Fotos: Daniel Azoulay.
Elvira Cuevas
Cierre
magistral de la temporada 2019 de la Florida Grand Opera con Werther, obra maestra de Jules
Massenet, que, aunque fue estrenada en Viena en 1892 en Viena, y tras el largo
paso del tiempo, hasta el día de hoy no pierde su fascinación y seducción. Un lujo a cuentagotas que pocos teatros nos
dan de vez en cuando. Desde el inicio de
la función y su entrada al escenario el tenor Dimiti Pittas mostró su gran porte como Werther y conquisto al
publico en su debut local. Su hermosa
voz es singularmente lírica, redonda, dramáticamente fuerte, se trata de un
artista sensible, expresivo y totalmente atractivo en escena. Como Charlotte, la mezzosoprano Daniela Mack, exhibió una voz de
considerable expansión, y la cualidad oscura de su voz fue grata, y bien
proyecta, incluso cuando yacía en el suelo. El resto de los papeles secundarios
fueron generosamente interpretados como la soprano Eva Kardon quien prestó un timbre dulce y convenció con su juvenil
personalidad como Sophie. El barítono de
voz resonante Benjamin Dickerson fue
un sólido Alberto. Correctos el
bajo-barítono Jake Gardner como Le
Bailli, padre de Charlotte; y sus dos amigos Schmidt y Johann, aquí interpretados
por Dominick Corbacio y Rafael Porto, respectivamente, quienes
cantaron con vigor y su escena de ebriedad en la apertura del acto II fue muy
divertida. Mención para las voces del
sexteto del coro infantil, y para los elegantes vestuarios. La detalla elaboración y diseño propio de la
época del montaje de Howard Tsvi Kaplan
y Michael Baumgarten fue adecuada.
La dirección escénica corrió a cargo de Lawrence
Edelsen fue buena acorde al marco escénico y el desenvolvimiento en escena
de los artistas. Finalmente, Joseph Mechavich se encargó de la
conducción musical que definió con pasión e ímpetu.
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