Monday, May 9, 2022

La Resurrección de Gustav Mahler en Houston - Andrés Orozco-Estrada

 

Foto: Houston Symphony Orchestra; Andres Orozco-Estrada  Werner Kmetistch. 

Ramón Jacques

Jones Hall, Houston Texas. Abril 30 de 2022. La Sinfonía No. 2 en do menor, conocida como “Resurrección” (Auferstehung) compuesta en 1894 y considerada como la obra más exitosa de la carrera del compositor austríaco Gustav Mahler fue el título elegido por la Houston Symphony Orchestra para el concierto de despedida de su director titular, el maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada, quien después de ocho años cederá su lugar a Juraj Valčuha, director eslovaco que oficialmente asumirá el puesto a inicios de la próxima temporada.  Haciendo un balance sobre la gestión de Orozco-Estrada al frente de esta agrupación musical: nos encontramos con que deja una gestión positiva, al haber dirigido 224 conciertos (que pudieron haber sido más de no ser por la cancelación de las dos temporadas precedentes y las restricciones a los viajes que no le permitieron estar presente durante casi dos años en Houston); realizó además 6 grabaciones discográficas y 10 estrenos absolutos con la orquesta, 17 conciertos con la participación del Houston Symphony Chorus. Durante su gestión debutaron 87 artistas invitados, y personalmente se ocupó de renovar la plantilla, incorporando 25 nuevos músicos, incluido el actual primer violín, sin olvidar la exitosa gira que realizó por Europa, y presentaciones en Sudamérica con la orquesta; además de las memorables ejecuciones de óperas, algunas en versión escénica, como: Fidelio de Beethoven, Die Entführung aus dem Serail de Mozart, Oedipus Rex de Stravinski, El Castillo de Barba Azul de Béla Bartók, entre muchos otros logros.  La presencia de Orozco-Estrada se echará de menos en Houston, ya que con él se confirma que no es necesario que una orquesta este bajo el cargo de un nombre mediático, si no la de un director con personalidad que se involucre en aspectos operativos de la orquesta, en conformar programas balanceados para la creación de nuevos públicos, y especialmente en sorprender e interesar a los espectadores que asisten regularmente a la sala de conciertos Jones Hall. La sinfonía coral “Resurrección” de Mahler tiene además una historia significativa con esta orquesta ya que fue la obra ejecutada en el 2013 para despedir a su director emérito, el austriaco Hans Graf; y nuevamente en el 2018 para conmemorar el quinto aniversario de Orozco-Estrada al frente de la agrupación.  En el concierto que nos ocupa, Andrés Orozco-Estrada dirigió con una notable carga de inspiración, vitalidad y emoción, sin dejar a un lado la precisión y minuciosa atención que lo caracteriza en cada detalle de lo que sucedía en escena. Orozco-Estrada, fue esculpiendo, trabajando y matizando cada movimiento del concierto, guiando y llevando a los músicos, y al público mismo, en una especie de viaje espiritual e hipnótico a través de la muerte y el apocalipsis, hasta alcanzar la eterna tranquilidad con un glorioso y resplandeciente final. Homogénea sonó la sección de cuerdas y cornos, como notorias se escucharon las percusiones, las harpas y los metales fuera del escenario.  La mezzosoprano Sasha Cooke ofreció una conmovedora interpretación de: "O Röschen rot! con sentimiento, intención y su exuberante y penetrante color oscuro. Por su parte la soprano Ana María Martínez, aportó un canto nítido y brillante en su intervención. Al final, Orozco-Estrada pareció estar en sintonía con la naturaleza espiritual de la obra, dirigiendo un final de sublimes proporciones con: campanas replicando, resonantes timbales, exuberantes intervenciones corales de parte del extenso y alegre coro Houston Symphony Chorus, que exhorta a la humanidad a "florecer de nuevo” Al final se cumplió el cometido, de despedir a un notable director con un concierto que dejó una impronta que será muy recordada por todos los allí presentes.



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