Foto: Lynn Lane
Lorena J. Rosas
Con el estreno mundial de la ópera The Phoenix o (Las aventuras operáticas de Lorenzo Daponte en dos continentes, en dos
actos) del compositor ingles Tarik O’Regan
y libreto del director de escena John
Caird, la Gran ópera de Houston contabiliza ya 66 estrenos absolutos en su
escenario, lo que quizás sea ya un récord inigualable entre los teatros de ópera.
La historia describe pasajes de la vida de Lorenzo Daponte y su escandalosa vida
que lo llevó a participar en la trilogía de operas de Mozart. Se trata de una secuencia de escenas, con poca
profundidad y que de manera escueta, abordan aspectos poco conocidos de este
personaje: a quien después de ordenarse como sacerdote y de ser poeta en Venecia,
se le descubrieron nexos con burdeles, y tener dos hijos ilegítimos. Al conocer
a Mozart en Viena se desarrolló como un exitoso libretista codeándose con la
alta sociedad europea, pero cuando el éxito se esfumó, emigró a los Estados
Unidos donde fundó la primera compañía de ópera de la ciudad. En escena se recurrió
al recurso del teatro dentro del teatro,
y todo comenzó en la parte trasera del ensayo de una obra; posteriormente en el
frente del escenario de ese teatro se desarrolló prácticamente toda la acción,
y donde el propio Da Ponte se observaba a sí mismo, y a los personajes que a su
vez interpretan a otros personajes dentro un marco poco lucidor del diseñador David Farley. Actoralmente la escena lucía
estática, lenta, pesada y poco estimulante por momentos. Orquestalmente la partitura
es moderna, por llamarla así, atonal, y carente de interesantes pasajes melódicos,
y sin lucimiento vocal ni arias, más allá de extensos diálogos y recitativos en
italiano e inglés, poco entendibles en ocasiones, y alguno que otro momento de
lucimiento del coro. El teatro puso
todos los recursos necesarios a disposición de este proyecto, que pienso no dio
los resultados esperados, ya que contó con el barítono Thomas Hampson, quien dejó constancia de su larga experiencia y convicción,
como el viejo Da Ponte; y del bajo-barítono Luca Pisaroni, como el joven Da Ponte, con correcto desempeño vocal
y actoral. La mezzosoprano Rihab Chaieb, que encarnó a los personajes
de Maria Malibran y Mozart, actuó con gracia y exhibió admirables cualidades
vocales. A Patrick Summers, director
musical del teatro, se le notó comprometido con el proyecto y dirigió con
intensidad y entusiasmo.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.