Dr. Alberto Leal
Estrenada el 17 de marzo de 1846 en el Teatro La Fenice de Venecia, Attila está basada en la pieza teatral Attila, König der Hunnen de Zacharias Werner. Verdi quedó realmente impactado con esta pieza y le encargó el libreto de la misma a Temistocle Solera, con quien ya había trabajado en el libreto de “Nabucco”. Como el trabajo presentado estaba muy alejado del argumento de la pieza teatral, Verdi se puso en contacto con Francesco Maria Piave para modificar lo realizado por Solera. Esto sin dudas le quitó consistencia argumental a la obra, y por momentos el argumento se torna realmente confuso. Pero en nada invalida este trabajo, ya que, algunos títulos cumbres del maestro de Parma, como Il Trovatore”, no presentan la menor coherencia argumental y son piezas fundamentales de la lírica, debido a su brillantez vocal y musical. Noveno título en la producción de Verdi, y el siguiente a “Alzira”, que fue recibido con muy poco éxito, Attila presenta hermosos momentos vocales, duettos, arias y cabalettas realmente brillantes y un preludio de singular belleza. La versión brindada en el Teatro Roma en forma de concierto nunca estuvo debajo de un nivel de excelencia. El Maestro Cesar Tello realizó un excelente trabajo de concertación, mostrando amplio dominio en el repertorio verdiano – como lo hizo el año anterior con “I Due Foscari”. La orquesta sonó más compacta que en otras oportunidades, con muy buen volumen y afinación. Igualmente fue muy valioso el trabajo del coro, que cantó una escena desde el hall del teatro, logrando un sugestivo efecto. El Maestro sabe respetar los tiempos y las voces de cada uno de los solistas, está pendiente de ellos y, por otro lado, tuvo la suerte de contar con un excelente grupo de cantantes. El joven barítono Juan Salvador Trupia y Rodríguez, a quien tuvimos la suerte de ver y escuchar en un “I Pagliacci”, tiempo atrás, en el mismo teatro, mostrando un canto magnífico y excelencia como actor, posee una voz oscura, con excelente volumen y extensión. Abordó un rol de bajo con gran facilidad en todo el registro, incluyendo las partes más graves y cantó con gran dignidad y estilo. Creo que es uno de los cantantes jóvenes más valiosos de nuestro país.
A pesar que se comentaba que no estaba bien de salud, su trabajo fue impecable en la función de estreno. Haydee Dabusti volvió a mostrar que no existen roles imposibles para ella y que el primer Verdi es ideal para sus medios y su impecable técnica. Su trabajo rayó a gran altura, desde su primer y endiablada aria “SANTO DI PATRIA”, donde mostró perfecta coloratura, agudos fáciles y su habitual afinación, a su segunda aria donde las medias voces y pianisimos, que adquirió en el último tiempo, lograron un trabajo para atesorar. Igualmente descolló en las escenas de conjunto. Omar Carrión realizó un formidable trabajo, tal vez de lo mejor que le he visto en todos estos años de carrera, superando su versión de esta obra brindada en el Teatro Avenida. Cantó con hermoso timbre, buen volumen, excelente línea de canto y notable extensión. Su aria, dicha con intención, riqueza vocal y fuerza recibió la ovación más grande de la noche, compensando en todo momento con carácter e interacción con el resto del reparto la falta de posibilidad de mostrar sus conocidas y valoradas cualidades de actor. Felipe Castillo de Orleáns realizó un gran trabajo como Foresto. Voz de agradable timbre, con gran facilidad para matizar. Mostró una excelente línea de canto, total conocimiento del estilo y gran fuerza expresiva. Otro gran trabajo. Correcto el resto del elenco. El Maestro Tello contó con un gran cuarteto de cantantes y las versiones en concierto, sobre todo de títulos que no son de repertorio, deberían presentarse más seguido en nuestro medio. Con un Director y cantantes como los de esta versión creo que gana en intensidad y se evitan puestas – caras – y muchas veces molestas. Es una versión que todo amante de la opera DEBE ver. Un hermoso Verdi joven magníficamente cantado, con excelente dirección orquestal y Coro. El Teatro Roma está a solo cinco cuadras del puente que une a Capital con Avellaneda, en una zona con excelentes restaurantes y cafeterías, pero además con la facilidad de tener un micro que sale y regresa a la puerta del Teatro Colón, de donde se llega en no más de 10 minutos. No dejen pasar esta oportunidad, es realmente un espectáculo IMPERDIBLE. Un gran BRAVO para todos los que hicieron posible esta excelente versión de un hermoso Verdi joven.
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