Thursday, June 2, 2016

Fidelio en el Teatro Colón de Buenos Aires

Prensa Teatro Colón / Máximo Parpagnoli

Gustavo Gabriel Otero

Buenos Aires, 17/05/2016. Teatro Colón. Ludwig van Beethoven: Fidelio. Ópera en dos actos. libreto de Josef Sonnleithner, Stefan von Breuning y George Friedrich Treitschke, basado en el drama 'Léonore, ou l’amour conjugal' de Jean-Nicolas Bouilly. Eugenio Zanetti, Dirección escénica, escenografía, vestuario y multimedia. Rubén Conde, iluminación. Zoran Todorovich (Florestán), Carla Filipcic Holm (Leonora), Hernán Iturralde (Don Fernando), Homero Pérez Miranda (Don Pizarro), Manfred Hemm (Rocco), Jaquelina Livieri (Marcelina), Santiago Bürgi (Jaquino), Sebastián Angulegui y Juan González Cueto (Prisioneros). Orquesta y Coro Estable del Teatro Colón. Director del Coro: Miguel Martínez. Dirección Musical: Francisco Rettig.

Con una puesta en escena decorativa, grandilocuente y vacía, una dirección musical rutinaria y buenas voces se presentó en el Teatro Colón una nueva versión de Fidelio de Beethoven. Eugenio Zanetti en su múltiple rol de vestuarista, escenógrafo, diseñador multimedial y director de escena optó por una fastuosidad tan alejada de la obra como vacua y kitsch. La escenografía y el vestuario evidenciaron una confusión de épocas y estilos, sin anclaje temporal y con ubicación en todos los tiempos a la vez, entre Grecia y la actualidad. La faz actoral no aportó nada novedoso dentro de marcaciones rutinarias. Correcta la iluminación de Rubén Conde. La errática batuta Francisco Rettig con tiempos lentos y aburridos concretó una versión plana y pálida de la obra. El festival de pifias de los bronces poco ayudó a plasmar una versión musical de calidad. Sin maravillar lo mejor fueron las voces y sólo por esto la versión tuvo interés. Zoran Todorovich fue un Florestán que sorteó con gallardía las enormes dificultades de su aria de presentación y fue muy eficaz en el resto del segundo acto. Carla Filipcic Holm fue una Leonora con inmaculada línea de canto, agudos brillantes, belleza de timbre, intencionalidad y perfecto estilo. El Pizarro de Homero Pérez Miranda no logró encontrar la emisión que requiere el personaje. Se lo notó demasiado exigido y en momentos poco audible. El Rocco de Manfred Hemm fue de esmerada corrección y perfecta dicción mientras que Hernán Iturralde supo sacar muy buen partido del pequeño rol de Don Fernando. Nuevamente Jaquelina Livieri mostró su altísimo desempeño vocal con una Marcelina de perfectos acentos. Satisfactorio el resto del elenco y de excelencia el Coro Estable del Teatro Colón, dirigido por Miguel Martínez.

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