Fotos: Cory Weaver
Ramón Jacques
Aunque Der
Rosenkavalier no es del todo
desconocida, ya que es programada con regularidad por diversos teatros cada
temporada, es sin duda una ópera que por sus exigencias musicales, artísticas y
técnicas supone una prueba para la capacidad, el nivel y los recursos del teatro
que la programa, como ahora es el caso de la Ópera Lirica de Chicago que la repuso
esta temporada después de diez años de no hacerlo en su escenario. Un acierto
fue contar con el admirable y refinado marco de Thierry Bosquet, proveniente de la Ópera de San Francisco, quien buscando
darle autenticidad a la escena se inspiró para su creación en los bosquejos de
los decorados y elegantes vestuarios del siglo 18 que el pintor austriaco
Alfred Roller utilizó para el estreno de la ópera en Dresde en 1911. La iluminación
de Duane Schuler fue decisiva para crear
un grato efecto visual y hacer cada escena artísticamente atractiva. En su debut
local, la directora de escena alemana Martina
Weber buscó dar una narración tradicional a la trama con movimientos específicos
y detallados de los artistas, y que jugando con la amargura, el dramatismo y la
comedia, pero sin incurrir en excesos o exageraciones realizó un trabajo
aceptable. La siempre confiable orquesta del teatro fue bien llevada por Edward Gardner cuya lectura fue
balanceada con precisión y fluidez, extrayendo la abundancia orquestal de la
partitura, dando espacio al desempeño y a la expresión de las voces. Por el señorío
y la distinción escénica que mostró en escena, la soprano Amanda Majeski fue una ideal
Marschallin, que además se distinguió por su brillantez y tonalidad vocal.
La
mezzosoprano francesa Sophie Koch es
una de las mejores intérpretes en la actualidad de Octavian, personaje que dotó
de desenvoltura y aplomo así como de un oscuro y satinado color musical. Christina Landshamer soprano que debutó en este teatro como Sophie,
gustó por su timbre claro y resplandeciente pero sobre todo por la química romántica
y la compenetración vocal que tuvo con el Octavian de Koch. El bajo Matthew Rose estuvo correcto en la
parte vocal y en la escénico dando vida a un arrogante y vulgar Barón Ochs,
aunque su joven apariencia física pareció no estar en sintonía con el papel que
interpretaba. Del extenso elenco de solistas, merecen mención el tenor René Barbera, como el tenor italiano, así
como Rodell Rosel y Megan Marino por sus intrigas como Valzacchi
y Annina; y el experimentado barítono alemán Martin Gantner como Faninal.
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