Monday, June 27, 2011

Magia, Nostalgia y Calidad reinaron en los dos conciertos que dirigió Ennio Morricone en Chile

Foto: Ennio Morricone

Johnny Teperman.

El famoso y laureado compositor italiano de música de cine y bandas sonoras de 82 años Ennio Morricone volvió a Chile en el marco de la gira que realiza con motivo de la celebración de sus 50 años de carrera.  En esta oportunidad, el músico europeo ofreció dos presentaciones e mediados de junio, en el coliseo techado MoviStar Arena del sector del Parque O’Higgins, con capacidad para 12 mil personas. Lo acompañaron la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile,ambos conjuntos artísticos del Centro de Extensión Cultural (CEAC)de la Universidad de Chile. Escribir de la biografía de Morricone es sólo insistir en informar sobe uno de los más conocidos compositores cinematográficos, gracias sobre todo a la música de los llamados “spaghetti westerns”, pero también merced a las bellas melodías de emblemáticas producciones como “Días del cielo”, “La Misión” o “Cinema Paradiso”. Igual hay que citar sus obras para series de televisión; entre las más conocidas están “Moisés”, “Marco Polo”, “La Piovra” o “El secreto del Sahara”. Por ultimo señalar que compuso la marcha de la Copa Mundial de FIFA “Argentina 78”.

DOS BRILLANTES Y ACOGEDORES CONCIERTOS.

Morricone volvió a Chile en el marco de la gira que está realizando con motivo de la celebración de sus 50 años de carrera.  Esta fue la segunda oportunidad en que el Coro Sinfónico acompañó a Morricone. Anteriormente lo hizo con mucho éxito en los conciertos que ofreció el año 2008 cuando visitó el país con la Orquesta Sinfónica de Roma. En esta oportunidad, el Movistar Arena fue habilitado a la mitad de su capacidad para provocar una atmósfera más cercana con el público que se deleitó escuchando sus éxitos como las composiciones de “El Bueno, el Malo y el Feo”, “Los Intocables”, “La Misión” y “Cinema Paradiso”, entre otras.  Morricone, de 82 años, luce un repertorio de más de 500 partituras de cine y televisión, siendo el creador de música de películas más prolífico de la historia.  Tiene 26 discos de oro, 40 millones de discos álbumes vendidos, un Grammy y un Oscar Honorífico de la Academia de Hollywood como homenaje a su dilatada carrera artística de 50 años. Ambas veladas estuvieron plenas de emociones y regocijo, cada una con más de 5 mil personas que llegaron hasta el recinto para escuchar inolvidables melodías de famosas películas que fueron rememoradas a través del magnífico sonido logrado por los músicos y cantantes chilenos, además de la destacada soprano Susanna Rigucci que forma parte de la delegación artística del Maestro junto a sus cinco músicos italianos.  El ambiente era distinto al de hace tres años cuando el solo anuncio de la visita de Ennio Morricone causó una expectación inusitada en el público chileno que agotó en pocas horas las miles de entradas gratuitas asignadas a través de Internet. Esta vez los asistentes, que ahora pagaron sus entradas, llegaron tranquilamente hasta el Movistar Arena, abrigados para eludir el frío y seguros de que vivirían un momento único. Familias, parejas, jóvenes y niños escucharon con respeto las creaciones de Morricone, quien con su avanzada edad, su porte esbelto y firme, su expresión flemática y una seguridad abrumadora fue entregando el fruto de su creación.  A la admiración del público por el autor de legendarias melodías que alguna vez los hicieron soñar frente a la pantalla, se sumaron la sorpresa y el orgullo de comprobar que aquella música era maravillosamente interpretada por la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, agrupaciones que justificaron plenamente su reconocida trayectoria al ofrecer un trabajo impecable y de alto nivel.  El programa escogido por el Maestro Morricone permitió recorrer las diferentes etapas de su amplio repertorio de más de 500 composiciones para el cine y la televisión. Una a una fueron pasando por su atril las partituras de temas de diferentes películas, yendo desde el romanticismo de canciones del filme “Érase una vez en América” como el “Tema de Deborah” a rememoradas composiciones de westerns como “El bueno, el malo y el feo” y “El éxtasis del oro” que permitieron el lucimiento de Susana Rigucci y de los integrantes del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile.  Uno de los momentos más íntimos se produjo cuando ofreció tres temas emblemáticos de “La Misión”, uno de sus trabajos para el cine más conocidos a nivel mundial. La cálida ovación del final hizo que Morricone hiciera no solo uno sino cuatro encores, que dieron un cierre espectacular a dos horas de gozo espiritual.

POSITIVAS REACCIONES

“Un espectáculo maravilloso, la orquesta magnífica, el coro sensacional y el director maravilloso; lo mejor que se ha visto últimamente”, exclamó una dueña de casa. mientras salía del Arena Movistar. “La música estuvo increíble y me encantó que Morricone hubiese escogido músicos chilenos para sus conciertos porque eso lo acerca más a Chile y resulta más bonito para el espectáculo”, opinó un joven aficionado. Una dama, quien asistió al concierto junto a sus hijos, afirmó: “Lo encontré maravilloso, me pareció un espectáculo perfecto desde la creación y la interpretación; lo disfrutamos en familia” y agregó que asistió motivada por apreciar la música de un artista tan famoso. Encuentro espectacular que él a sus 82 años esté de pie y dirigiendo, ahora a la Sinfónica y al coro, no los había visto nunca y los encontré magníficos”. Reconociéndose un fanático de Ennio Morricone, un asistente dijo: “Fue un concierto espectacular. Todos sus temas reflejan el momento exacto en cada película; la interpretación de la Sinfónica fue espectacular, tenemos muy buenos músicos en el país. En las composiciones con voces, el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile se lució, especialmente en “La Misión”. Los artistas nacionales dejaron muy bien puesto el nombre del país”. Estas presentaciones de los dos conjuntos nacionales pertenecientes al Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, CEAC, se sumaron a las ofrecidas en febrero junto al cantante Sting en el Festival de Viña del Mar. Durante los días en que estuvo en Chile, el maestro Morricone recibió varios homenajes. Entre ellos, el que le brindaron los integrantes de la Asociación de Periodistas de Espectáculos y Cultura, APES, consistente en una artística estatuilla, distintiva de la entidad.

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