Ramón Jacques
La Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia, creada en 1981, es el proyecto más ambicioso e importante de orquestas juveniles de España para formar jóvenes músicos e instrumentistas, organizado y sostenido por la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Por dicho programa han pasado muchos talentosos jóvenes, en su mayoría residentes de municipios murcianos y procedentes de conservatorios de la región, quienes después han pasado a formar parte de importantes conservatorios y orquestas en España y en el extranjero. Es de resaltar el meritorio trabajo de estas iniciativas, si se considera que de un programa similar en Venezuela, conocido como “El sistema”, se formó y surgió el destacado director de orquesta Gustavo Dudamel.
La orquesta ha realizado diversas giras por España y Europa, y en esta ultima por norteamérica, realizo su auspicioso debut en la sala de conciertos Alice Tully Hall del Lincoln Center de Nueva York, (complejo que alberga entre otros teatros al Metropolitan Opera House). La orquesta ofreció un balanceado y atractivo programa con obras de compositores españoles y una sinfonía de Mahler el más importante compositor postromántico. El concierto inició a todo ímpetu con el conocido y apasionante intermedio intermezzo de la zarzuela La Boda de Luis Alonso, de Geronimo Giménez (1854- 1923), obra plena de riqueza y colorido orquestal a la que la orquesta se adhirió con carácter y temperamento español.
La orquesta ha realizado diversas giras por España y Europa, y en esta ultima por norteamérica, realizo su auspicioso debut en la sala de conciertos Alice Tully Hall del Lincoln Center de Nueva York, (complejo que alberga entre otros teatros al Metropolitan Opera House). La orquesta ofreció un balanceado y atractivo programa con obras de compositores españoles y una sinfonía de Mahler el más importante compositor postromántico. El concierto inició a todo ímpetu con el conocido y apasionante intermedio intermezzo de la zarzuela La Boda de Luis Alonso, de Geronimo Giménez (1854- 1923), obra plena de riqueza y colorido orquestal a la que la orquesta se adhirió con carácter y temperamento español.
A continuación, se ofrecieron tres partes orquestales del ballet el Sombrero de Tres Picos de Manuel de Falla (inspirado en la música tradicional de Andalucía) comenzando: con una serena y la vez intensa ejecución de la Danza de los Vecinos (seguidilla); seguida de la penetrante Danza del Molinero (Farruca); y de la Danza final, jota de exuberante interpretación de los metales y cuerdas. En la segunda parte se ejecutó la Sinfonía 1 en re mayor (El Titán) de Gustav Mahler, en la que resalta la sutileza con la que se interpretó el primer movimiento, una especie de introducción mágica; el armonioso Ländler austriaco del segundo movimiento, la triste marcha fúnebre del tercero, y la energía tempestuosa del ultimo movimiento en el que la orquesta mostró un rico y brioso despliegue de cada una de sus secciones de instrumentos. Para finalizar se ofrecieron dos pasos dobles como propina, uno de los cuales fue “suspiros de España” La joven directora Virginia Martínez, tambien originaria de Murcia y titular de la orquesta desde el año 2006, concertó con entusiasmo y seguridad, extrayendo de su orquesta una diversa gama de tonos y colores que fue desde los más tenues y sutiles hasta los más animados y briosos. Su conducción fue autoritaria, pero aun así permitió libertades interpretativas a sus músicos en la búsqueda de las mejores armonías. Una personalidad a tener en cuenta en el mundo operístico, si se considera que ha sido ya asistente en dos operas wagnerianas en el Liceu de Barcelona. El siguiente destino de la orquesta fue el The Midwest Clinic en Chicago, un importante encuentro anual de orquestas y donde hacia muchos años que no se presentaba una orquesta europea.
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