Alicia Perris
Orquesta Sinfónica Siciliana. Director: Johannes Wildner. Soprano: Eva Johansson. Ciclo Integral Sinfonías de Tchaikovsky. Ciclo Grandes intérpretes. Viernes 25 de febrero a las 21.15 horas. Programa: Richard Strauss (1864-1949), Vier letzte lieder (Últimos cuatro lieder) para soprano y orquesta. Pëtr IIlíc Tchaikovsky (1840-1893), Sinfonía No. 6 en Si menor, op. 71 “Patética”.
Palermo es una ciudad bellísima, con tradición, con historia, con leyendas, con una gente acogedora y efervescente, que le da vida. Entre las manifestaciones culturales de la ciudad, relumbran como sus dos buques insignias, el maravilloso Teatro Massimo y el Teatro Politeama Garibaldi, que se reparten o más bien compaginan, programas y públicos en un dúo que sumerge literalmente a la ciudad en música. La Orquesta Sinfónica Siciliana fue creada en 1951, según las leyes de la Región Siciliana y a partir de 1958 comenzó una intensa actividad concertística, destinada a conseguir un rol decisivo en la música local y nacional. Participa anualmente en la Semana de Música Sacra de Monreale y ha estado presente en varios festivales de Italia y el extranjero. Ha estado dirigida por grandes compositores del pasado como Igor Stravinsky y Darius Milhaud y directores famosos como Sergiu Celibidache, John Barbirolli, Herman Scherchen o Riccardo Muti, entre otros. Últimamente las autoridades responsables han puesto el acento en llegar a nuevas cotas de público, ya sea con la propuesta de dos o tres títulos del repertorio lírico en forma semi-escénica o con la creación de “Músicaingioco” (“Música jugando”), que con la ayuda de algunas obras maestras de didáctica musical (Poulenc, Prokofiev, Britten), ha abierto el Politeama a miles de espectadores jovencísimos. Los cuatro últimos lieder de Richard Strauss con textos nada menos que del conocido escritor alemán Hermann Hesse, tan de moda en la década de los 60 o 70 por sus planteamientos de personajes iniciáticos (Siddharta, Narciso y Goldmundo, por ejemplo) son su último trabajo y encuentran al compositor envejecido y habiendo atravesado las consecuencias de su toma de posición durante la vida política alemana en la Segunda Guerra Mundial. “Se trata de una música evocadora que delimita un verdadero viaje interior que del milagro de la primavera conduce a través de la melancolía al último episodio Im Abendrot, donde este tránsito final se intuye como la advertencia de la próxima muerte, expresadas con tristeza y emotividad en las palabras: “De este viaje reposamos ahora sobre la tierra silenciosa. ¡Qué cansados estamos de vagar! ¿Será tal vez ésta la muerte?”. La soprano Eva Johansson, nacida en Copenhague, tiene une bella voz y ha sabido encontrar muy bien el clima necesario para expresar los sentimientos y las emociones de los que habla Hesse y que Strauss ha traducido, con maestría, apropiándoselos como trasunto de su propia experiencia vital. Su ejecución es equilibrada y sugerente, llena de matices y entusiasmó sobre todo a los turistas alemanes que eligieron esa noche el concierto por evidentes reminiscencias lingüísticas y culturales. ¡Qué se puede agregar de la Sinfonía “Patética” de Tchaikovsky que no se haya dicho ya! Puede ser considerada con justicia como su canto del cisne, imbuida de una angustia vital que también, como en el caso de la anterior obra de Strauss, preanuncia la llegada de la muerte, que sorprenderá al compositor ruso el 5 de noviembre de 1893 con apenas 53 años. El teatro Politeama Garibaldi tiene una acústica muy bien preparada para todo tipo de eventos musicales y la orquesta sonó con gusto y maestría, revelando los diferentes estados de ánimo por los que nos conduce la partitura. El maestro Alain Lombard, que debía dirigir la “Patética”, fue reemplazado por motivos de salud por el director, violinista y musicólogo austríaco, Johannes Wildner. El maestro Wildner ha estado al frente de las mejores orquestas del mundo y registrado alrededor de 60 cd, vídeos y dvd y ha dedicado una parte importante de su actividad al mundo de la ópera. Una velada agradecida, aunque podría haber habido todavía más público, parte del cual asistió antes de la representación al ciclo de una de las V Conversaciones musicales que se organizan en la Sala Roja del Politeama Garibaldi, antes de la función. El 25 de febrero a las 8, Maurizio Biondi pronunció una conferencia alusiva al concierto sobre “Una sinfonía extrema: la “Patética” de Tchaikovsky. El teatro Politeama Garibaldi, confortable, bien diseñado, hermoso, con sus preciosas reproducciones de los frescos de Pompeya necesita una buena restauración. Cuando llegue ese momento recuperará toda la magnificencia y esplendor como uno de las grandes salas musicales del sur de Europa.
Palermo es una ciudad bellísima, con tradición, con historia, con leyendas, con una gente acogedora y efervescente, que le da vida. Entre las manifestaciones culturales de la ciudad, relumbran como sus dos buques insignias, el maravilloso Teatro Massimo y el Teatro Politeama Garibaldi, que se reparten o más bien compaginan, programas y públicos en un dúo que sumerge literalmente a la ciudad en música. La Orquesta Sinfónica Siciliana fue creada en 1951, según las leyes de la Región Siciliana y a partir de 1958 comenzó una intensa actividad concertística, destinada a conseguir un rol decisivo en la música local y nacional. Participa anualmente en la Semana de Música Sacra de Monreale y ha estado presente en varios festivales de Italia y el extranjero. Ha estado dirigida por grandes compositores del pasado como Igor Stravinsky y Darius Milhaud y directores famosos como Sergiu Celibidache, John Barbirolli, Herman Scherchen o Riccardo Muti, entre otros. Últimamente las autoridades responsables han puesto el acento en llegar a nuevas cotas de público, ya sea con la propuesta de dos o tres títulos del repertorio lírico en forma semi-escénica o con la creación de “Músicaingioco” (“Música jugando”), que con la ayuda de algunas obras maestras de didáctica musical (Poulenc, Prokofiev, Britten), ha abierto el Politeama a miles de espectadores jovencísimos. Los cuatro últimos lieder de Richard Strauss con textos nada menos que del conocido escritor alemán Hermann Hesse, tan de moda en la década de los 60 o 70 por sus planteamientos de personajes iniciáticos (Siddharta, Narciso y Goldmundo, por ejemplo) son su último trabajo y encuentran al compositor envejecido y habiendo atravesado las consecuencias de su toma de posición durante la vida política alemana en la Segunda Guerra Mundial. “Se trata de una música evocadora que delimita un verdadero viaje interior que del milagro de la primavera conduce a través de la melancolía al último episodio Im Abendrot, donde este tránsito final se intuye como la advertencia de la próxima muerte, expresadas con tristeza y emotividad en las palabras: “De este viaje reposamos ahora sobre la tierra silenciosa. ¡Qué cansados estamos de vagar! ¿Será tal vez ésta la muerte?”. La soprano Eva Johansson, nacida en Copenhague, tiene une bella voz y ha sabido encontrar muy bien el clima necesario para expresar los sentimientos y las emociones de los que habla Hesse y que Strauss ha traducido, con maestría, apropiándoselos como trasunto de su propia experiencia vital. Su ejecución es equilibrada y sugerente, llena de matices y entusiasmó sobre todo a los turistas alemanes que eligieron esa noche el concierto por evidentes reminiscencias lingüísticas y culturales. ¡Qué se puede agregar de la Sinfonía “Patética” de Tchaikovsky que no se haya dicho ya! Puede ser considerada con justicia como su canto del cisne, imbuida de una angustia vital que también, como en el caso de la anterior obra de Strauss, preanuncia la llegada de la muerte, que sorprenderá al compositor ruso el 5 de noviembre de 1893 con apenas 53 años. El teatro Politeama Garibaldi tiene una acústica muy bien preparada para todo tipo de eventos musicales y la orquesta sonó con gusto y maestría, revelando los diferentes estados de ánimo por los que nos conduce la partitura. El maestro Alain Lombard, que debía dirigir la “Patética”, fue reemplazado por motivos de salud por el director, violinista y musicólogo austríaco, Johannes Wildner. El maestro Wildner ha estado al frente de las mejores orquestas del mundo y registrado alrededor de 60 cd, vídeos y dvd y ha dedicado una parte importante de su actividad al mundo de la ópera. Una velada agradecida, aunque podría haber habido todavía más público, parte del cual asistió antes de la representación al ciclo de una de las V Conversaciones musicales que se organizan en la Sala Roja del Politeama Garibaldi, antes de la función. El 25 de febrero a las 8, Maurizio Biondi pronunció una conferencia alusiva al concierto sobre “Una sinfonía extrema: la “Patética” de Tchaikovsky. El teatro Politeama Garibaldi, confortable, bien diseñado, hermoso, con sus preciosas reproducciones de los frescos de Pompeya necesita una buena restauración. Cuando llegue ese momento recuperará toda la magnificencia y esplendor como uno de las grandes salas musicales del sur de Europa.
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