Ramón
Jacques
El Auditorio Baluarte de Pamplona, y
dos días después, el Auditorio Nacional de Madrid fueron los únicos recintos españoles
incluidos en la gira mundial de representaciones en concierto, que de Alcina, ópera seria en tres actos de Händel, realizó la orquesta de instrumentos
antiguos The English Concert, agrupación que esta eligiendo un titulo handeliano, como Theodora la temporada
pasada, para interpretarla por diversas ciudades. Aquí la opera se ejecuto en
su versión completa con recitativos incluidos. Con dicho concierto dio inicio
el ciclo denominado “Universo Barroco” que organiza anualmente el Centro
Nacional de Difusión Musical de España. Gran parte de la atención de este
evento estuvo centrada en la participación de la Joyce Didonato, quien dio vida al personaje de la hechicera, y lo
hizo de manera sobresaliente. La mezzosoprano estadounidense es ya referente en
la interpretación de operas barrocas, y aquí dejo una vez más constancia de su cálido
y colorido timbre, y la carga de expresividad, emoción y sentido que sabe dar a cada frase y nota que
emite. Cada una de sus intervenciones
fue memorable, pero debe resaltarse su conmovedora ejecución “Di, cor mio, quanto t’amai” que provocó
una tumultuosa y explosiva ovación del público.
Completamente metida en la piel de su personaje se mostró la mezzosoprano Alice Coote quien dio vida actuando el
papel de Ruggiero, al que prestó su impecable agilidad vocal y un grato color
oscuro. Christine Rice, completó el trió
de deslumbrantes mezzosopranos que sacaron adelante y con éxito esta velada. Su
interpretación de Ruggero fue segura y llena de gracia. La soprano Anna Christy fue una correcta y bien
cantada Morgana, aunque algo distante porque careció de la chispa y
explosividad que va asociada al personaje. En cambio, un gran descubrimiento
fue la presencia de Anna Devin que
dio vida al personaje de Oberto, con tono cristalino, brillante y dúctil. Muy bien cantados estuvieron los papeles de
Oronte, por el tenor Ben Johnson, y
el de Melisso, con la profundidad vocal que le aportó el bajo Wojtek Gierlach. Harry Bicket, condujo desde el clavecín a
The English Concert, con entusiasmo, pausa y mano segura; y la orquesta le respondió
con un sonido compacto homogéneo, aunque en ciertos pasajes le falto quizás un
poco mas de alma a su ejecución para entusiasmar plenamente. Aun así el resultado
general del concierto fue meritorio.
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