Fotos: Amarilli Nizza
Poseedora de un canto solido y
refinado, innegable talento dramático y una radiante presencia escénica han
hecho que Amarilli Nizza, originaria
de Milán, Italia, se haya convertido en una de las sopranos más sobresalientes
de la actualidad. Su repertorio comprende la interpretación de los papeles más
importantes de las óperas de Verdi y Puccini, y de otros compositores, sin
dejar de mencionar el papel más
emblemático de su carrera, el de Cio Cio San en Madama Butterfly. Se ha presentado
en escenarios como el Covent Garden de Londres, Ópera de Viena, Arena de
Verona, Liceu de Barcelona, Deutsche Oper Berlín, Maggio Musicale Fiorentino,
Teatro Colón de Buenos Aires, Opernhaus de Dresden, Leipzig Opernhaus, San Carlo
de Nápoles, Ópera de Roma, Carlo Felice de Génova, Regio de Parma, Regio de
Turín, Opera de Monte Carlo, New National Theatre de Tokio, entre otros. Donde
ha sido dirigida por Myung-Whun Chung, Zubin Mehta, Bruno Bartoletti, Renato
Palumbo, Stefano Ranzani y Paolo Arrivabeni, y escénicamente por Franco
Zefirelli, Peter Konvitchny, Graham Vick, Paul Curran, Pier Luigi Pizzi, Hugo
de Ana, Nicolas Joel y Renata Scotto, por mencionar algunos. Amarilli nos habla
sobre su carrera desde un punto de vista muy personal e intimo.
Ramón
Jacques
Amarilli
¿Cuándo nació en ti la pasión por la lirica?
Crecí con mi abuela Claudia Bardi, una
famosa soprano ligera, pianista y compositora, quien fuera nieta de Medea Mei Fighner
la musa de Tchaikovski. Escuchaba cantar
en casa todos los días, y mi abuela me enseñó a cantar como también el piano. Fue
todo muy natural para mí y yo adoraba la música y solo quería cantar. Comencé
muy pequeña con el estudio del piano y a los catorce años de edad comencé con
el canto, que era mi verdadera pasión.
¿Podrías
resumirnos brevemente los inicios de tu carrera profesional?
A los diecisiete años participé en el
concurso Cilea y fui una de las finalistas, después, a los diecinueve llegué a
la final del concurso de Spoleto, y a los veinte gané el concurso Mattia
Battistini con el papel de Cio Cio San de Madama Butterfly. Fue así como pude
debutar esta maravillosa ópera que me ha dado siempre tanta suerte.
Háblanos de
tu repertorio ¿Cuántos papeles has cantado y cuales tienes en programa debutar?
He debutado alrededor de cuarenta
papeles. He cantado papeles importantes de operas de Verdi como:
Aida, Un Ballo in Maschera, La Traviata, Il Trovatore, Simon Boccanegra,
Othello, La Forza del Destino, I Masnadieri, I Due Foscari, Nabucco, Macbeth,
Requiem, Luisa Miller, I Vespri Siciliani, Attila y Ernani! Además he cantado papeles de Puccini como Mimi y Musetta
en La Boheme, Madama Butterfly, Tosca, Manon Lescaut, Il Trittico, Edgar y Liú en Turandot; así como operas de Leoncavallo,
Mascagni, Massenet, Cilea, Zandonai, Mozart, Bizet y Rossini. Actualmente estoy preparando mi debut en el papel
de Maddalena di Cogny de Andrea Chenier y para más adelante, el de Minnie en La
Fanciulla del West.
¿Cuáles son
los papeles que prefieres interpretar y que mejor se adaptan a tu personalidad?
Adoro los personajes de carácter
pasional y fuerte. Me gusta mucho el dramatismo y en los que puedo expresar mi
temperamento y mi máxima diversión en papeles como Lady Macbeth y como Tosca,
Manon Lescaut, Madama Butterfly y personajes de Il Trittico. Pero ha sido para
mi también muy hermoso poder interpretar Adriana Lecouvreur, Francesca da
Rimini, Odabella en Attila, Abigaille en Nabucco y Lucrezia en I due
Foscari. En suma, tengo la necesidad de
interpretar mujeres de carácter fuerte.
¿Existe algún
personaje u opera que aun te falté por interpretar, y tengas deseo por hacer?
Sería el papel de Minnie en La
Fanciulla del West de Puccini, que debutaré en más o menos dos años, y también
el de Giovanna D’Arco de Verdi. Fuera de estos dos creo haber interpretado ya todos
los que más amo.
En base a
tus gustos y preferencias. ¿Has tenido dificultades para interpretar algún
papel que no te gustara?
Si. Me sucedió con la Condesa de Le
Nozze di Fígaro, que fue una tortura para mí por tratarse de un papel muy distante
a mi carácter y personalidad.
¿Cómo
consideras que debe ser la relación entre un cantante y su propia voz?
Pienso que debemos amar y respetar
mucho a nuestra propia voz, ya que es un instrumento delicado y precioso que
nos permite dar vida a personajes maravillosos.
Es un gran privilegio y honor interpretar las operas que mas amamos y
eso solo lo podemos hacer gracias a nuestra voz. Por tanto, considero que la
relación debe ser de máximo respeto y atención hacia ella.
Posees belleza,
fascinación e innegable talento ¿Consideras que para la carrera de una mujer
cantante son ventajas u obstáculos?
¡Son grandes ventajas! Yo quise cantar
desde niña y gracias a estas cualidades he podido hacerlo sin buscar otros
caminos más cortos. He estudiado, y estudiado mucho, y he dedicado mi vida a la
música, que me ha dado lo más importante para mí que es la autoestima. También
me ha dado el afecto del público al cual he buscado darle siempre todas las
emociones que llevo dentro.
¿Hay alguna
figura que te inspire?
No ninguna. Cada uno de nosotros es
único y lo bello de esto es que justamente no debe de existir la comparación
con algún otro. Cada uno de nosotros expresa lo que tiene dentro de su alma esperando que el público así lo acepte.
En cuanto a
otros cantantes ¿Cuál consideras tu preferido?
Amo mucho a Renata Scotto por su
eclecticismo y por su gran temperamento.
Acostumbrada
a pisar importantes escenarios, cuéntanos ¿Qué significa ser protagonista en
los más grandes teatros internacionales?
Es un gran honor, que sin embargo
conlleva mucha responsabilidad ya que las expectativas del público que asiste a
esos teatros son siempre muy altas.
En la
escena, ¿Qué hay de cierto que los directores de escena frecuentemente no ponen
atención a las exigencias del canto?
Por suerte no es algo tan frecuente, pero
sucede algunas veces y para ellos debemos hacernos valer y hablar para dar a
entender que antes que otra cosa existen ciertas exigencias musicales. Pero de
cualquier manera se busca siempre lo mejor para el espectáculo.
La vida de
artista requiere cambiar frecuentemente de ciudades, teatros y de alternar con diferentes colegas de trabajo
¿Cómo vives este continuo cambio?
Al inicio de mi carrera fue muy pesado
y agotador. Soy una persona tímida en el
fondo y cada vez debía darme ánimos para enfrentarme a una nueva ciudad y a una
nueva experiencia. Madurando, todo se ha vuelto más normal y me he acostumbrado
a los cambios continuos. Aunque en
ocasiones es verdaderamente cansado seguir viajando y dormir en camas
diferentes a la propia.
En tu
opinión ¿Por qué piensas que la música lirica parecer ser solo para unos
cuantos?
Desafortunadamente los medios no
ayudan en este sentido porque a cambio prefieren transmitir principalmente
música pop, telenovelas, talk shows, además de futbol.
¿Qué
piensas que se podría hacer para que los jóvenes se acercaran a la lirica?
Haciéndoles entender que este es un
lenguaje universal que se percibe con todos los sentidos. Deben dejarse llevar y abrumarse por las
vibraciones que emite. Después, sería bueno que entendieran mejor la trama y
así ir al teatro preparados sobre lo que van a presenciar.
Para
concluir. ¿Podrías contarnos alguna anécdota o episodio simpático que te haya
ocurrido en tu carrera?
Cuando debuté como Madama Butterfly
con tan solo veinte años de edad me dio fiebre por el estrés. Mi cara se llenó
de ampollas por una alergia que me dio por el maquillaje de geisha, y no pude
dormir durante toda la noche previa al estreno por la enorme emoción. ¡Al final
fue un enorme triunfo! Padecí estos mismos problemas durante los primeros diez
años de mi carrera, sin poder dormir y sin poder comer por la emoción. Desde
hace pocos años he comenzado a controlar esta situación y aunque amo
interpretar a mujeres de carácter fuerte probablemente yo soy débil en mi
emotividad, pero cuando comienza la música y salgo al escenario todo pasa y se
olvida. ¡Esa es precisamente la magia del teatro!
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.