Saturday, June 5, 2010

La Orquesta de Camara de Basilea y Sol Gabetta en Buenos Aires

Foto: Juan Bongiovanni / La Nación; Mozarteum Argentino - Kammerorchester Basel ( Orquesta de Camara de Basilea).

Ramón Jacques

Emocionante y vibrante fue el concierto de la Kammerorchestrer Basel, presentado por la asociación Mozarteum Argentino en el Teatro Coliseo de Buenos Aires La orquesta suiza ofreció un contrastante programa de obras modernas y clásicas que inició con la ejecución de Seis Danzas folklóricas rumanas BB 76 de Béla Bartók, compositor que se interesó en la música vinculada a la identidad nacional y a la vindicación patriótica, carácter musical que encontró en la población rumana que habitaba en Hungría. Las danzas que abordan distintos sentimientoa, y cargada musicalidad gitana fueron: dinámica en el Jocul cu bata (Allegro Moderata); melancólica y triste en Bracul (Allegro), extrovertida en la polka Poarga romanesca (Allegro) y vibrante en las dos danzas rápidas finales Maruntel. Estas piezas fueron interpretadas con un sonido homogéneo y equilibrio en los violines de la orquesta. Del propio Bartók, se interpretó el Divertimento para orquesta de cuerdas BB. 118 (1939) una pieza de carácter lúgubre pero muy lírico, particularmente en su segundo movimiento Molto adagio, extraído de la “hora” la popular danza rumana, para concluir con una danzante polca al estilo vienes en el Allegro Asai.

En las obras acompañadas de solista, la chelista argentina Sol Gabetta, la orquesta evidenció una mayor afinidad en su ejecución. Así, del compositor Leopold Hoffmann (1738-1793), figura fundamental de la escena musical vienesa de la segunda parte del siglo XVIII, se ofreció su Concierto para violonchelo y orquesta en Re mayor, Bradley D 3, obra de musicalidad muy influenciada por el clasicismo de Mozart y Haydn, y en la que la sección de cuerdas de la orquesta, reforzada por dos cornos, ofreció un adecuado acompañamiento a la solista, quien mostró una admirable intensidad expresiva que fue creciendo, una virtuosa técnica interpretativa y dinamismo. Sol Gabetta es una artista que siente y vibra con la música y le imprime un sello personal como en su fulgurante Allegro Moderato, su conmovedor y delicado Adagio un poco andante, y en el explosivo Allegro molto. La interpretación final del Concierto no.1 para violonchelo y orquesta en Do mayor, Hob. VIIb/1 de Joseph Haydn fue sobresaliente, particularmente en el tranquilo Adagio que fue calido y colorido, y en el que en el sonido fue claramente alusivo al concerto grosso barroco. Finalmente, el Allegro molto, con una orquesta reforzada con dos cornos y dos oboes, culminó de manera luminosa y con ardor en el virtuosismo del chelo. Finalmente y como bis, se interpretó “Dolcissimo” del compositor Peteris Vasks, una obra de carácter contemporáneo, para chelo, que fue acompañada por una dulce expresión y vocalización por parte de Gabetta.

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