Foto: Ramella&Giannese Fondazione Teatro Regio di Torino
Renzo Bellardone
El éxito del anunciado Barbiere di Siviglia, conocida opera de repertorio, se confirmó con un caluroso y prolongado aplauso de un publico que cortó antiguas supersticiones teatrales de producciones pasadas como la de color violeta, que en1973 en la reinauguración del teatro tanto inquieto a Maria Callas en la dirección escénica, con Di Stefano, y otras mas en años siguientes. En la del 2012, el maestro Alessandro Galoppini, conocedor del repertorio, después de realizar una obertura de sabor intimo, mantuvo la elegancia en el gesto, y encendió el brío con los buenos músicos en el foso y los intérpretes sobre el escenario. Don Basilio fue el afirmado Nicola Ulivieri quien delineo al personaje con su conocida presencia escénica y sólida técnica vocal. Con profesional comicidad, Roberto de Candia dio voz a un convincente Fígaro de movimientos astutos, quien no ahorro en la emisión de poderos y significativas coloraturas. Don Bartolo con vestido y peluca fue el siempre brillante Paolo Bordogna, quien con naturaleza innata se movió como aquellos que sufren del “reumatismo de la vejez” en una silla de ruedas, ofreciendo una prestación rica en timbre y con una agilidad poco común para un bajo. Antonino Siragusa que es hoy en día uno de los Almavivas de referencia en el panorama italiano, entre gags y arias difíciles creó un personaje agradable y de segura emisión. ¡Que buena fue la Rosina ! de Marina Comparato que ofreció una prueba muy madura y apreciable bajo cualquier punto de vista, diseñando un personaje con correctos movimientos de traviesa y con agilidad y coloraturas. Claudio Fenoglio dirigió al coro y Luisa Spinatelli firmó los coloridos y tradicionales vestuarios, mientras que la iluminación fue diseñada por Luca Anfossi.
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