Sunday, October 18, 2015

Estaba la Madre de Bacalov en Buenos Aires

Foto gentileza equipo de prensa del CCK

Gustavo Gabriel Otero
Twitter: @GazetaLyrica

CCK, Sala ‘La Ballena Azul’, 9 de octubre de 2015. Ciclo de conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional: Estaba la Madre de Luis Bacalov. Ópera en un acto, libreto de Carlos Sasano, Sergio Bardotti y Luis Bacalov. Versión semi-montada. Carlos Branca, dirección escénica, diseño escénico y coreográfico. Sergio Massa, vestuario. Paula Almerares (Sara), Cecilia Díaz (Juana), Alejandra Malvino (Ángela), Fernando Grassi (1er. General), Mario De Salvo (2do. General), Leonardo Estévez (3er. General), Alejandro Meerapfel (Narrador), Martín Caltabiano (Rabino), Gustavo Gibert (Obispo), Ricardo González Dorrego (voz de hombre), Eleonora Sancho (voz de mujer). Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Orquesta Sinfónica Nacional y Coro Polifónico Nacional. Director del Coro: Darío Marchese. Dirección Musical: Luis Bacalov.

Estaba la madre, la ópera de Luis Bacalov fue comisionada por la Ópera de Roma, con la intención de celebrar la Pascua con un Stabat Mater, estrenándose en abril de 2004 en la sala del Teatro Nazionale. Entre otras ocasiones la obra se representó en 2005 en Roma, en 2007 en la ciudad de La Plata, en carácter de estreno argentino, y en el Festival de Emilia Romagna en 2009. Estaba la madre se estructura en un acto con prólogo y epílogo y siete escenas breves. Narra las historias de cuatro madres de desaparecidos (las personas que consideradas opositoras políticas fueron asesinadas por el gobierno militar que ocupó el poder entre 1976 y 1983), un término tristemente célebre incorporado al lenguaje político por la Argentina. La ópera toma parte de ese horror vivido décadas atrás y se centra en el drama de las madres que han perdido sus hijos y en la lucha posterior para obtener información y justicia. La primera es Sara, modista de origen judío, madre de Samuel, estudiante sin antecedentes judiciales ni militancia política. La segunda es Juana, maestra rural, madre de  Horacio, perito agrónomo desaparecido desde febrero de 1977. Le sigue Ángela, obrera textil, madre de Pablo, cura obrero en un barrio pobre suburbano. La última madre no tiene nombre ni historia, no canta ni habla, sólo recibe en sus brazos el cuerpo muerto de su hija, una sindicalista asesinada mientras el coro y las tres madres entonan el ‘Stabat Mater’ laico que da nombre a la obra. La música compuesta por Luis Bacalov tiene una duración aproximada de ochenta minutos, evoca la música de Buenos aires a través de un eclecticismo que transita desde la tonalidad manifiesta hasta el atonalismo declarado, incorporando solos de bandoneón, evidentes referencias al tango y alguna reminiscencia de ritmos folclóricos. El texto de Carlos Sassano, Sergio Bardotti y el propio Luis Bacalov es breve, sintético, con diálogos cortos y de carácter oratorial. No hay un progreso dramático sino que se muestran las cuatro historias de las madres más algunos frescos sobre las actitudes de los militares en un efecto teatral profundo. La versión semi-escénica presentada acentúa ese carácter oratorial. Carlos Branca a cargo de los aspectos visuales recurrió al vestuario de época diseñado oportunamente para el estreno en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata (provincia de Buenos Aires) por Sergio Massa y utilizó con inteligencia los distintos espacios de una sala destinada a conciertos como es ‘la ballena azul’ del Centro Cultural del Ex - Palacio de Correos de Buenos Aires. Así ubico a la orquesta en el fondo del escenario y por delante unas gradas que dejaban un semi-círculo vacío en el cual se desarrollaron la mayoría de las acciones. En el primer piso se ubicó el Coro y en el segundo -donde está el gran órgano- a los tres generales. Branca hizo de las dificultades para presentar una ópera, que tiene la sala, virtudes. Así la versión tuvo impacto y a la vez cercanía. Luis Bacalov logró un muy buen rendimiento por parte de la Orquesta Sinfónica Nacional. Por su misma estructura oratorial no hay personajes que tengan un protagonismo mayor y por cierto la labor de conjunto resultó ajustada y brillante.
Se destacaron especialmente Cecilia Díaz (Juana) y Alejandra Malvino (Ángela) por profesionalismo, línea de canto, verosimilitud y credibilidad. No desentonó Paula Almerares como Sara un rol escrito originalmente para mezzosoprano y aquí interpretado por una soprano. De los roles masculinos se destacó por belleza vocal y línea de canto Alejandro Meerapfel (narrador). Mientras que amalgamados y creíbles resultaron los tres generales interpretados Fernando Grassi, Mario De Salvo y Leonardo Estévez. Correcto el resto del elenco en sus breves intervenciones El Coro Polifónico Nacional fue el puntal de la versión con una labor destacable por la perfección de su canto amalgamado y potente, en una obra donde los números corales son muchos y la presencia del coro importantísima.


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