertencia: las traducciones, probablemente realizadas por traductores automáticos (que tienen muchas dificultades con el lenguaje poético), a menudo se alejan demasiado del texto original. Lo ideal es siempre una revisión de alguien que sepa italiano. De no ser posible, hubiera sido preferible dejar sólo el original o poner la traducción en inglés, presente en el CD, a tener que engañar a quienes no conocen el idioma de Dante.