Regula Mühlemann Foto: Shirley Suárez Padilla |
La joven soprano suiza Regula Mühlemann, es en la
actualidad una las voces más reconocidas en la interpretación de papeles de
óperas de Mozart, así como del repertorio de música barroca. En su corta carrera ha llegado ya a pisar
importantes escenarios como el de La Scala de Milán, Teatro la Fenice de
Venecia, Zúrich, Berlín y el Festival de Salzburgo, por mencionar algunos;
además de ser una de las pocas artistas que se mantiene activa en la realización
de grabaciones discográficas. Regula aceptó amablemente realizar esta amena
entrevista en la que nos habla sobre su carrera, sobre sus intereses en la
musica y sobre sus grabaciones discograficas.
¿Qué fue lo que te atrajo al canto como
profesión y como fueron tus inicios como cantante?
Creo que un momento clave fue cuando vi
con mi abuela Las Bodas de Fígaro de Mozart en el teatro de la ópera de
Zúrich. La escena en la que aparece
Barbarina sola en escena con su canasta de picnic y sobre todo por su hermosa cavatina,
fue el momento en el que me proyecte con la imaginación sobre el escenario
y pensé que sería bonito hacer también ese trabajo. Formé parte del Lucerne Kantorei (o
Luzerner Kantorei) el coro de la ciudad donde crecí, y desde aquel momento cantaba
también con frecuencia partes de solista.
Era todavía una adolescente y mi maestro en este momento me motivó para ir
más allá de esta afición y para que estudiara canto.
¿Cuáles consideras que han sido tus
primeras, así como tus actuales, fuentes de inspiración?
Tuve diferentes Ídolos; un cantante
diferente para cada disciplina, por lo que escuché muchas grabaciones. Para las arias de coloratura descubrí que
Edita Gruberova era la mejor, para las arias liricas y líneas con legato Kiri
te Kanawa, y para canciones para recitales fue Barbara Bonney. Me gustaba mucho Kathleen Battle y Edith
Mathis, un gran ídolo para mí porque como yo, ella también es de Lucerna. El primer gran paso hacia una carrera fue con
el papel de Ännchen en la ópera Der Freischütz de Carl Maria von Weber que canté
en una película con René Pape, Michael Volle y Juliane Banse con la orquesta
London Symphony Orchestra dirigida por Daniel Harding. El primer CD que recibí
como regalo, también de mi abuela, fue precisamente Der Freischütz con Edith
Mathis cantando el papel de Ännchen, así que ella ha sido una inspiración desde
el primer momento. Tuve un excelente maestro de canto, pero también aprendí mucho
sobre técnica de estas grabaciones. Así
que diría que mis Ídolos fueron también un poco mis maestros.
¿Cuáles momentos consideras que son hitos
y logros importantes en tu carrera?
Ya mencioné uno de ellos, la película de Der Freischütz que fue mi primer trabajo importante. Aún era estudiante y se me
presentó esta oportunidad única. Esta producción fue para mí un referente que
me abrió muchas puertas. Otra cosa importante que me sucedió fue en un concurso
de canto en Suiza, que no gané en ese momento, sin embargo, un miembro del
jurado era el asistente del director del teatro de ópera de Zúrich. Era una
persona muy entusiasta y me invitó a ir a Zúrich. Cuando ese director se convirtió en el
intendente del Festival de Salzburgo me contrató tan solo seis meses después
para ir también allí. Eso fue en mis inicios.
En cuanto a logros, te diré que uno fue mi
contrato con Sony Classical, ya que con ellos he grabado hasta hora 4 discos,
que son: Mozart 1, Cleopatra (un álbum
con arias barrocas de Handel y de otros compositores), Canciones de casa (de
compositores suizos y de Schubert) y Mozart 2, que saldrá a la venta el 4 de
septiembre del 2020. ¡Es increíble tener la oportunidad actualmente de hacer grabaciones
de lo que a uno más le guste! También
citaría todos los maravillosos teatros donde me he presentado. Uno de mis
primeros contratos fue una producción en el Teatro La Fenice de Venecia, donde
fue increíble, porque se siente el espíritu de épocas pasadas. Me encanta mucho Italia, donde he cantado
también en Nápoles, en la Scala de Milán y donde estuve en una producción en
Turín. Como también lo han sido los hermosos escenarios de la ópera Estatal de
Berlín, el de la Festspielhaus en Baden-Baden, el de Salzburgo, el Theater and
der Wien de Viena, y ahora en febrero pasado en la ópera de Viena, donde debuté
en el papel de Adina de Elixir de Amor ¡Que escenario que es ese! No quiero tampoco olvidar las maravillosas
giras de conciertos que he hecho a Barcelona (Palau de
la musica catalana), a Paris (Philharmonie), al Lucerne Festival y a la sala de
conciertos Wiener Konzerthaus con Les Arts florissants y la conduccion de William
Christie. Mi gira por Sudamerica con la orquesta Lucerne Festival Strings, de
la cual recuerdo la sala maravillosa sala de conciertos en Frutillar en el sur de Chile, y mis conciertos
en Chicago y “Las Estaciones” de Haydn en Filadelfia
con Yannick Nézet-Séguin el actual director musical del Met.
¿Con que aria o personaje te gustaría
presentarte por primera vez ante un público que no te ha escuchado antes?
Sería con una aria de Mozart, seguramente esa
aria sería la de Susanna de Bodas de Fígaro.
Tu voz es tu instrumento ¿Cómo cantante
como te mantienes en forma?
Cantando es la única forma como entreno mi
voz. Como vaya cantando mejor, trabajo de una manera más precisa y mejoro desde
el aspecto técnico. No he dedicado muchas horas de mi vida haciendo ejercicios
de canto, pero cuando aprendo música nueva música intento cantar de una manera
técnicamente correcta desde el principio. Hace medio año tuve un periodo donde
tuve muchos conciertos, y en aquellos momentos que canté mucho me di cuenta
como se iba desarrollando y fortaleciendo de nuevo. Cantar bien es para mi salud vocal.
Uno de los pilares de tu repertorio lo
componen los papeles de óperas de Mozart ¿Cómo definirías tu relación con las
obras de este compositor y en base a la experiencia que has tenido cantándolas
que enseñanzas o sensaciones te han dejado?
Tengo una aproximación natural con
Mozart. No creo que exista otro
compositor que logre crear un perfil y una personalidad tan adecuada como
él. Claro que trabajó con excelentes
libretistas, pero él puso tanto en su música que allí se puede notar que había
un activo connoiseur de la naturaleza humana. Cada personaje en sus óperas,
sin importar si es principal o menor, posee una personalidad particular y eso
para mí es increíble. Esta precisión me
ayuda a imaginarme situaciones, relaciones y emociones, logrando que todo sea
visible y claro en mi mente. Es algo que se puede experimentar y así la
interpretación musical resulta muy fácil de encontrar. Mozart es “fácil”, natural y honesto, y la
vez creo que esa es la razón por la que al mismo tiempo Mozart puede ser tan
increíblemente difícil de cantar. Si se
intenta hacer trampa, de alguna manera, sea del punto de vista técnico, vocal,
musical o mental, el público lo escuchará y lo notará inmediatamente. Así que
es un gran reto, no importa la cantidad de veces que uno deba cantar alguna de
sus arias, que es además ¡Muy divertido!
Foto: Cardiff |
El canto barroco es un poco como el
jazz. Para mí es más moderno que el
periodo clásico y romántico, porque hay mucha improvisación y las partituras
son menos precisas en términos de la interpretación. En ese sentido, uno tiene más
libertad, además de que en algunos casos se canta con pocos instrumentos como
acompañamiento, tal y como si fuera una banda. ¡El que se involucra en el
barroco sabe y te dirá que es lo mejor que hay!
En una respuesta anterior hablabas de tu
debut en febrero de este año en el papel de Adina de Elixir de Amor en la ópera
de Viena, aparte de los personajes que ya mencionaste que más interpretas
¿Cuáles papeles consideras que han sido los más exigentes y cuales te han dado
mayor satisfacción interpretar?
Cuando comparo los papeles que he cantado
hasta el día de hoy, puedo decirte que cada papel tiene sus dificultades y que la
comedia me resulta más fácil que la tragedia. Por ejemplo, Julieta, de Romeo y
Julieta de Gounod fue un gran reto para mí por toda la tristeza y el drama que
ocurre en la ópera. Sumergirse en una historia triste sin haberse involucrado
mucho en ella es difícil, pero con cada opera que uno hace se va mejorando.
Para mí personalmente la ‘escena de la locura’ de Julieta y el aria del veneno
fueron muy difíciles. La tristeza es más fácil de cantar que la ira, y uno debe
cuidar de no dejarse abrumar por las propias emociones y mantener los aspectos
técnicos bajo control. Por otra parte,
Adina fue muy divertida, pero lo engañoso de este papel es que su aria – o su
momento más importante- llega hasta el final de la ópera. Con relación a la
mayor satisfacción que haya tenido, simplemente basta con ver la variedad de
repertorios, compositores y personajes que he interpretado para responder esa
pregunta.
¿Qué es lo que te gusta y lo que no de tu
trabajo?
¡Yo amo la música! Pero sobre todo amo hacer música con otros. Es
una magia cuando todo se junta al mismo tiempo en los conciertos y en las
funciones de ópera, el proceso, y luego la presentación frente a la audiencia,
así como el intercambio de energías y lo que hace con nosotros. Me encanta
viajar, pero no tanto trasladarme, y me interesa mucho descubrir diversas
ciudades y es un privilegio ver lugares maravillosos con sus salas de concierto
y sus casas de ópera. Lo que no me gusta,
es el viaje mismo, por las horas que uno debe dedicar en aviones y trenes.
Tampoco me gustan mucho los hoteles, y tampoco el hecho de que para viajar deba
alejarme de mi casa y de mis seres queridos. Pero soy consciente que para hacer mi trabajo
tengo que viajar y alejarme de mi casa. ¡Así es como es lamentablemente!
Foto: Toni Sutter - Le Nozze di Figaro - Zurich |
¿Como balanceas tu tiempo para abarcar las
producciones de ópera como los conciertos con acompañamiento de orquestas y
recitales que tanto te interesa hacer?
Yo necesito hacer ambos, tanto los
conciertos como la ópera. Por razones musicales, pero también por un aspecto de
mi vida privada. Cuando hago ópera, una producción puede durar hasta dos meses
y eso significa alejarme de mi casa por mucho tiempo. Cuando hago un concierto,
me preparo en casa y llego al lugar del concierto un par de días antes, así me
resulta más fácil el desapego. Amo
también hacer opera, por la actuación, los vestuarios y el escenario; pero poder
alternar ambas cosas es la situación perfecta para mí.
¿Cómo quieres que se desarrolle profesionalmente
tu carrera de cara al futuro?
Nunca hice planes para mi futuro, solo trabajé
mucho en mi voz, acepté todas las oportunidades para cantar e hice audiciones y
entre a concursos, y el resto de lo que me sucedió fue el resultado de ese
trabajo. Acepto lo que hice y eso me ha traído maravillosas oportunidades en la
actualidad, así que estoy ansiosa por ver lo que me depara el futuro mismo.
¿Hay algún papel que sueñas cantar con el
que aún no cuentas en tu repertorio?
Hablando de papeles, diré que no tengo un
papel soñado, y que mi personaje ideal es siempre el que estoy cantando en el
momento. Me encanta el intenso trabajo en la música, el personaje, la
constelación entre los personajes, las escenografías, las historias. Quizás me
gustaría intentar interpretar más papeles del repertorio romántico. Por
ejemplo, voy a debutar Gilda en Rigoletto en dos años, y quisiera también
cantar más Donizetti y Rossini, aunque siempre le seré fiel a mi amado Mozart.
Cuentas con un amplio catálogo de
grabaciones, además de óperas, los tuyos que son: arias de Mozart 1, arias
barrocas de Cleopatra, y tu más reciente Canciones de casa y lied de Schubert. ¿Por
qué consideras importantes hacer grabaciones?
Justo como mencioné en mi respuesta
anterior, no soñé con un papel en particular ni en cantar en ciertos
escenarios, pero siempre quise tener mi propio CD, eso sí. Considero que fui una nerd que escuchaba
todos los discos posibles y pensé que sería algo muy bueno si algún día pudiera
tener mi propio disco. ¡Este si es un sueño que cumplí! Yo elegí con mucho
cuidado el programa de los CDs y me preparé mucho para grabarlos; por lo que
esas grabaciones tienen mucha personalidad. Para el disco de Mozart 1 hice una
lista con todas las arias existentes para soprano compuestas por Mozart, que
equivalían a aproximadamente 23 horas de música, y de allí hice una selección
de las mejores arias o highlights, diría yo, como también hice una lista
de las arias que quisiera grabar cuando tuviera una voz más madura, esto fue en
el 2015. Estas arias son las que en el 2020 grabé en el disco Mozart 2, que
está por salir al mercado. Con el disco de Cleopatra dediqué muchas horas a
leer notas escritas a mano de manuscritos y partituras, tratando de encontrar las
arias más sobresalientes Entre esas se encuentran arias que fueron grabadas por
primera vez. También para el disco ‘Canciones de casa’ invertí la misma
cantidad de tiempo, y ese disco incluye canciones de Schubert y de compositores
suizos que nunca se habían interpretado o grabado, y que yo misma descubrí.
Foto: Martin Foster - Sony Classical / Cleopatra |
En una época en la que la gente no está
dispuesta a pagar por la música, se hace muy difícil desde todos los ángulos. Los
sellos discográficos, aun los más grandes, dependen de que las orquestas
consigan patrocinadores, porque ellos ya no pueden cubrir los costos completos
de las producciones, y las orquestas también tienen la dificultad de
financiarse para sus temporadas. Pero de alguna forma siempre funciona, porque
afortunadamente también hay personas que tienen los medios financieros para
apoyar a la cultura, y lo mejor de todo es que aún hay mucho interés por la
música clásica. Esto me da la confianza de que siempre habrá soluciones en el
futuro para este tipo de proyectos, porque como sabemos, lo caro no es el CD,
si no su grabación y producción. además, piensa que sin grabaciones no habría
transmisiones ni los streamings que hoy tan de moda están. Así que
esperemos que vuelva algo de la compresión del valor de la música grabada.
¿A qué dedicaste tu tiempo durante la
inesperada pausa debido a la situación por la que actualmente estamos
atravesando en el mundo, consideras que sacaste algún provecho?
Estuve muy ocupada antes de recluirme en casa, creo que ha sido el
periodo laboralmente más intenso en mi vida, e inesperadamente, no tenía
nada. Al principio estuvo bien, porque pude
pasar los días sin hacer absolutamente nada. Después comencé a limpiar cada
esquina de mi departamento, a organizar mis cosas y todo lo que pude, pero no sentía
las ganas de cantar. Aprendí a cocinar el
pan amargo, que fue algo difícil, pero una vez que lo logré quedó muy bueno.
También cociné mucho, pero poco a poco fui sintiéndome como una persona
jubilada que había trabajado mucho y que ahora tenía mucho tiempo libre y debía
encontrar un nuevo pasatiempo. Ahora, desde que en Suiza se nos permite
reunirnos en pequeños grupos de personas, he visto a todos mis amigos, a
quienes había descuidado los meses previos.
Fue maravilloso, pero una parte de mí no sentir las ganas de trabajar
durante horas en el piano. Esa parte fue
causo temor porque no sentí las ganas ni la necesidad de ensayar. Ahora lo sé, porque la realidad es que nunca
me ha gustado ensayar, porque requiere de mucho trabajo que no necesariamente
es entretenido. Lo que extraño mucho es hacer musica con otros cantantes,
directores, pianistas, orquestas y eso es lo que en verdad amo y lo que espero
poder volver a hacer pronto. !Espero que sea muy pronto!
Nos podrías
compartir alguna anécdota de algo curioso, raro o divertido que te haya
sucedido en algún escenario o teatro.
No es muy divertido, quizás fue algo
tonto, pero estando en la ópera estatal de Berlín, me comí una manzana. La
manzana era de utilería en la escena principal y después no se utilizaba más. Tenía la boca reseca así que pregunté si me
la podía comer, y después de habérmela comido me provocó una reacción alérgica,
de la cual no sabia antes. Inesperadamente se me hinchó la garganta y tenia
dificultad para respirar. Vino un doctor y tuve que inhalar cortisona o alguna
otra medicina. Durante toda la función estuvo el doctor pendiente, aunque en el
teatro siempre hay uno todos los días que hay función. Antes de entrar por
segunda vez a la escena, cuando tenia que cantar mi segunda aria la inflamación
en mi garganta ya se había reducido, y aunque no estaba completamente bien,
pude cantar, aunque en una versión pianissimo del aria. ¿Qué aprendí de aquello?
Que no hay que comerse la utilería del escenario.
Adina - Elixir de Amor -Viena |
Si, claro.
Soy de Lucerna Suiza y aun vivo en el centro de la ciudad. Es el punto
desde el cual comienzo mis viajes. Soy
una persona muy sociable y me gusta estar rodeada de mi familia y de mis
amigos. También me gusta la buena comida y cuando puedo combinar familia y
amigos con buena comida, ¡me siento en el cielo! Así es como paso mi tiempo
cuando estoy en casa, cocinando y en reuniones con amigos. Antes de ser cantante, me gustaba viajar por
diversas ciudades de Europa. Hoy me gusta la arquitectura, el diseño y el arte,
y es un pasatiempo que me gusta llevar a cabo cuando estoy viajando por
trabajo. Escucho diferentes tipos de
música y voy con frecuencia a conciertos sinfónicos, de jazz, blues pop, rock,
música alternativa y folclórica, así como a la ópera. Creo que la vida es
demasiado buena para limitarse a solo una cosa.
¿Cuáles son tus expectativas y tu visión
futura sobre el mundo de la música clásica y la ópera?
Soy muy positiva y optimista con relación
al futuro. En verdad creo que la gente extraña ir a conciertos y a óperas, y
que cuando puedan volver a hacerlo lo aparecieran aún más. Quizás es ingenuo de
mi parte, pero pensarlo así me hace sentir bien. Aprovecho también para
agradecerte por la entrevista.
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