Destacada interprete originaria de Bari Italia, la
soprano Maria Pia Piscitelli se ha
consolidado como una de las mejores intérpretes belcantistas particularmente en
los papeles de las reinas de las opera de Donizetti y en el papel de Norma. Su
repertorio incluye también papeles principales en operas de Verdi, Puccini
Mozart y otros; con las que se presentado en importantes teatros como el Liceu
de Barcelona, Fenice de Venecia,
Nationale Opera de Ámsterdam, Colón de Buenos Aires, San Carlo de
Napoles, Ópera de San Francisco, Teatro
alla Scala de Milán. Ópera de Viena y muchas más trabajando con importantes
directores de orquesta y de escena. Sencilla, sensible e inteligente comparte
algunos puntos de vista sobre el canto y su carrera en esta entrevista. RJ
¿Cuándo decidiste
hacer una carrera en el canto y como fueron tus inicios?
Se puede decir que el “fuego sagrado” por el arte
del canto se convirtió en un verdadero trabajo de manera espontanea, obviamente
se realizo estudié los años requeridos para adquirir las justas capacidades
técnicas para afrontar el arduo trabajo del cantante lirico. No obstante debo
decir que una sensibilidad particular hacia la música se manifestó desde mi
infancia, cuando asistía al liceo clásico. Incialmente me inscribí a un curso
de guitarra lirica y fue gracias a los ejercicios corales que mi voz fue
descubierta. Estaba dotada naturalmente
de una vocalidad de soprano muy pareja y de una respiración correcta, que son
las cualidades idéales para llevar a cabo el estudio de canto.
¿Cómo definirías
hoy tu voz?
“Responsable”
Al momento seria la definición que le daría a mi voz. En los inicios de mi carrera la aproximación
con el canto era muy instintiva, pero con el pasar de los años y con todas las
experiencias que he tenido en este campo me han permitido que mi bagaje de
habilidades se ampliara hasta que yo tomara totalmente conciencia de mi
vocalidad, sobretodo de la estrecha relación que liga irremediablemente a la
persona con la voz. Se requiere tener total conocimiento ya que la voz es
nuestro instrumento, no solo porque sea una especie de amante ligado a nosotros
con una relación absolutamente simbiótica. Creo que es importante cuidarse
tambien de este efecto de afinidad del cantante con la voz, no porque haya un
separación entre una y la otra, si no porque la voz es un tornasol del estado psicofísico
de la persona y vincularse con ella puede ser fuertemente terapéutico.
Las reinas de ópera
de Donizetti como Elizabetta, Maria Stuarda, Anna Bolena y otras figuras
femeninas como Lucrezia Borgia son papeles que siempre han fascinado a las
sopranos belcantistas. ¿Cuál es acercas a estos papeles y como piensas que
puedan decirle algo nuevo al público?
Siendo papeles “elegiacos” por decirlo asi, es muy
importante mantener un control total de la voz y una seguridad técnica para
poder afrontar escrituras vocales tan impregnadas de realeza, un realización
musical y escénica que debe resultar noble e incisiva al mismo tiempo. Es fundamental comprender la importancia del
aplomo real que las “reinas belcantistas” deben mantener, desde el momento que
la música misma lo impone como la elegancia, el fraseo es básico en un
equilibrio de que fruto de un trabajo de limar, y la elegancia después de todo
consiste justamente en saber terminar donde es necesario. Dejando el discurso puramente técnico ligado a
la aproximación musical con el que se debe actuar en la elaboración e interpretación
de estos papeles, se puede afirmar que cada personaje del panorama del
melodrama, y no solo estos papeles de Donizetti puedan comunicar un mensaje
universal presente justo en el componente más intimo de cualquier personaje que
se refiere directamente a un arquetipo clásico.
Asi que se puede decir que cada papel contiene un mensaje y que la
interpretación del mismo varia de acuerdo al grado de sensibilidad de quienes
lo perciben.
Cantas con
frecuencia en teatros de América Latina. ¿Cómo y cuándo inicio esta relación
tan estrecha con teatros de esta región?
Mi experiencia en Sudamérica comenzó hace más de
diez años, en el 2000, cuando cantee el papel de Norma en el Teatro Municipal
de Chile. Desde entonces mi colaboración con diversos teatros de esa región se
hizo mas intensa y grafíticamente con Elizabetta de Roberto Devereux y
Elizabetta di Valois de Don Carlo siempre en ese teatro. Después canté papeles protagonistas en Norma,
Simon Boccanegra y Don Carlos en el Colón de Buenos Aires, donde ya había
interpretado una Amelia en Un Ballo in Maschera y recientemente en La Forza del
Destino. Recuerdo con especial gusto que
en América Latina tuve la posibilidad de debutar como Maddalena en Andrea
Chenier en el Teatro Argentino de la Plata, y como Tosca en el Solís de
Montevideo. También he cantado en Lima y en Brasil, aunque aun no lo he hecho
aun en México. En suma creo que mi “matrimonio” con el mundo hispanoparlante de
la ópera lirica ha sido estrechamente productivo, estimulante y feliz.
A propósito, ¿Cómo
percibes se hay una comunicación con el público? Por ejemplo, existe diferencia
entre el público europeo con el americano?
Pienso que cada cantante en el momento mismo en el
que se abre el telón y comienza a cantar la primera nota se presenta desnudo
frente al público, y justo en ese momento es cuando se establece una especie de
empatía, un magnetismo, un hilo eléctrico que transcurre entre el que canta y
los que están sentados escuchando. Se establece inmediatamente una comunicación
con el público que está en continua evolución durante el desarrollo de la
función. Teniendo esto en cuenta puedo decir que el publico sudamericano es más
expansivo para manifestar el envolvimiento ocurrido desde la música y la puesta
en escena, como se suele decir es mas “caliente”. El público europeo también se
involucra pero es mucho más reservado.
¿Cuál consideras
que es el papel que más se acerca a tu personalidad?
Me gusta cada papel que profundiza en el alma
femenina. Me encantan las mujeres fuertes y instintivas que son capaces de
acciones extremadamente determinadas e incisivas y además capaces de dejarse
transportar a la dulzura y pasión por el romanticismo, en el sentido más amplio
del término. Es inútil decir que estas características son absolutamente afines
a mi temperamento, me he sentido una “tragedienne” y cuando puedo sumergirme en
el espíritu más profundo de las heroínas de melodrama lo hago con extremo
entusiasmo. Claramente hay papeles por los que siento más afecto como Norma que
personifica una multitud de aspectos del alma femenina como el sacro, porque es
una sacerdotisa, el de mujer porque afronta un amor combatido y de madre. Estoy también muy ligada a personajes que
llevan una evolución en su carácter, cambiando sus peculiaridades con la acción
y madurando con sabiduría. Aquí podría
mencionar a Leonora del Trovador, Maddalena de Andrea Chenier, Tosca; mujeres
con un heroísmo explosivo y que son capaces de afrontar la muerte con valor y
voluntad de acción.
¿Tu
relación con los directores de escena y las puestas modernas de operas clásicas
como es?
Cada proyecto escénico, que sea apoyado
por precisos conocimientos de causa tendrá mi aprobación total, ya sea que sea
una dirección innovadora o de estilo antiguo. Parecería que la innovación como
tal es inútil, pero la dirección de una ópera debe cumplir ciertas cosas, así
que cada idea moderna debe adecuarse al contexto dramático y sobretodo debe ser
realizada escénicamente de modo que el público pueda comprender cada
significado. Además pienso que el impacto visual en un espectáculo es muy
importante y el público debe ser sorprendido en un nivel sensible, entendiendo
decir que el teatro, especialmente si se habla de ópera lirica debe estimular
al espectador, el cual debe ver que la idea se materialice. Lamentablemente en
esta época ha poco espacio para la imaginación y se privilegian formas de
entretenimiento inmediato como el cine o la televisión que requieren un menor
esfuerzo imaginativo.
En tu
carrera seguramente has cantado papeles, o has hecho experimentos que no
volverías a cantar? De ser así ¿Cómo han
influido en tus elecciones posteriores? ¿Cómo eliges un papel nuevo?
He llegado a un punto en el que tengo plena sabiduría
de mi misma a nivel profesional y esa sabiduría la he alcanzado gracias a una
serie de experimentos. Cada papel es para mí un reto conmigo misma, un modo
para conducir un análisis preciso entre dos personalidades primero la mía de
mujer y de cantante y aquella del personaje que debo representar. En síntesis,
interpretar un personaje significa laborar en uno mismo la alternancia del
personaje de modo que la propia identidad pueda alinearse con la del personaje
que se está representando. En un trabajo
casi terapéutico, un compromiso con la misma psicología que se atribuye a los
personajes que se interpretan. En ocasiones sucede que no soy yo la que elige
los papeles, sino el personaje me elige a mí ofreciéndome la posibilidad de
afrontar retos conmigo misma, que son siempre más estimulantes.
¿Entre
tus proyectos que personajes te gustaría cantar?
Esta Lady Macbeth que ya he podido
cantar pero me gustaría cantar el famoso tríptico de Puccini y me gustaría
experimentar mi verve cómica.
¿Cuáles
son las dificultades que encuentras hoy el belcanto y que consideras que no son
fáciles de resolver? Por ejemplo en qué estado se encuentran las escuelas de
canto en Italia y en Europa y cómo puede un joven profundizar en lo técnico y
lo cultural?
Es inútil decir que efectivamente este
es un periodo crítico bajo diversos aspectos. Hay crisis financiera pero además
una crisis conceptual en el mundo de la ópera. En mi experiencia como profesora
de canto he constatado que siempre hay menos jóvenes apasionados, a arriesgar,
a estudiar o a debatir seriamente, y frecuentemente el estudio del canto se
reduce meramente a un hobby. Cuando se inicia a trabajar en un teatro es fácil
encontrar personajes sin tanta pasión como si del deseo egoísta de
mostrarse. Pienso que es necesario
recuperar el fuego sagrado y celebrar el valor con el propio canto. Cada
cantante debe recuperar este concepto y afrontar con el entusiasmo de un niño
su trabajo. El que inicia su carrera le
aconsejaría estudiar y estudiar. El canto es un trabajo que es un reto continuo
consigo mismo y que no tiene un fin para llegar a consolidar la seguridad
técnica que es fundamental. Después es necesario tener calma y no forzar los
tiempos.
Muy
interesantes tus conceptos Maria Pia.
Para terminar esta entrevista te preguntaría o te haría la siguiente reflexión. ¿El mundo de hoy tiene necesidad de que haya
ópera?
El teatro es la creación de un modo
espectacular del que el hombre siempre ha tenido necesidad. La ópera lirica es
una realización teatral enriquecida por la música, y que es la mas metafísica de
las artes, también un instrumento para suavizar el alma. Así que mi respuesta seria: si la necesita,
sobre todo el mundo actual. Quizás las personas ven y se acercan a un mundo
paralelo que les enseña a escuchar la música y a explorar más a fondo el interior
de su alma.
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