Lloyd Schwarz
La compañía Opera Boston presentó una producción de Maria Padilla de Donizetti, rara opera belcantista basada en personajes históricos verdaderos. Por motivos políticos, Maria Padilla fue la esposa secreta de Pedro el Cruel (Rey de Castilla y León e hijo de Alfonso XI a quien sucedió en 1350), pero para el resto de la gente (exceptuando al padre de Maria) era reconocida como su supuesta amante. Como algo poco habitual en la opera, en esta opera el papel de Pedro, el amante, es cantado por un barítono, y la escena de locura no corresponde al personaje de Maria si no al de su padre, que aquí es cantado por un tenor. La trama de esta opera, a pesar de los supertítulos y las notas del programa, es obscura y difícil de seguir. Donizetti mismo cambió el final, ya que en el estreno de la opera Maria moría de dolor, y en una versión posterior de alegría. En la producción de Opera Boston, simplemente no murió. Pero nada de esto es satisfactorio, pero gran parte de la música si lo es, y aquí hubo un gran cuarteto al inicio del ultimo acto con Maria, su padre, su amante y su hermana. El director musical Gil Rose condujo con un una línea de fluido legato, y los cuatro cantantes – la soprano Barbara Quintiliani (quien tuvo gran éxito en este papel en el festival de Wexford), la mezzosoprano de voz amplia Laura Vlasek Nolen, el tenor Adriano Graziani y el barítono Dong Won Kim- estuvieron a la altura de la situación. Quintiliani no tuvo mucha ayuda de los espaciosos y amorfos escenografias diseñadas por Alexander Lisiyansky ni de la dirección de Julia Pevzner, quien había hecho obras mas detallas para esta compañía en el pasado, pero la soprano, a pesar de su manera primitiva de actuar, sus brillantes tonos vocales florecieron como los de una verdadera diva.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.