Foto: Keith Ian Polakoff
Como inició de su temporada, la Opera de Long Beach de California presentó la opera-tango u operita María de Buenos Aires obra estrenada en Buenos Aires en 1968 del compositor Astor Piazzolla, con libreto de Horacio Ferrer, que ya había sido montada por esta compañía en el 2004. Bajo la conducción musical de Andreas Mitisek, quien se considera un apasionado de esta música, dirigió con ímpetu a una reducida orquesta de cámara acompañada de un bandoneón de la que escucharon las irresistibles y provocativas melodías del tango y el particular lenguaje musical de Piazzolla. La historia que cuenta la vida de una prostituta porteña y su vida después de la muerte fue situada en esta ocasión dentro del contexto de la ocupación militar entre 1976 y 1983, en la que el personaje de María se convirtió en una de las victimas de la tortura y el terror. Con intensa actuación de los personajes, proyecciones, iluminación y los bailes de The Nannette Brodie Dance Theatre se creó un ambiente de consternación y pánico en el que sobresalió siempre la música. La dirección escénica fue encomendada a Gregorio Luke, quien además interpretó el papel hablado de El Duende. La soprano Peabody Southwell, dio vida a una creíble, apasionada y sexy María; y el barítono mexicano Gregorio González, tuvo un buen desempeño vocal y escénico como el joven e impetuoso amante. RJ
Como inició de su temporada, la Opera de Long Beach de California presentó la opera-tango u operita María de Buenos Aires obra estrenada en Buenos Aires en 1968 del compositor Astor Piazzolla, con libreto de Horacio Ferrer, que ya había sido montada por esta compañía en el 2004. Bajo la conducción musical de Andreas Mitisek, quien se considera un apasionado de esta música, dirigió con ímpetu a una reducida orquesta de cámara acompañada de un bandoneón de la que escucharon las irresistibles y provocativas melodías del tango y el particular lenguaje musical de Piazzolla. La historia que cuenta la vida de una prostituta porteña y su vida después de la muerte fue situada en esta ocasión dentro del contexto de la ocupación militar entre 1976 y 1983, en la que el personaje de María se convirtió en una de las victimas de la tortura y el terror. Con intensa actuación de los personajes, proyecciones, iluminación y los bailes de The Nannette Brodie Dance Theatre se creó un ambiente de consternación y pánico en el que sobresalió siempre la música. La dirección escénica fue encomendada a Gregorio Luke, quien además interpretó el papel hablado de El Duende. La soprano Peabody Southwell, dio vida a una creíble, apasionada y sexy María; y el barítono mexicano Gregorio González, tuvo un buen desempeño vocal y escénico como el joven e impetuoso amante. RJ
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