Giosetta Guerra
En el tercer centenario del nacimiento de Giovanni Battista Pergolesi, la Fondazione Pergolesi Spontini de Jesi hizo un homenaje a su conciudadano, llevando a la escena algunas de sus operas
En el Teatro "Valeria Moriconi", un espacio teatral creado en la iglesia del convento de San Floriano, se escenifico Il Flaminio, la ultima opera compuesta por Pergolesi antes de su prematura muerte a causa de la tuberculosis a la edad de veintiséis años, En esta ocasión se introdujo el nuevo sistema tecnológico myKoiné, que permitió visualizar en una pequeña pantalla de mano los supertítulos de la obra, el programa de sala, el argumento de la opera, el elenco, la sinopsis y las imágenes en video de la puesta escénica asi como imágenes detrás del escenario. MyKoiné nació de la unión de dos dinámicas compañías NetResults, perteneciente a la Universidad de Pisa, la Eikon de Florencia y de la experiencia del teatro de Cristian Venturini.
Il Flaminio, representada en 1736 en el Teatro Nuovo de Nápoles, es una opera de grandes dimensiones en tres actos, y 55 escenas con una introducción instrumental muy elegante en tres movimientos, recitativos de gran efecto, 24 arias, 4 ensambles, 2 duetos, un terceto y un final. Las arias son muy bellas, y contiene una introducción instrumental que nos anuncia el clima de la obra. La ejecución musical fue confiada a Ottavio Dantone, director y maestro al clavecín y a la Accademia Bizantina, expertos en música del siglo dieciocho del estilo de ejecución barroca y contó con una compañía especializada de canto.
La trama es complicada y extravagante, ya que los papeles bufos conviven con los papeles serios, y donde el dialecto napolitano se mezcla con la lengua italiana. En escena se agregaron seis personajes cada uno con sus propias características los civiles Flaminio y Giustina, partes serias derivadas de la experiencia barroca, Agata, Ferdinando y Polidoro partes de “color”, y Checca y Vastiano, las partes bufas.
En el Teatro "Valeria Moriconi", un espacio teatral creado en la iglesia del convento de San Floriano, se escenifico Il Flaminio, la ultima opera compuesta por Pergolesi antes de su prematura muerte a causa de la tuberculosis a la edad de veintiséis años, En esta ocasión se introdujo el nuevo sistema tecnológico myKoiné, que permitió visualizar en una pequeña pantalla de mano los supertítulos de la obra, el programa de sala, el argumento de la opera, el elenco, la sinopsis y las imágenes en video de la puesta escénica asi como imágenes detrás del escenario. MyKoiné nació de la unión de dos dinámicas compañías NetResults, perteneciente a la Universidad de Pisa, la Eikon de Florencia y de la experiencia del teatro de Cristian Venturini.
Il Flaminio, representada en 1736 en el Teatro Nuovo de Nápoles, es una opera de grandes dimensiones en tres actos, y 55 escenas con una introducción instrumental muy elegante en tres movimientos, recitativos de gran efecto, 24 arias, 4 ensambles, 2 duetos, un terceto y un final. Las arias son muy bellas, y contiene una introducción instrumental que nos anuncia el clima de la obra. La ejecución musical fue confiada a Ottavio Dantone, director y maestro al clavecín y a la Accademia Bizantina, expertos en música del siglo dieciocho del estilo de ejecución barroca y contó con una compañía especializada de canto.
La trama es complicada y extravagante, ya que los papeles bufos conviven con los papeles serios, y donde el dialecto napolitano se mezcla con la lengua italiana. En escena se agregaron seis personajes cada uno con sus propias características los civiles Flaminio y Giustina, partes serias derivadas de la experiencia barroca, Agata, Ferdinando y Polidoro partes de “color”, y Checca y Vastiano, las partes bufas.
Juan Francisco Gatell (Polidoro, hermano de Agata y enamorado de Giustina) al final de la primera aria que es de alegría “Amor che si sta accolto” (atto II sc. I) demostró ser un tenor con bella proyección vocal, bello timbre, claro, robusto y seguro, que estuvo correcto en la ejecución y en el respeto de las dinámicas del canto. Vito Priante (Vastiano, sirviente di Polidoro) es un bajo de agraciada y amplia voz, de buen peso, muy timbrada tanto en los recitativos como en el canto en (“Con queste paroline”). Tuvo importantes notas graves en (“Quando voi vi arrosseggiate”), y una bella extensión y notable capacidad para aligerar. Marina De Liso (Giustina, viuda enamorada de Flaminio) exhibió una voz densa de bello color de mezzosoprano, interesante cuerpo vocal, vibrante, rico de pathos, y luminosa en la zona aguda, en las arias de dolor (“D’amor l’arcano ascoso”), como en las de furor (“In mezzo a questo petto”) o en las que expresan dulzura. (“Più, crudel, non mi dirai”).
Laura Polverelli con un vestido blanco de hombre fue Flaminio con el nombre de Giulio, amante de Giustina; en el aria de furor y con introducción instrumental y vigoroso acompañamiento “Scuote e fa guerra” (atto I sc. IX) fue una virtuosa con voz muy extensa y sólida, aunque muy clara para ser mezzosoprano. En la larga aria de desesperación “O Dio. Sei troppo barbara” la voz fue usada con ímpetu y con suavidad Serena Malfi con vestimenta masculina gris, zapatos y cabello negro, bigote y anteojos, caracterizó el papel de Ferdinando, un hombre pretencioso, prometido de Agata, que estuvo escénicamente bien. Es una mezzosoprano dotada de una voz pulida rica en sonoridad, vibraciones y luminosa, que cantó bien la arias de dolor del tipo “Non si’ cchella ch’io lassaie” acompañada de una música prodiga y en la de rabia come “Lo caso mio”.
Laura Polverelli con un vestido blanco de hombre fue Flaminio con el nombre de Giulio, amante de Giustina; en el aria de furor y con introducción instrumental y vigoroso acompañamiento “Scuote e fa guerra” (atto I sc. IX) fue una virtuosa con voz muy extensa y sólida, aunque muy clara para ser mezzosoprano. En la larga aria de desesperación “O Dio. Sei troppo barbara” la voz fue usada con ímpetu y con suavidad Serena Malfi con vestimenta masculina gris, zapatos y cabello negro, bigote y anteojos, caracterizó el papel de Ferdinando, un hombre pretencioso, prometido de Agata, que estuvo escénicamente bien. Es una mezzosoprano dotada de una voz pulida rica en sonoridad, vibraciones y luminosa, que cantó bien la arias de dolor del tipo “Non si’ cchella ch’io lassaie” acompañada de una música prodiga y en la de rabia come “Lo caso mio”.
Sonia Yoncheva (una provocativa Agata, enamorada de Flaminio), es una soprano de agilidad que se desempeñó muy bien en la agitada aria “Non vo’ tal sposo” y que alternó hábilmente una vocalidad lanzada con trinos, medias voces y delicadeza sobre la música, como agitada en el aria “Da rio funesto turbine”. La soprano Laura Cherici (Checca) siguió con maestría las brillantes arias del tipo de “A lui donai mio core”.
Muy original y funcional estuvo la nueva producción escénica de Benito Leonori. La planta central de la iglesia acogió al público, sobre la parte de atrás de la escena de se colocó la orquesta, y los personajes actuaban en todos los espacios posibles e imaginables, en escena, en la platea, y en los espacios laterales. Pocos elementos como cuatro sillas, y habilidad para hacer parecer lleno un escenario prácticamente inexistente para envolver al público en un carrusel de apariciones con un amplio juego de luces. Dirección escénica divertida con imágenes a contraluz y luces de Michal Znaniecki, y vestuarios de Klaudia Koniecki.
El espectáculo fue bien hecho y muy interesante. Seguramente habrán estado muy bellos e interesantes los otros espectáculos como Adriano in Siria y Livietta e Tracollo, que lamento no haber podido presenciar por razones de horario, ya que no se puede iniciar a las 21 horas obras que duran mas de cuatro horas (y el barroco tiene necesidad de gente despierta) y que lo hace difícil para las personajes que no residen o están alojadas en esta y deben conducir de noche. Para esta operación estaría bien un domingo a media tarde.
Muy original y funcional estuvo la nueva producción escénica de Benito Leonori. La planta central de la iglesia acogió al público, sobre la parte de atrás de la escena de se colocó la orquesta, y los personajes actuaban en todos los espacios posibles e imaginables, en escena, en la platea, y en los espacios laterales. Pocos elementos como cuatro sillas, y habilidad para hacer parecer lleno un escenario prácticamente inexistente para envolver al público en un carrusel de apariciones con un amplio juego de luces. Dirección escénica divertida con imágenes a contraluz y luces de Michal Znaniecki, y vestuarios de Klaudia Koniecki.
El espectáculo fue bien hecho y muy interesante. Seguramente habrán estado muy bellos e interesantes los otros espectáculos como Adriano in Siria y Livietta e Tracollo, que lamento no haber podido presenciar por razones de horario, ya que no se puede iniciar a las 21 horas obras que duran mas de cuatro horas (y el barroco tiene necesidad de gente despierta) y que lo hace difícil para las personajes que no residen o están alojadas en esta y deben conducir de noche. Para esta operación estaría bien un domingo a media tarde.
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