Ramón Jacques
“Encanto infinito” es el titulo del concierto inaugural de la nueva temporada de la Los Angeles Chamber Orchestra, ya que cada una de las obras seleccionadas para este programa contiene una magia y un misterio especial. Tal es el caso de la música de Mendelssohn, que frecuentemente se ha definido como “encantadora” por su ligereza y fascinación, y esto quedó demostrado en la refinada ejecución de la: Ouverture, Op 21, el Scherzo y el Nocturno Op. 61 (1842) de A Midsummer Night's Dream con la que dio inicio el concierto bajo la conducción de Julian Kuerti, quien hasta el mes de agosto del 2010 fungió como director asistente de James Levine y de la Boston Symphony Orchestra. El joven director canadiense exaltó la tranquilidad, la vivacidad y la expresividad de cada movimiento de una manera apasionante. Sergei Prokofiev se hizo presente con la provocadora y por momentos lúgubre música de su Concierto para violín y orquesta n.º 1 en re mayor, opus 19 que tuvo como invitada a Leila Josefowicz, y a su Guarnieri del Jesu de 1724, del que emanó incandescencia e intensidad en una tonalidad evocadora del estilo romántico de Mendelssohn. El segundo movimiento Scherzo: Vivacisimo, fue un autentico tour-de-force, para la violinista canadiense. Del compositor estadounidense Pierre Jalbert (1967) se escuchó una liviana y breve pieza para cuerdas, harpa y alientos de carácter meditativo llamada Les espaces infinis, una suerte de viaje por el espacio y el tiempo suspendido por modernas armonías. El concierto culminó con la exaltada batuta del director y la ágil y veloz sección de cuerdas de la orquesta, con una esplendida interpretación de la Sinfonía no. 88 de Haydn.
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