Foto: Ben Gibbs
Ramón
Jacques
El ciclo de “Recitales de ópera con celebridades” que se presenta desde hace
algunas temporadas en la sala de conciertos The Broad Stage situada en
Santa Mónica California, se hace cada vez mas popular y está ganando muchos adeptos
entre el público de Los Ángeles que en cada concierto agota las entradas y
asiste con mucho entusiasmo a escuchar a las estrellas de la lírica de la
actualidad. Los recitales se seguirán realizando a futuro, a pesar del reciente
cambio en la dirección artística del teatro, y como broche de oro de la
temporada se dará el esperado debut local del tenor Jonas Kaufmann en un
recital de lied y arias de ópera acompañado al piano. En el
concierto que nos ocupa, el tenor Vittorio Grigòlo, en su tercera aparición
en este escenario en lo que va del año, estuvo acompañado por la soprano Diana
Damrau, en una función de alto calibre cargada de explosividad vocal y en
la que se notó el entendimiento que existe entre ambos artistas. El programa
estuvo conformado en su mayoría por duetos de operas como: Una parola, o Adina del Elixir de Amor y Lucia perdona..Verrano a
te de Lucia di
Lamermoor de Donizetti, como O soave Fanciulla de la Boheme, y Parigi, O cara de La Traviata de Verdi, todos muy
bien cantados y actuados, y que alcanzó su punto más alto en los emocionantes y
sensacionales duetos de Manon de Massenet Quequ’un! Vite Nous vivrons a Paris y Toi! Vous!..Ah viens Manon, jet’aime!,
ópera en la que ambos coincidieron la temporada pasada en el Metropolitan. Vittorio Grigòlo posee una voz segura,
homogénea, de seductor color y brillantez, que también plasmó en arias como Je Suis Seul de Manon y Recondita Armonia de Tosca. Por su parte, Diana Damrau
se mostró muy activa en escena, una artista carismática que transmite y agrada con su dúctil
y uniforme voz. A ella le correspondió cantar en solitario Prendi, per me sei libera de Elixir de Amor y Adieu Notre petitte table
de Manon.
Adecuado fue el acompañamiento de la orquesta bajo la mano segura y detallada Alberto
Meoli, además de su sobresaliente ejecución de la sinfonía de Norma y el Vals de Faust de Gounod, que redondeó una
agradable velada operística.
Complètement d'accord, trop de tout
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