Gonzalo Tello (Opera Peru)
La asociación Romanza estrenó este jueves su temporada de ópera del 2010. Esta temporada presenta cuatro títulos cortos del estilo verista de los compositores Pietro Mascagni, Ruggiero Leoncavallo y Giacomo Puccini en dos programas dobles. En este primer programa vimos después de muchos años juntas, la dupla “Cavalleria Rusticana / Pagliacci”. “Pagliacci” fue montada por Prolírica hace no muchos años sobre el mismo escenario y la que aun es de recuerdo reciente.
El encargo de esta producción cayó sobre el argentino Carlos Palacios, director de escena con gran experiencia en el Teatro Colón y en importantes teatros europeos. Su visión de “Cavalleria Rusticana” ilustra una escenografía tradicional y una puesta respetuosa de las tradiciones de la trama, donde existen códigos de conducta que una versión fuera de época y contexto podría confundir y afectar su efectividad teatral. La acción teatral durante la obra está presente permanentemente, incluso durante el preludio, destacando desde el inicio el amor prohibido entre Turiddu y Lola, y los celos de Santuzza, motor que mueve la trama. Colores sobrios en la escenografía, iluminación muy bien manejada y movimientos coordinados con el ritmo de la música se destacan en esta producción. Sobre todo por la disciplina de los artistas sobre el escenario, y por el esfuerzo en los detalles de la escenografía, a cargo de Pepe Sialer, la cual esta muy bien lograda y superando trabajos anteriores.
Completa el reparto la joven mezzo Rosangela Merino, en el corto pero importante rol de mama Lucia. Totalmente a la altura de sus colegas y con una actuación convincente de inicio a fin. Es una voz muy interesante a la que deben abrírsele más espacios pronto. El maestro Enrique Ricci es fiel a la tradición de esta partitura, la cual conoce muy bien. Logra un buen trabajo con la orquesta Ciudad de Lima, la cual suena bien afinada, con volúmenes y matices interesantes. Seguramente ese sonido y la precisión en entradas y salidas irán mejorando conforme pasen las funciones. El único punto flojo viene del órgano, el cual estando en el foso produce un sonido muy fuerte, tanto en el “Innegiammo” como en el “intermezzo”.
La gran sorpresa para nuestro publico la da el tenor chileno José Azócar, quien interpreta a Canio. Voz de tenor lírico hacia dramático, remueve el Segura con tal potencia y precisión que conmueve sobremanera tanto en su "ridi Pagliaccio" asi como al final en su gran escena de celos. Seria una gran acierto no perderlo de vista y volverlo a considerar en Lima para roles como el de Otello o Manrico en el futuro.
La soprano chilena y estrella de la temporada, Verónica Villarroel, nos muestra no sólo uno de sus roles mas emblemáticos sobre los principales teatros del mundo, sino el por qué es tan considerada y admirada: Teatralmente se muestra entregada a su rol con un gran derroche histriónico corriendo de un lado al otro, luchando y amando al resto de personajes de manera realista y tosca, fiel al personaje de Nedda, una mujer poco educada y vida de la calle. Consigue encontrar una gran química con el barítono peruano José Sacín, en el rol de Silvio. Ambos logran conmover al público y levantar la ternura de la misma música. Elogios miles para esta actriz-cantante que trae su experiencia a nuestro teatro. Sacín sobre el escenario es elegante y logra buenos resultados, apoyado por la figura de Villarroel en su corto papel. Altomare vuelve a comerse al público con un extraordinaria interpretación del Prologo y en un rol tan detestable como el de Tonio. Altomare es bien considerado en nuestro teatro y esperemos volverlo a ver en un protagonico, como "Macbeth", pronto.http://www.operaperu.com
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