Saturday, November 14, 2009

Boston Symphony Orchestra - Symphony Hall, Boston

Foto: Fabio Luisi y Lise de la Salle
Credito: Michael J. Lutch©


Lloyd Schwartz (The Phoenix)

El joven director italiano Fabio Luisi, que trabaja principalmente en Alemania, dirigió un programa mas o menos todo de música Francesa, como: la debussiana Pastorale d'été (1920) del compositor suizo nacido en Francia Arthur Honegger; el Concierto No. 2 para piano de Saint-Saëns'(1868), y Petrouchka de Stravinsky obra que estrenó en Paris en 1911 en los Ballets Russes, with Nijinsky en el papel principal del oscurecida trágica cómica marioneta. Fui especialmente atrapado por la lánguida obra de Honegger con su sección de vientos, en su primera ejecución en el Symphony Hall por la Boston Symphony Orchestra desde que el propio compositor la dirigió en 1929. En la interpretación del concierto de Saint-Saëns, que alterna un casi robusto sonido wagneriano con encantadoras melodías y brillante cosquilleo de tono marfil, Lise de la Salle, una francesa de 21 años, mostró una técnica fluida, y que sabe diferenciar entre fuerza y encanto, pero hubiera sido deseable que tuviese mayor dinámica y variedad tonal. Todo sonó un poco fuerte, un poco falto de color, aun cuando estuvo conciente de los elementos contrastantes. Petrouchka presentada en su brillante revisión de 1947, fue toda una delicia. Luisi pudo maniobrar los ritmos mas difíciles de Stravinsky, y la orquesta estuvo siempre brillante. Pero tuvo el raro habito de bajar la dinámica de algunas de las vignettes del ballet, haciendo sentimental la aguda y cómica visión de Stravinsky, y reduciendo mas que acrecentar su emoción. La tintineante música que atraviesa la movida música de la feria Shrovetide sonó tan picante como “Moon River”

English Version

Foto: Fabio Luisi
Credito: Michael J. Lutch©


Lloyd Schwartz (The Phoenix)

Fabio Luisi, a young Italian conductor working mostly in Germany, led a program of more or less French music: French-born Swiss composer Arthur Honegger's very Debussyan Pastorale d'été (1920), Saint-Saëns's Piano Concerto No. 2 (1868), and Stravinsky's Petrouchka, which premiered in Paris in 1911 at the Ballets Russes, with Nijinsky in the title role of the benighted tragic-comic puppet. I was especially taken with the languorous, woodwindy Honegger, in its first BSO performance at Symphony Hall since 1929, when Honegger himself conducted it. In the BSO's performance of the Saint-Saëns, which alternates an almost Wagnerian heft with charming tunes and scintillating ivory tickling, Lise de la Salle, a 21-year-old from France, was technically fluent and she knew the difference between heft and charm. I wish she also had greater dynamic and tonal variety. Everything sounded a little loud, a little lacking in color — even when she was aware of contrasting elements. Petrouchka, presented here in its sleeker 1947 revision, was mainly a delight. Luisi can handle Stravinsky's trickiest rhythms, and the orchestra was never less than brilliant. But he had an odd habit of slowing down some of the ballet's vignettes, sentimentalizing Stravinsky's sharper-edged comic vision and actually reducing rather than enhancing its poignance. The tinkly tune that darts through the busy Shrovetide Fair music sounded about as saucy as "Moon River"

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