Foto: Karen Almond
Ramón Jacques
Sobresaliente fue
el resultado del reto que asumió la Ópera de San Antonio al elegir escenificar Macbeth de Verdi. En apenas cuatro
temporadas, la compañía ha ofrecido a su público un repertorio interesante y
variado, que no se basa solo en los títulos tradicionales, y como testimonio de
ello puedo señalar la memorable doble cartelera de La Voix Humaine e Il Segreto
di Susanna, con la soprano italiana Anna Caterina Antonacci como
protagonista, que muy pocos teatros en la actualidad se atreverían a ofrecer. Este Macbeth gustó por la carga de
teatralidad y dramatismo que aportó la protagonista absoluta de la velada que
fue la soprano Nadja Michael, quien fue
una convincente y seductora Lady Macbeth de arrolladora personalidad escénica,
que vocalmente desplegó un canto uniforme, de amplia proyección y oscuro color
con la que logró tocar puntos escalofriantes. El papel de Macbeth le fue
confiado al experimentado bajo-barítono Greer
Grimsley, quien actuó con desparpajo y atrevimiento, al borde de la
demencia y la paranoia. Su voz se escuchó profunda, potente, y a pesar de su
cuestionable dicción, su desempeño general no se vio disminuido en general. Una
grata sorpresa fue escuchar al tenor Erick
Berry por la calidez de su timbre, que imprimió a su aria, como
Macduff. Correcto estuvo el bajo
barítono Nathan Stark, como Banquo,
así como el resto de los interpretes de los papeles comprimarios. En el podio,
el maestro Sebastian Lang-Lessing
guío a la orquesta con buena mano y adecuada dinámica; su aproximación a la
partitura tuvo una cadencia casi sinfónica, que en sincronía con las voces y el
coro regaló momentos apasionantes. El marco escénico proveniente del Festival
Glimerglass de Nueva York, situado en la época del fascismo, con elegantes
vestuarios militares color negro y un enorme muro circular en el centro del
escenario, que mostraba el interior y el exterior de un fastuoso palacio,
además de un reluciente contraste de luces y sombras, fue una fortaleza
adicional a la función. La dirección escénica de Crystal Manich, fue detallada y precisa en los movimientos en la
que los artistas adquirieron un carácter humano cercano y comprensible para el
espectador, sin abandonar la idea de la falta de ética en la política.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.