La sinfónica venezolana –orquesta cimera de un Sistema musical educativo y social que ha sembrado raíces ejemplares por el mundo- reaparecerá bajo la dirección del maestro Claudio Abbado, director artístico del Festival desde 2003, interpretando un exigente programa, la noche del 19, y luego en los días subsiguientes, actuará bajo la égida de Gustavo Dudamel (aclamado en el evento internacional de 2008 por su solvencia y energía) y de los emergentes conductores Christian Vásquez y Diego Matheuz, miembros de una saga de músicos virtuosos, incubados en el seno de la Fesnojiv. La ascendente soprano inglesa de origen austríaco, Anna Prohaska, intervendrá como solista de la Simón Bolívar en la velada inaugural del viernes 19, en la Suite de la ópera Lulú, de Alban Berg, encauzada por la batuta de Abbado, quien suele reunir en la hermosa población suiza a los ejecutantes más destacados del planeta.
Gustavo Dudamel, el director que ha recibido en los dos últimos lustros las más encendidas ponderaciones de los críticos europeos y asiáticos, regresará el sábado 20 a la KKL de Lucerna –sala modular, como ha sido llamada- para brindar otra inequívoca muestra de su arte en la ejecución del Poema Sinfónico Francesca da Rimini, del que acostumbra extraer matices insospechados. Inspirado, sin dudas, en la acogedora atmósfera del encantador paraje, el joven barquisimetano también empuñará la batuta, delante de la SJVSB, para dejar oír la imponente Sinfonía Alpina Op. 64 de Richard Strauss. El colofón del Festival de Lucerna, en cuyo seno el maestro Abbado incluye cada año nuevas obras de su celebrado Ciclo Mahler, lo constituirá la presentación de los dos ascendentes directores del Sistema: Christian Vásquez, de la cantera caraqueña, y Diego Matheuz, larense como Dudamel. Así el público del festival disfrutará de la calidad de esta orquesta que será conducida por esta constelación de directores. Lucerna, en Suiza, situada sobre el idílico Lago de los Cuatro Cantones y rodeada de imponentes montañas, albergará durante cuatro días –del 19 al 22 de marzo- a los instrumentistas de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, invitada en condición de huésped del Festival de Pascua en el que la excelencia musical es la nota dominante, tanto en los nuevos puentes con la modernidad como en la mayor concentración, año tras año, de formaciones orquestales de referencia en Europa y América.
Christian Vásquez, asistente del maestro Mariss Jansons en la Bamberg Synphoniker de Alemania y avanzado alumno de José Antonio Abreu, interpretará con la Simón Bolívar la celebérrima obertura rossiniana de la ópera Guillermo Tell, más un repertorio latinoamericano conformado por obras de Alberto Ginastera (las Danzas del Ballet La Estancia), Evencio Castellanos (Santa Cruz de Pacairigua) y Arturo Márquez (el Danzón número 2). Para el epílogo de sus desempeños en el acreditado festival suizo de 2010, la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar seleccionó la Sinfonía nº 10 de Dmitri Shostakovich y el Concierto para violín y orquesta de Beethoven, ambas dirigidas por Diego Matheuz, con un solista de la talla de Kolja Blacher, nacido en Berlín, quien ha sido huésped de las orquesta más importantes del mundo, junto a las cuales ha exhibido una exuberancia concisa y poderosa.
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