Foto: Concierto y Michael Nesterowicz
Johnny Teperman A
Con la brillante participación del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile; la soprano Patricia Cifuentes y de la mezzosoprano Constanza Dorr, la Orquesta Sinfónica de Sinfónica de Chile, despidió a su director titular Michael Nesterowicz, ante cerca de dos mil personas, en la Catedral Metropolitana. El concierto formó parte de los homenajes al gran compositor austríaco Gustav Mahler al cumplirse este año el Centenario de su muerte. Considerada una obra maestra de gran eficacia estética y un testimonio de los conflictos interiores del propio autor, la obra fue compuesta por Mahler entre 1888 y 1894 y su versión completa fue estrenada el 13 de diciembre de 1895 por la Filarmónica de Berlín, en la capital alemana, bajo la dirección del propio Mahler. El primero de sus cinco movimientos, compuesto en 1888, tuvo durante algunos años una existencia independiente bajo el título de "Ritos fúnebres" como poema sinfónico basado en un poema del polaco Adam Mickiewicz. El verano de 1892 Mahler terminó el segundo, tercer y cuarto movimiento, pero aún le quedaba el final, que él quería fuera apoteósico. Para imprimirle más grandiosidad incorporó un coro, al igual que Beethoven a su Novena Sinfonía y se inspiró en la ceremonia fúnebre dedicada a su amigo, el director Hans von Bülow para escribir la conclusión del Juicio Final y la Resurrección cantada al término de la obra por un coro que representa los santos y bienaventurados. “La Resurrección” se inicia con un movimiento de carácter fúnebre, que representa la muerte del triunfante héroe de la primera sinfonía escrita por el compositor; luego, los movimientos centrales sirven como nexo con el final, ya que en ellos el personaje recuerda pasajes de su vida terrenal y lucha contra su falta de fe en sí mismo y en Dios. En el último movimiento, basado en la Oda a la Resurrección de Klopstock, el héroe ha encontrado las respuestas a su preocupación inicial sobre la muerte y logra tomar el camino que, finalmente, lo conduce a la salvación.
Este fue el último concierto de Michal Nesterowicz como director titular de la Sinfónica de Chile, cargo que el reconocido director polaco asumió en 2008 y durante el cual la agrupación orquestal abarcó nuevos repertorios con obras tanto de autores chilenos como contemporáneos, algunas de las cuáles fueron grabadas para su reproducción por el sello SVR. El Maestro Nesterowicz deja la titularidad de la Sinfónica para dedicarse a varios proyectos musicales en Europa, donde ha obtenido notoriedad desde que ganó el Concurso Internacional de Dirección de Orquesta de Cadaqués, en España en junio de 2008. Ahora, el Maestro Nesterowicz además retorna al viejo continente, para cumplir con varios compromisos, entre ellos, conciertos con la Royal Liverpool Philharmonic, la Orquesta Sinfónica de Galicia, la Orquesta Sinfónica de Granada, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, la Orquesta Filarmónica de Valle, Orquesta Sinfónica de Tenerife, Virtuosi Italiani, Polish National Philharmonic, Orchestra in Warsaw, Orchestra Sinfonica Siciliana y Orquesta Nacional de España, entre otras. A Chile volverá en abril para dirigir dos programas de la Temporada de Conciertos 2012 de la Orquesta Sinfónica de Chile. Para el Concierto en la Catedral Metropolitana el Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile y el Maestro Nesterowicz prepararon una especial versión de esta obra maestra de Mahler. Una de las novedades que se consideró, fue el uso del órgano original de tubos de la Catedral, un flight & Son de 1849 traído desde Inglaterra, el más antiguo y uno de los tres más grandes que hay en el país.
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