Fotos: Elena Nebera (soprano) Erwartung. A. Colombaroli - Teatro Colon de Buenos Aires
Martín Leopoldo Díaz (Claridge Hotel)
Poner en escena obras de vanguardia o títulos no muy conocidos por el público local requiere audacia y coraje. Por eso es muy meritoria la puesta y el acierto en la elección de estos dos nuevos títulos de la Temporada Lírica 2012 del Teatro Colón. Así, se recibió con calidez a “Erwartung” de Arnold Schönberg y “Hagith” de Karol Szymanowski en una apacible tarde invernal. Schönberg compuso esta breve ópera durante sus vacaciones de verano en 1909. Fue su primera obra para la escena, basada en un libreto de Marie Peppenheim. Este monodrama está considerado como una obra maestra del atonalismo libre. Todo se reduce al monólogo desesperado de una mujer, buscando en el bosque a su amante, a quien luego encuentra muerto. Fue sobresaliente la actuación de la soprano rusa Elena Nebera, quien tuvo que reemplazar a Evelyn Herlitzius a último momento. Nebera cantó con excelente emisión y volumen y pasó por todos los estados de ánimo que requiere la obra: furia, pasión, melancolía y desenfreno. Su mérito es doble, considerando lo extremadamente difícil que es el estudio de estas obras atonales, y el hecho de que salió a escena casi a último momento, logrando el éxito merecido. Muy delicada y sutil fue la puesta en escena y la realización visual, asi como el diseño de iluminación y vestuario de Pedro Pablo García Caffi. Con escasos elementos, pero muy bien pensados, usados y dosificados, García Caffi creó el clima ideal para esta extraordinaria y difícil partitura.
La ópera de Karol Szymanoswski fue una grata y emocionante sorpresa. Compuesta entre 1912 y 1913, sólo se estrenó en el Gran Teatro de Varsovia en 1922 en idioma polaco. Con gran orquestación, el director Baldur Brönnimann tuvo un desempeño excelente y la Orquesta Estable del Teatro Colón respondió magníficamente, sorteando con bravura las difíciles partituras. Hagith conmovió con sus tintes épicos y el muy buen desempeño del director de escena y vestuario Michal Znaniecki. Tanto la soprano Ewa Biegas, en el rol de Hagith, como Enrique Folger personificando al Joven Rey cantaron excelentemente y se lucieron en sus roles. Hans Schöpflin fue un creíble e histriónico Viejo Rey, aunque su voz no tiene demasiado volumen; en tanto Alexander Teliga y Luciano Garay hicieron un muy buen trabajo. Como es costumbre, la labor del Coro Estable del Teatro Colón dirigido por Peter Burian, fue superlativa.