Foto: Cenart/ Conaculta
El ensamble Tempus Fugit, bajo la
dirección artística y concertadora de Christian
Gohmer, ofreció tres funciones más de la ópera La violación de
Lucrecia de Benjamin Britten en el Teatro de las Artes del Centro
Nacional de las Artes (Cenart) con funciones repletas, en su mayoría de un
público joven, que demuestra el interés, pero acentúa la carencia, de ofrecer
en México títulos distintos a los populares y más conocidos. Con estas funciones se dio por terminada la
temporada, que comenzó en diciembre del 2013, con motivo del centenario del
compositor Benjamin Britten. La puesta
de esta ópera se realizó con apoyo de la beca México en Escena del Fondo
Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) del Conaculta y plantea la
pregunta ¿Hacia dónde se dirige nuestra sociedad? que es un cuestionamiento
hecho desde en la época romana, y sigue vigente al día de hoy de acuerdo a
Christian Gohmer, quien además asegura que Tempus Fugit ha demostrado que puede
hacer en México cualquier ópera, al menos en el nivel musical y vocal. En las presentaciones participarán ocho
cantantes, 13 músicos que integran la orquesta, y la dirección escénica y escenografías de Juliana Faesler y Clarissa
Malheiros. En estas funciones elenco estuvo encabezado por la soprano Amelia Sierra como Lucrecia. La soprano
Verónica Murua dio vida al coro
femenino y Orlando Pineda al coro masculino. Además Enrique
Ángeles interpretó a
Tarquinius, Rodrigo Yurahi Urrutia a Collatinus y Graciela Morales a Lucia.
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