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Stefano Marcocchi |
Giuliana Dal Piaz
Encuentro con Stefano Marcocchi, cotizado y excelente violista de la Tafelmusik Baroque Orchestra, en la Koerner Hall donde la orquesta está ensayando con el Director alemán Bruno Weil la Novena Sinfonía de Beethoven (Toronto, 4 a 6 de Febrero de 2016).
Stefano, usted es la prueba viviente de que el talento artístico italiano se luce constantemente alrededor del mundo. ¿Cuándo y cómo llegó a trabajar en Toronto?
Hacía tiempo que estaba en contacto con el colega oboista Marco Cera, vicentino, ya parte del orgánico de Tafelmusik desde hacía unos años; por él supe en 2013 que había un puesto de violista en la orquesta. Ya había hecho muchos conciertos fuera de Italia; se me antojaba, sin embargo, una experiencia internacional diferente, así que mandé mi solicitud y mi documentación, luego viajé a Toronto para la audición internacional, que gané, y conseguí la plaza: trabajo aquí desde Septiembre de 2014. Y ahora también está aquí mi esposa Isabella Bison, en calidad de violinista huésped de Tafelmusik para esta extraordinaria presentación de la Novena Sinfonía; con Isabella hameos constituido también el duo "Stile Concertante", que toca música de grandes virtuosos italianos de época barroca poco conocidos, como Bruni, Giardini y Mestrino.
Es cierto, veo en su curriculum muchos conciertos alrededor del mundo con varios ensemble. ¿Cuáles fueron especialmente importantes para usted?
Seguramente la "Mahler Chamber Orchestra", dirigida por Claudio Abbado. Yo era muy joven entonces, toqué con ellos por unos años y el Mº Abbado fue determinante en mi formación. Pero fueron significativas también las experiencias con la "Accademia Bizantina", "Les Talens Lyriques" y "Europa Galante". Con ellos de hecho sigo tocando a menudo: hace poco estuve con Europa Galante en la Canergie Hall de New York y en Los Angeles. En juio, cuando en verano no tendré compromisos con Tafelmusik, haré unos conciertos en Viena con Les Talens Lyriques.
Les Talens Lyriques, creado y dirigido por Christophe Rousset, es una orquesta estable, muy parecida a la Tafelmusik Baroque Orchestra, ¿no es así?
Digamos que se le parece bastante, a medias entre los grupos italianos, que en el año hacen sólo unos cuantos conciertos y una o dos giras (como la Accademia Bizantina o Europa Galante), y Tafelmusik, que tiene una temporada propiamente dicha y actividad no sólo concertista sino también didáctica prácticamente todo el año.
¿Usted participa en la actividad didáctica de Tafelmusik?
Claro que sí, como todos los "core member" (miembros de planta) de la orquesta. Con el otro brillante violista de Tafelmusik, Patrick Jordan, nos turnamos un verano cada uno impartiendo cursos en el "Tafelmusik Baroque Summer Institute". Este año le toca a él, así que este verano seré libre. Además me acaban de nombrar "Guest Lecturer" en un curso de Viola Barroca en la University of Toronto: un honor para mí porque hay muy pocas cátedras de este instrumento en el mundo!
Stefano, ¿me ayuda a explicar a los lectores las características de la viola y su papel en un sensemble o en una orquesta?
Digamos que, mientras los violines dan la melodía, la viola representa el corazón pulsante del grupo, el núcleo de la armonía, el instrumento que le da color al sonido de la orquesta. La viola era importante desde la época barroca, Bach amaba tocarla, Telemann compuso conciertos para viola, Mozart - como se ve por el programa del concierto The Best of Mozart que la Tafelmusik Baroque Orchestra presenta del 25 al 28 de Febrero con Mira Glodeanu como primer violín y director huésped - compuso una hermosa sinfonía concertante para violín y viola.
Hablemos del programa de Mozart. Veo que incluye en primer lugar la Eine Kleine Nachtmusik: ¿era ésta, como comúnmente se cree, una serenata que se tocaba en la calle?
Lo dudo: aunque se le defina serenata (o sea una serie de movimientos cortos que se acostumbraba tocar en las calles, como es el caso de la serenata "cassazione" - llamada así por deformación de la palabra alemana por "callejera" -), no preve el uso de alientos, que al abierto resultan más poderosos que las cuerdas y sufren menos por la exposición a la intemperie.
Hace un momento me decía que la viola tiene un sonido más profundo y menos brillante que el violín. ¿Cómo le hace para que no quede mal en el diálogo con el violín, en la Sinfonía Concertante que acaba de mencionar (K 364 en Mi bemol Mayor)?
Lo que hago es seguir las indicaciones de Mozart mismo, que escribió la parte de la viola en Re Mayor, alzando de un medio tono el registro de la viola, un expediente que se utilizaba mucho para la viola en el estilo clásico.
The Best of Mozart concluye con la Sinfonía n. 40, la más conocida de sus sinfonías. ¿Cuáles son sus consideraciones al respecto?
Lo que me llama la atención cada vez que debo tocar la Sinfonía n. 40, es su carácter profundamente melancólico, el mismo que encontramos en el Quinteto para cuerdas K 516, que tiene en común con esta Sinfonía la tonalidad de Sol Menor y dos partes para viola que con su voz "cálida" contribuyen de manera determinante a crear este particular color. Un color que también encontramos en muchas arias en las óperas maestras de Mozart. Mozart es uno de mis compositores favoritos... las óperas de la trilogía realizada con Lorenzo Da Ponte (Don Giovanni, Le Nozze di Figaro y Così fan tutte) están entre las músicas que más me gusta tocar.
Una última pregunta, Stefano: ¿cómo condensaría en pocas palabras la experiencia vivida hasta ahora con la Tafelmusik Baroque Orchestra?
R. Un gran intercambio cultural: formar parte de la planta orgánica de Tafelmusik me dió y me sigue dando muchísimo, incluso desde el punto de vista humano, porque es un grupo de gran valor musical y muy unido. Al mismo tiempo siento que - con mi formación italiana, europea - yo también aporté algo nuevo a la orquesta, en una constante evolución de nuestra madurez profesional.
¡La mejor suerte, entonces, Stefano, en las dos importantes presentaciones de Febrero con Tafelmusik!