Thursday, May 23, 2019

La Pasión Según San Mateo en el Palacio de Bellas Artes de México


Fotos cortesía del Festival del Centro Histórico

Ramón Jacques  

Uno de los eventos musicales más relevantes de la 35 edición del Festival del Centro Histórico fue la ejecución de La Pasión según San Mateo, BWV 244 (o Passio Domini Nostri J.C. Secundurm Evangelistam Matthaeum su título original en latín) de Bach en el Palacio de Bellas Artes. A pesar de la gran cantidad de agrupaciones que existen en la actualidad dedicadas a la ejecución de obras antiguas y que aún no han visitado nuestro país, el festival optó por invitar a las orquestas Orchester Wiener Akademie de Viena y a Música Angelica Baroque Orchestra de Los Ángeles, quienes, en el año 2007, ofrecieron una memorable versión de la misma obra maestra en la Sala Nezahualcóyotl de esta ciudad. Cabe recordar también la visita en el año 2014 de Música Angelica al Palacio de Bellas Artes, donde acompañó desde el foso la puesta en escena de la ópera Radamisto de Handel. La dirección nuevamente fue del maestro austriaco Martín Haselböck, titular de ambas orquestas y conocedor de este repertorio, quien ofreció una conducción íntima, detallada, solemne, pero dinámica y rica en matices, que fue cincelando desde sus entrañas más profundas hasta ofrecer conmovedores pasajes musicales, en una unión entre músicos de dos diferentes agrupaciones y latitudes que entienden su estilo e intención.  El elenco de solistas, en mi opinión más sólido y experimentado en el concierto del 2007, que sin embargo no defraudó, fue encabezado por el tenor Zachary Wilder quien interpretó al Evangelista con vehemencia y pasión, con una coloración tersa y sutil pero adecuada para este repertorio del cual es un reconocido exponente.  El bajo John Taylor Ward dio al papel de Jesús seguridad con su oscura voz; y el bajo Christopher Filler se mostró un poco titubeante en su emisión como Judas. Dos puntos sobresalientes del concierto fue escuchar las conocidas arias, Erbarme dich, mein Gott y Können Tränen meiner Wangen esta última cargada de sentimiento, por cuenta de los contratenores Reginald Mobley y Alois Mühlbacher.  Buen desempeño, tuvieron las sopranos Teresa Wakim y Theodora Raftis; así como el tenor argentino Pablo Corá, un refinado intérprete de música sacra afincado en Los Ángeles. El coro Música Angelica Consort, aportó lo suyo al concierto, así como los organistas Jeremy Joseph y Davide Mariano.



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